A menos de un mes de su debut, gremios de la región analizan la nueva Reforma Laboral

A puertas de su puesta en marcha se encuentra la nueva Reforma Laboral que moderniza el sistema de relaciones laborales a partir del próximo 1 de abril, y que regulará la convivencia interna de las empresas, centrándose en la relación entre trabajadores y empleadores, aumentando, entre otros, el poder de los sindicatos e introduciendo cambios importantes  en las regulaciones en materia de negociación colectiva.

Sin embargo, el objetivo ha generado desacuerdos en el sector privado, sobre todo en las asociaciones que reúnen a pequeñas y medianas empresas y productores de la región de Coquimbo.

Para María Inés Figari, directora de la Sociedad Agrícola del Norte, la reforma no busca más que enfrentamientos. “Promueve por ejemplo los paros, ya que se le entrega mucho poder a los sindicatos. En particular para el sector agrícola, no son buenas medidas porque una huelga en el campo, por ejemplo, es inviable. No hay producto que aguante una huelga sin reemplazos, menos en este rubro. Es una pena que las autoridades sigan insistiendo en temas del pasado cuando lo que se necesita hoy en día son otras cosas”, comentó Figari, quien agregó que no le parece una buena propuesta. “Veo con pena, ver que seguimos con el afán de generar enfrentamientos de unos contra otros, cuando lo que hay que hacer es darnos que todos nos necesitamos”.

Gremios dicen que reforma podría generar problemas en la práctica

A este punto de vista se suma Laura Cerda, presidenta de la Cámara de Turismo de la región, quien señaló que si bien la reforma laboral en si misma se ha enfocado en fortalecer los gremios sindicales de los trabajadores, esto puede generar políticas que puedan complicar la flexibilidad laboral que debiera haber, sobre todo en la industria del turismo. “Nosotros trabajamos cuando todos descansan, hay turnos específicos dentro del perfil del área del turismo. Por lo tanto con la reforma, podría suceder que a partir de la rigidez que propone, esto podría afectar enormemente al rubro del turismo, puesto que nosotros tenemos una modalidad distinta al resto, algo que se da en todo el mundo en esta industria”, dijo Cerda.

El problema, comentó la gremialista, es que si se generan rigideces en el sentido de los horarios por la reforma, se tendría que contratar más personal, cuando gran parte de las empresas del rubro son pymes, y no hay qué empresario soporte una carga laboral con índices de rotación demasiado elevados.

“Nos preocupa que la reforma esté enfocada a fortalecer la sindicalización, en vez de generar acuerdos que realmente tengan un sentido productivo que convengan tanto a los trabajadores como a los empresarios. Desde esa perspectiva, nosotros buscamos generar acuerdos que favorezcan la productividad y flexibilidad para poder trabajar tranquilos”, explicó a diario El Día.

Por otro lado, el gerente general de Corminco, Mauricio Gómez, se mantiene al margen aún del conflicto y adelanta que le han pedido al seremi del Trabajo una capacitación como sector, antes de que se aplique la ley. “El problema es que hay interpretaciones distintas en torno a los nuevos estatutos, y buscamos esclarecerlos con la reunión y tener un solo criterio”, dijo Gómez.

La visión de la autoridad

Para Rodrigo Bravo, Seremi del Trabajo y Previsión Social en Coquimbo, esta ley busca que las relaciones laborales se hagan cargo de las condiciones de trabajo de los chilenos, para que a todo el país le vaya bien. “Si los trabajadores de la región de Coquimbo dialogan como un cuerpo organizado con sus empleadores, podrán mejorar sus condiciones laborales (salarios, jornada, protección social), mejorar el clima al interior de la empresa (al sentirse escuchados), y lograrán mayor estabilidad laboral. Con todo ello, la empresa será más productiva y competitiva”, indicó.

Esta nueva ley, tiene en su eje central el derecho de huelga efectiva para los trabajadores, reconociéndola en el Código del Trabajo, por lo tanto se simplifica su regulación y procedimientos.

“Hay que crear una nueva cultura de convivencia entre los empleadores y los trabajadores. Esto debe ser de forma complementaria y no seguir con un enfrentamiento donde la huelga no producía ningún efecto. Los trabajadores veían que la huelga no era un instrumento eficaz para llegar a acuerdo”, dijo.

Antiguamente, replican desde la seremía, las relaciones laborales eran bastante poco claras y transparentes. El empleador no estaba obligado a entregar una información clara, precisa y adecuada con la realidad de la empresa. Con la modernización de la ley, lo primero por tanto, es dilucidar cuáles son los reales ingresos de una empresa y para eso hay que saber que a veces se disfrazan ingresos con inversiones, y por eso también se debe conocer cuál es la política de inversiones a largo plazo.