Emprendedoras ovallinas y el desafío de reinventarse en pandemia

El Ovallino

El día de ayer se celebró el Día Internacional de las Pymes, las cuales sin duda son los principales creadores de empleos y crecimiento económico en el mundo. 

Sin embargo, miles de emprendimientos se han visto seriamente afectados por la pandemia – el 91% según la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech)- lo cual ha motivado a la reinvención y creación de nuevas propuestas labores en diferentes lugares de país.

Tal es el caso de la ovallina Priscilla Castillo (32), madre esforzada y creadora de su propio emprendimiento llamado “Sana Tentación”, el cual cumplirá un año el próximo mes. 

 “Mi proyecto es de pastelería saludable, apta para múltiples alergias. En especial para personas con APLV, alergia a la soya, gluten, huevo, también para quienes padecen diabetes e intolerancia a la glucosa. Y enfocada en aquellas personas que han decidido mantener un estilo de vida diferente, sin tener necesariamente un diagnóstico que le prohíba ciertos alimentos, pero que su fin es lograr un cambio en la alimentación”, comentó. 

Asimismo, lo que comenzó como un sueño pasó a ser realidad, ya que vio a la crisis sanitaria como una opción para concretar su proyecto y darle a la comuna una pastelería saludable. 

“Yo soy mamá de dos niñas y un pequeño de 10 años. Y hasta el año pasado solo era dueña de casa y madre. La pandemia me hizo replantear varias cosas, sentí que debía hacer algo para que la rutina no me afectara, y viendo que tantas madres en situación similar a la mía habían decidido emprender, lo pensé y se lo comenté a mí mamá y mi hermana, porque quería,  pero me daba miedo. Ellas me motivaron tanto que me hicieron ver lo que realmente he amado siempre que es la pastelería”, puntualizó. 

Dentro de sus proyecciones espera terminar su taller de pastelería, para poder recibir más pedidos. Además, de formalizar su emprendimiento y tener un local establecido, y a su vez poder seguir especializándose en la pastelería saludable y apta para diferentes enfermedades y/o alergias. 

Reciclaje como fuente laboral

 

Hace más de un año que María Paz Cortés (27) comenzó con su proyecto de argollas de técnica “Upcycling” en cual lleva por nombre Bon Voyage. Antes de la crisis sanitaria se desempeñaba como educadora de párvulos en un jardín infantil de la comuna, pero debido a la misma pandemia su contrato no fue renovado, razón por la cual decidió buscar ingreso de forma independiente. 

“Antes de que mi contrato terminara, me pregunté qué hacer y mirando a una chica que confeccionaba ropa, le pedí los retazos que iba dejando de las prendas que hacía y así a través del reciclado decidí llevar acabo mi idea y me fue súper bien en el lanzamiento de mis argollas”, aseguró. 

Si bien, gracias a la pandemia María Paz pudo reinventarse y salir a flote económicamente, el ser madre y trabajar ha sido muy complejo para ella. 

“El estar en la casa se hace más monótono. Soy madre, tengo una hija y dos hijos y se me ha hecho todo más pesado, pero gracias a mi pyme he podido distraerme, crear, usar mi cabeza en otra cosas y pasar tiempo con mis hijos. Todo es más complicado pero lo he logrado”, aseguró. 

A causa de la gran acogida que ha tenido con sus productos, ha incursionado en la creación de brillos labiales hechos totalmente a mano y libres de crueldad animal. 

“Hace unos semanas hice  30 gloss y los cuales se vendieron todos. Además, de scrunchie para el cabello y a más adelante tengo la idea de intervenir chaquetas. Mi mente está llena de ideas y espero concretarlas todas. En todo esto he recibido la ayuda de mi pareja, ya que él ha estado ahí para ayudarme”, finalizó. 

En definitiva, María Paz espera que en un futuro pueda establecer su marca “Bon Voyage” y adquirir un local fijo para poder vender sus creaciones a la comunidad.