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El Día
Una de las principales preocupaciones del sector agrícola es lograr un equilibrio entre la productividad y la real disponibilidad de agua por la sequía que afecta a la Región de Coquimbo, en ese contexto, investigadores del INIA crearon herramientas tecnológicas para bajar la cantidad de riego afectando lo menos posible la productividad.

Los cultivos de nogales son uno de los más importantes en la Región de Coquimbo, ocupando el quinto lugar en cuanto a extensión, sobre todo en las provincias de Limarí y Choapa, superando las 2.500 hectáreas. Y es que las nueces son apetecidas tanto en el mercado interno como externo, principalmente por su enorme valor nutricional, ya que aporta ácidos grasos esenciales para el organismo durante la etapa de mayor crecimiento y es rico en fibras y vitaminas B y E.

Se trata del principal fruto seco exportado en términos de valor, eso lo reflejan los números ya que, según el boletín de septiembre de la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias, ODEPA “los frutos secos alcanzaron, a nivel nacional, ventas por 94 mil 900 toneladas equivalentes a USD 402,9 millones FOB durante el periodo enero-agosto 2021, representando un aumento de 18% en volumen y 12% en valor, en comparación con igual período del año 2020, siendo el principal producto exportado en términos de valor la nuez con cáscara, que registra ventas por 61 mil 700 toneladas y USD 169,2 millones FOB, representando 42% del valor total de envíos de frutos secos. El principal destino fue Turquía (24%), luego India (23%), e Italia (11%). El segundo producto que destaca en exportaciones es la nuez sin cáscara, registrando ventas por 16 mil 700 toneladas, y USD 115,6 millones FOB, representando 29% del total de envíos de frutos secos, con destino principalmente Alemania (15%), España (13%) e Italia (12%)”.

Estudio del INIA



Con el objetivo de ayudar a definir los manejos y costos prioritarios en la producción de nogales, el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) desarrolló un trabajo para entregar información sobre manejos clave para la optimización del riego y el uso de reguladores de crecimiento en la producción de estos árboles, formulando estrategias territoriales e identificando los principales factores que limitan la producción frutícola del nogal, considerando la demanda por frutos secos por parte de los mercados extranjeros, que exigen mayor volumen y calidad.

Marta Alfaro, Subdirectora Nacional de I+D+i de INIA, sostuvo que “el estudio nos permitió poner en valor económico el impacto de las tecnologías y manejos recomendados por un equipo de expertos de nuestra institución, cuyo trabajo a lo largo de los años ha contribuido a la transformación tecnológica del sector, logrando mayores rendimientos y realizar un uso eficiente del recurso hídrico, lo cual es esencial, en particular bajo el contexto de cambio climático”.

Edgardo Díaz, Director Regional de INIA Intihuasi, explicó que “el rubro nogalero es importante, por lo que nuestros investigadores han aportado con nuevos conocimientos, tecnologías e innovación, las que hoy estamos evaluando socio-económicamente, reafirmando nuestro compromiso y responsabilidad con los agricultores y agricultoras, para que puedan alcanzar los mejores resultados posibles en productividad y calidad, en un contexto de cambio climático. Con ello buscamos aportar con agrociencia de alto impacto al futuro sostenible de nuestra región”.

La investigación se centró en entregar una propuesta tecnológica validada por INIA para la localidad de Choapa, que favoreciera la toma de decisiones a los productores y productoras, al igual que dar sustentabilidad al huerto a través de la optimización del riego y el uso de reguladores de crecimiento, estableciendo para ello una unidad de validación en un huerto de nogal con variedad Serr.

Sobre el estudio, Giovanni Lobos, el Investigador de la oficina Choapa de INIA, explicó que “se utilizó un análisis marginal, considerando la situación sin uso de las propuestas tecnológicas del instituto y la situación optimizada con solución INIA, en un período agrícola. Se determinaron resultados productivos y económicos a nivel predial, considerando huertos de nogales de la misma variedad a nivel regional, y la tasa de adopción máxima estimada en un horizonte de 5 años”. 

A partir de aquello se comprobó que la adopción de las soluciones INIA, que incluyeron sensores de humedad más el uso de Cianamida hidrogenada, y sensores de humedad más Cianamida hidrogenada más ReTain, alcanzaron un retorno por hectárea de 62 % y 110 %, respectivamente, equivalente a US $2.120 y US $5.406 adicionales, cada uno. A nivel regional, los retornos variaron entre un 38 % y 67 %, al considerar un escenario de 30 % de adopción del paquete tecnológico en cuestión. Con lo anterior, se comprueba que mantener la rentabilidad del negocio ante la variabilidad del precio, es posible a través de la propuesta INIA. 

Peligro de la escasez hídrica



Si bien las herramientas tecnológicas podrían ayudar a que los huertos de nogales puedan resistir de mejor manera una disminución de su riego, sin afectar gravemente su productividad y con un buen retorno económico. La disminución del agua a niveles por debajo de lo recomendado, sumado a otros factores climáticos, sí podría hacer peligrar este tipo de cultivos. Así lo advierte, Elena Fellay, agricultora del interior de Monte Patria, quien en la actualidad de las seis hectáreas cultivadas con este árbol solo está enfocada en dos.

“De las 6 hectáreas estoy metiéndole trabajo más fuerte sólo a dos, las otras 4 hectáreas las tengo sobreviviendo, porque no le puedo aplicar todo el plan de fertilización que se le hace a un árbol que yo sé que no va a tener agua hasta el final”, indicó la agricultora, quien explicó que “yo veo que año a año la crisis climática va aumentando, por lo que vamos a tener que tomar medidas severas”, añadiendo que no ve con optimismo el futuro, considerando los pronósticos. “Yo pienso que este año si logro sacar la cosecha puede ser la última, porque sencillamente si no llueve o si no nieva esto va a quedar hasta aquí. Yo veo que si esto sigue a futuro, sencillamente los campos se van a empezar a cerrar, ya hay hectáreas de mandarinas o uvas que ya no se está trabajando por la falta de agua y esto no lo podemos cambiar, si no hay agua, la agricultura muere, lamentablemente, me encanta lo que hago, doy trabajo a varias familias y es muy lamentable lo que está sucediendo porque no tenemos asegurado el futuro para nada”, manifestó Fellay.

Sobre los manejos en los nogales, la agricultora señaló que “reducir la cantidad de agua, incide en la calidad de la fruta, entonces este año va a haber menos fruta y de menos calidad”.

 

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