• La fotografía muestra el estado en que quedaron los restaurantes tras el impacto de las marejadas producidas en agosto de 2015. FOTO LAUTARO CARMONA
    La fotografía muestra el estado en que quedaron los restaurantes tras el impacto de las marejadas producidas en agosto de 2015. FOTO LAUTARO CARMONA
  • Ahora se puede apreciar ya las nuevas infraestructuras que fueron levantadas, también los muros de piedra que algunos locales decidieron poner para evitar nuevos daños. FOTO NICOLE MUÑOZ
    Ahora se puede apreciar ya las nuevas infraestructuras que fueron levantadas, también los muros de piedra que algunos locales decidieron poner para evitar nuevos daños. FOTO NICOLE MUÑOZ
Desde la Asociación de Concesionarios de la Avenida del Mar señalan que a la fecha ya un 80% de ellos se encuentra operativo y que llegarán a un 100% durante la temporada estival, periodo en el cual esperan comenzar a recuperarse de las pérdidas

El 8 de agosto de 2015 y tras las fuertes marejadas producidas en las costas del país, los locales emplazados en la Avenida del Mar y parte de la Costanera de Coquimbo sufrieron importante pérdidas, que se calculan en 25%. Poco más de un mes después, debieron enfrentar una nueva catástrofe natural, esta vez, el tsunami del 16 S terminó por deteriorar sus instalaciones, generando pérdidas totales en 7 recintos, entre los que se cuentan Quinta Ola, El Muelle, Tololo Beach, Bakulic, Playa Paraíso y Oxigeno.

Desde la Asociación de Concesionarios de la Avenida del Mar reconocen que fue una situación difícil y estiman que la recuperación de estos restaurantes conllevó una inversión que supera los 4 mil millones de pesos. Afortunadamente, dicen, a la fecha ya el 80% de ellos se encuentra operativo y se espera que para la próxima temporada estival lleguen a un 100%.

Así lo destaca Mauricio Peyreblanque, presidente de esta organización que agrupa a 12 empresarios del sector y propietario de Tololo Beach, quien señala además que para lograr estos resultados fue vital el trabajo conjunto que se realizó con las autoridades. “Hay que reconocer que la actitud de la municipalidad de La Serena, con el alcalde (Roberto) Jacob, la gente de la dirección de obras y algunos concejales, hicieron una pega muy buena y eso nos ayudó también a poder trabajar y demoler rápidamente para poder volver a construir. Ellos se sumaron a esta cruzada de ayudarnos, a dar los permisos, trabajar en conjunto, acá las autoridades se comportaron a la altura y estamos muy agradecidos de eso”, enfatizó.

El actual de la gobernación marítima también fue clave, agrega, pues “el ministro de defensa José Antonio Gómez nos recibió en su despacho y también nos dio una mano importante para poder salir adelante con los permisos, porque todas estas son concesiones marítimas y dependemos se su cartera. Esta fue una cadena de manos y todas las manos fueron útiles para poder salir adelante, el mismo personal también, porque muchos de ellos quedaron cesantes, hubo más de 100 familias afectadas”, puntualizó.

El financiamiento fue una de las principales trabas. Algunos de estos locales pudieron recibir el aporte a través de instrumentos del gobierno. En materia de seguros, explica Peyreblanque, hubo algunos recintos que los tenían pero “hasta el día de hoy no han respondido”.

Ahora los esfuerzos estarán enfocados en recuperar el terreno perdido, porque además de costo que les significó la reconstrucción, la tragedia les impidió generar ganancias entre septiembre y febrero, los meses más fuertes en cuánto a afluencia de público. “Las utilidades que se dejaron de percibir durante todos los meses que estuvimos cerrados y las ventas fueron importantes, porque nos tocó justo después de diciembre y todo el verano, que es nuestra época más fuerte”, especifica.

Otro aspecto que influyó de manera negativa, indica María Antonieta Zúñiga, representante de la Asociación, fue la época en que se produjo el desastre. “Como el tsunami fue el 16 de septiembre estaban próximos al inicio de un fin de semana que era muy largo, se habían hecho muchas expectativas y la compra de mercadería que tenían para esa época era muy alta. Todo eso también se perdió”, detalla.

Pedro Roy, dueño de Playa Paraíso, llevaba 22 años funcionando y fue uno de los empresarios que tuvo pérdida total, teniendo que demoler. “Nos costó en principio la decisión de volver a construir, tarea que fue terriblemente difícil, porque en los momentos que vive el país no es fácil financiar un proyecto de tal magnitud. Pero después de 8 meses de mucho trabajo y constante preocupación, logramos levantar un local que está de acuerdo a las necesidades que tiene hoy en día la gente que quiere divertirse”.

Apostando por la seguridad

Desde la Asociación de concesionarios tienen claro que el estar ubicados en la primera línea frente al mar genera un riesgo importante y por ello, dicen, han tratado de tomar las medidas de resguardo pertinentes para proteger la seguridad del público y también la inversión en las nuevas infraestructuras. “Las mejoras se han hecho en virtud de mejorar el servicio a los clientes, pero también de alguna manera, resguardar la seguridad de ellos mismos frente a lo que acaba de ocurrir, que los accesos sean libres, que puedan salir en caso de cualquier eventualidad”, sostiene María Antonieta Zúñiga

Por su parte, Mauricio Peyreblanque plantea que “claramente nosotros corremos un riesgo importante porque estamos en la Avenida del Mar y contra la naturaleza uno no puede hacer nada”. Pero asegura que pensando en este resguardo se buscaron diversas opciones. Un de ellas, muros de contención. “En el ministerio de Defensa nos autorizaron en algún minuto a poner un rompeolas y tuvimos que traer una gran cantidad de rocas que cumplen dos objetivos. Primero, proteger a las instalaciones que tenemos y segundo evitar la erosión”.

De hecho, dice, incluso es de la idea de que este tipo de contención pueda extenderse por toda la Avenida del Mar “no solamente para hermosear, sino que para parar la erosión de la arena con los vientos, por supuesto con accesos a las playas cada 20 metros, con vegetación, áreas verdes. Esa es una de las ideas importantes que hemos planteado a las autoridades de La Serena y de Coquimbo. Lo único que se puede hacer frente al mar medianamente es este roquerío”, indica.

El problema, plantea, es que ahora les han solicitado que estas piedras sean sacadas antes del 30 de octubre. Por ello, argumenta “queremos pedirle a las autoridades marítimas, al gobernador, al capital de puerto, como asociación de concesionarios que ojalá nos dieran el plazo, por lo menos unos 24 meses hasta que se regule el mar y vuelva la playa a lo que era antes y ojalá como proyecto que toda la Avenida del Mar esté con rocas”, puntualiza.

Por su parte, Pedro Roy manifiesta que en el caso de su local optaron por construir con palafitos en altura. “Viendo el aspecto técnico y conversando con personas que son muy entendidas en la constructibilidad y el material que se usa hoy en día para este tipo de negocios que están en el borde costero, tomamos esta decisión, permitiendo que la marejada pase por debajo”.

Temporada estival 

Respecto a las expectativas que se tienen para la próxima temporada estival, considerando, como ya se ha mencionado, que el año pasado dejaron de percibir ingresos en este periodo y que ahora se tiene la opción de recuperación, entre los empresarios reina el optimismo.

En este sentido, Mauricio Peyreblanque manifiesta que “no es mentira que la economía en Chile no está muy pujante y se ha resentido, este ha sido un año complicado, sobre todo para la región, pero nosotros confiamos que será positivo. La Avenida del Mar es uno de los lugares más lindos de Chile, con una playa maravillosa, creo que el mercado argentino está muy ávido a venir, la hotelería también está creciendo y creo que estamos mejorando”.

Considera, eso sí, que para que esto se dé se tienen que tomar medidas como evitar la instalación de locales ambulantes de comida, que proliferaron el año pasado. “Este año el alcalde se comprometió a no tener las más de 300 casas rodantes restaurantes que habían en la Avenida del Mar el 2015, lo que va permitir tener una avenida más expedita y eso va a contribuir a que le vaya bien al empresariado”.

“Las utilidades que se dejaron de percibir durante todos los meses que estuvimos cerrados y las ventas fueron importantes”, señaló Mauricio Peyreblanque, presidente Asociación de Concesionarios de la Avenida del Mar

En opinión de Maria Antonieta Zúñiga, esta decisión se ha adoptado “no solamente porque haya sido una solicitud nuestra, sino que en general el turista se mostró molesto con el tema, la gente que vive acá, además que había ocupación de muchos estacionamientos de gente que venía a la playa”.

Asimismo, agrega que “la competencia siempre es buena y va a estar, se entiende que además que tiene que haber servicios para todo tipo de público, eso no hay problema, pero especialmente el año que pasó era una fecha muy delicada por todo lo que había pasado en la Avenida del Mar, entonces, era la oportunidad de la gente local de poder salir adelante, no era una competencia adecuada en ese momento”.

Cabe destacar que en entrevista con El Día realizada en agosto pasado, el alcalde Roberto Jacob reconoció que efectivamente con la masiva autorización de este tipo de comercio “no tuvimos una buena experiencia” e indicó que “tengo que reconocer que los carros  no se ajustaron a lo que le pedimos como limpieza o los bidones de gas no podían estar a la vista. El transformador metía mucha bulla y molestaba a los vecinos y no lo quisieron entender, por eso hoy día tengo paralizado esos permisos en la Avenida hasta no hacer un estudio”.

Al respecto, agregó que “era muy lindo, pero la gente no cumple o hay que buscar una ubicación donde no molesten a los residentes porque hay que pensar en todos”, puntualizó. 3701i

Llamado a venir

Finalmente, desde la Asociación de Concesionarios destacaron la gran calidad que tienen las nuevas infraestructuras que fueron levantadas en la zona costera e hicieron un llamado a los turistas a visitarlos. “Aprovechamos a nombre de la asociación de Concesionarios de la Avenida del Mar de invitar a toda la gente en Chile y del extranjero a venir y aprovechar las nuevas instalaciones, con una de las mejores playas de Chile e infraestructura hotelera”, manifestó Mauricio Peyreblanque.

 

CIFRA

7

locales de la Avenida del Mar resultaron con pérdida total tras el tsunami.

 

 

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