Hace unas semanas atrás, los crianceros de la región recibieron la buena noticia de que Argentina aceptará el ingreso de majadas locales a los altos valles de Calingasta, en la Provincia de San Juan.
El “Sí” de Argentina fue un pequeño respiro para los crianceros de la zona, pues la sequía sigue siendo para ellos, un problema permanente y que, dados los efectos del cambio climático, será además una condición crónica del territorio.
Es así como surge la necesidad de modernizar de alguna forma, la producción caprina en la Región de Coquimbo de la cual dependen miles de familias, fundamentalmente, de las provincias de Limarí y Choapa. Ello porque además, se debe recordar que el sector caprino es una actividad familiar de autosubsistencia, la cual, llevada de forma eficiente, permite generar ingresos para esas familias a partir de la producción de queso y la carne.
Bajo ese contexto, nació hace tres años, el Programa Territorial Integrado Caprino de Corfo, PTI, que cuenta con cofinanciamiento del Gobierno Regional, a través del Programa de Zonas Rezagadas, y cuya implementación comienza a entrar en su recta final.
Ingrid Haselbauer, gestora del PTI Caprino, explica que el principal objetivo del PTI Caprino no es otro que mejorar las condiciones de trabajo de los crianceros, apostando por la modernización de la cadena de valor del rubro caprino.
Así explica, “en estos tres años de trabajo del PTI se han enfocado en dinamizar el rubro a través de seminarios, cursos, eventos culinarios, participación en ferias, estudios, acciones de marketing, asesorías profesionales y encontrar recursos para desarrollar la infraestructura faltante para queserías, fábricas de charqui y carne preparada caprina, todo lo que contribuye a asegurar la calidad del producto sin perder la condición de artesanal”, aseguró.
Es así como a través de la implementación de este programa, sus beneficiarios –de comunas como Monte Patria, Illapel, Canela y Salamanca - han renovado la infraestructura del rebaño y las queserías, produciendo con ello, más leche y mejores quesos. En ese sentido, la preocupación de muchos de ellos hoy por tanto, es cumplir con las normas para la obtención de la resolución sanitaria, otorgada por el Servicio de Salud.
“Son justamente aquellos productores innovadores, resilientes y abiertos al aprendizaje, en quienes se ha enfocado el PTI Caprino de Corfo, apoyando su desarrollo empresarial. No es una tarea fácil, pero es un desafío que ha valido la pena”, señaló en esa línea, la gestora del programa caprino. Más, cuando los años 2018 y 2019 estuvieron marcados por una profunda escasez hídrica, y este 2020, por la pandemia del coronavirus.
Para Gregorio Rodríguez, director regional de Corfo, “la labor del PTI Caprino ha sido formidable (…). Cada uno de los instrumentos, aportes y gestiones que ha materializado, han provenido directamente de los emprendedores caprinos y eso tiene un tremendo valor”.