• Las marejadas y el terremoto y tsunami provocaron serios daños en la infraestructura, que se suman a los rayados. Foto: Lautaro Carmona
A la fecha se desarrollan dos proyectos. Uno para dotarlo de un muro verteolas y el otro para su restructuración definitiva. Sin embargo, podrían llevarse a licitación recién el próximo año. Desde el municipio hablan de una propuesta para pintarlo, mientras llega su remodelación

En nuestra edición de este lunes, turistas y gente de la comunidad manifestaban su preocupación por el mal estado en que se encuentra el Faro Monumental, ícono de la ciudad serenense y que ha sufrido diversos daños tras las marejadas y el terremoto y tsunami de septiembre de 2015.

Pero ya ha pasado tiempo y todavía no se avizora algún tipo de reparación que permita mejorar la infraestructura. Es sabido que existen dos proyectos del ministerio de Obras Públicas, uno a través de la dirección de Obras Portuarias, que pretende dotarlo de un muro verteolas que impida nuevos daños por el efecto de las olas. El otro, de la misma cartera, pero a cargo de la dirección de Arquitectura, que buscará su reposición.

La seremi de Obras Públicas, Mirtha Meléndez, explica que en efecto se están concretando estas iniciativas y que como entidad asumieron la asesoría técnica. “El Faro es un monumento de administración del municipio de La Serena, pero como es un patrimonio, nos pidieron a nosotros hacer una evaluación y la hicimos. Lo que nosotros señalamos es que, desde el punto de vista estructural, si se sigue erosionando y si viene otro tsunami se va a ir, por lo tanto hay que protegerlo”.

De esta forma, dice la autoridad, ellos se ofrecieron a hacer un estudio, que ya fue licitado y adjudicado, el cual culminaría en octubre de este año. “Ese estudio lo está haciendo la Dirección de Obras Portuarias (DOP), que ve todo el tema de enrocado, de oleaje, de erosión en el mar, entonces era la unidad técnica ad hoc. Pero terminado el mismo, quien toma después eso y van a recomendar protegerlo y qué hacerle es la dirección de Arquitectura, que tiene ya el diseño para reestructurar, rehabilitar o mejorar el Faro”. Eso está comprometido con fondos de patrimonio del Gobierno Regional, indica Meléndez.

No obstante y respecto a las críticas por su estado actual, la seremi enfatiza que “nosotros solo somos la parte que está aportando desde el punto de vista técnico, en cuanto a la protección y el mejoramiento, pero nosotros no tenemos ni disponemos de atribuciones para limpiarlo, mejorarlo o sectorizar y decir que existen áreas de restricción porque hay riesgos, etc, eso lo tiene que hacer el municipio, que debiera antes de la llegada de los turistas haber visto eso”.

En cuanto a las declaraciones del alcalde, Roberto Jacob, que ha señalado en reiteradas oportunidades que están a la espera de que se concrete este proyecto, la autoridad indica que lo que está desarrollando el MOP es un estudio “pero hoy el Faro  se le deben dar condiciones, hacerle aseo, limpiarlo y resguardarlo y no porque se está haciendo el estudio no se deben preocupar, porque si no entonces mejor hay que cercarlo y que nadie entre”.

La secretaria regional recalca que estos estudios pueden tardar entre un año y un año y medio “y después hay que hacer la licitación, conseguirse los fondos. Nosotros estamos trabajando desde el mismo día que fue el tsunami y después como era patrimonio y hay que pedirle permiso al Consejo de Monumentos Nacionales, nos costó como 6 meses al aprobación. Licitamos y ahora ya estamos realizándolo y lo vamos a terminar este año”, puntualiza.

De terminarse en octubre, podría ser licitado a principios de 2018 (eso si se consiguen los recursos) y luego vendría el periodo de construcción, el que a juicio de Meléndez no tardaría más de un año. Pero con todo ello, las reparaciones a la infraestructura no se darían antes de fines de 2018 o principios de 2019.

En relación a las obras propiamente tal, detalla que lo que se va a hacer es toda una protección “primero, un enrocado, la protección de toda la parte de fundación y el muro verteolas para evitar las marejadas y aminorar los efectos de un probable tsunami”. Para la reestructuración, en tanto,  “se está incorporando toda la norma sísmica y otras obras”, dice.

La Defensa del Municipio 

Consultado respecto de la responsabilidad que le cabe al municipio en este tema, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, manifiesta que “yo he dicho varias veces los proyectos que incorpora, que son iniciativas que las ve el MOP por intermedio de Obras Portuarias. Es una iniciativa que se supone que debiera empezar a materializarse el 2018. Son dos proyectos, uno es la reparación del faro, su remodelación propiamente tal, que son aproximadamente 1.000 millones de pesos y después está un proyecto que es la protección del Faro con el muro verteolas”.

Según indica, tiene que hacerse uno al mismo tiempo que el otro “porque si no se protege el faro, las áreas verdes, los paseos, los locales, todo lo que se va a arreglar, con una salida de mar se perjudica todo eso. Esas dos obras se van a hacer, lo hemos dicho en todos los tonos”, recalca.

El edil reconoce que efectivamente la infraestructura sufrió muchos daños por el terremoto y el tsunami, pero apunta a un tema “cultural” respecto de las condiciones de limpieza que se critican.

“Dice la gente que el faro está sucio, sí,  lógicamente que ahí la gente en la noche va y hace de todo. A nosotros nos corresponde pintar, ver todo el tema, pero es algo cultural. Toda la vida ha sido exactamente lo mismo, hay proyectos que se van a materializar, ojalá lo más pronto posible, pero existen, están hechos, están aprobados, están listos, pero la gente pregunta siempre lo mismo”, enfatiza.

Jacob plantea que “ahora yo creo que lo que hay que hacer es ponerles un cartel al lado del Faro que diga que esto se va a remodelar, en tal fecha, por tal monto, pero no lo hacemos porque Monumentos Nacionales te dice que no puedes llegar y pegar cualquier elemento”.

Por de pronto, sostiene, sí se han tomado algunas precauciones en las áreas que revisten mayor riesgo. “El terremoto sí lo dejó un poco más deteriorado, por eso es que hay algunas restricciones, por eso es que no está permanentemente abierto, porque es un peligro que la gente esté transitando, que suba las escaleras, no podemos correr esos riesgos”.

De hecho, cuenta que se está analizando la opción de desarrollar un proyecto en conjunto con la banca privada para lograr pintarlo. “Nosotros estamos viendo la posibilidad, con la banca privada, de que nos puedan permitir pintarlo completo, a lo mejor ver la posibilidad de que en los andamios pongan alguna publicidad mientras están trabajando”.

Asimismo, destaca que hace un tiempo se efectuó una iniciativa para poder iluminarlo, lo que requirió una inversión cercana a los 5 millones de pesos, pero, aun así, se ha insistido en la crítica. “Lo que pasa es que aquí tenemos la costumbre de resaltar lo malo, entonces le preguntan al turista si encuentra que está sucio, que está deteriorado, que está hediondo y la gente dice, claro que sí, pero no le decimos qué le parece, está bonito, entonces inducimos a la gente a contestar lo que nosotros queremos, siempre tratando de tirar para abajo nuestra ciudad, en vez de tirarla para arriba”.

En este sentido, agrega que “¿Usted cree que viene esta cantidad de turistas a La Serena porque es fea, porque es hedionda, porque está sucia?. Todos los que se van de aquí han recorrido otras ciudades y siempre han dicho que La Serena es una de las ciudades más limpias de Chile. Ya basta de ningunear, basta de denostar, basta de andar diciendo que La Serena acá o allá. Digamos las cosas buenas de la ciudad, su arquitectura, sus playas, por todo lo que tenemos”.

Cabe destacar que en algún momento se habló también de aprovechar el recinto para incluso convertirlo en un restaurante o algo más llamativo. Sin embargo, el alcalde serenense señala que tras los daños sufridos esto ya no es posible. “Hoy no está en condiciones de convertirla en otra infraestructura por el deterioro que ha tenido. Hay que tener mucho cuidado además porque este es un monumento nacional, entonces no podemos llegar y meterle un restaurante. Pero en el nuevo proyecto que viene vienen módulos de artesanía y otras cosas que van a ser bien novedosas, así que por lo tanto que tengan un poquito más de paciencia”, sentenció Jacob. 

 

 

 

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