• En las labores de rescate trabajan 80 investigadores entre  arqueólogos, antropólogos físicos y conservadores. FOTO LAUTARO CARMONA
    En las labores de rescate trabajan 80 investigadores entre arqueólogos, antropólogos físicos y conservadores. FOTO LAUTARO CARMONA
  • La fotografía muestra en avance que llegaron a tener las tumbas, con la construcción de sarcófagos de piedra. FOTO LAUTARO CARMONA
    La fotografía muestra en avance que llegaron a tener las tumbas, con la construcción de sarcófagos de piedra. FOTO LAUTARO CARMONA
  • Esta es una de las escenas más sobrecogedoras del lugar. Se puede ver sepultado el cuerpo de un adulto y en sus brazos el de un niño. FOTO LAUTARO CARMONA
    Esta es una de las escenas más sobrecogedoras del lugar. Se puede ver sepultado el cuerpo de un adulto y en sus brazos el de un niño. FOTO LAUTARO CARMONA
  • Los arqueólogos han podido encontrar vasijas en muy buenas condiciones y de las distintas épocas de estas culturas. FOTO LAUTARO CARMONA
    Los arqueólogos han podido encontrar vasijas en muy buenas condiciones y de las distintas épocas de estas culturas. FOTO LAUTARO CARMONA
  • El estado de conservación en que se han encontrado loe cuerpos es algo que ha llamado la atención de los investigadores. FOTO LAUTARO CARMONA
    El estado de conservación en que se han encontrado loe cuerpos es algo que ha llamado la atención de los investigadores. FOTO LAUTARO CARMONA
  • En el mismo lugar del hallazgo se han levantado laboratorios en los cuáles los profesionales tomar muestras, por ejemplo, para ver qué comían en estas vasijas. FOTO LAUTARO CARMONA
    En el mismo lugar del hallazgo se han levantado laboratorios en los cuáles los profesionales tomar muestras, por ejemplo, para ver qué comían en estas vasijas. FOTO LAUTARO CARMONA
  • La gran complejidad en los diseños de las vasijas han llevado a pensar que los Diaguitas llegaron a tener amplios conocimientos en geometría. FOTO LAUTARO CARMONA
    La gran complejidad en los diseños de las vasijas han llevado a pensar que los Diaguitas llegaron a tener amplios conocimientos en geometría. FOTO LAUTARO CARMONA
El trabajo de los investigadores dio cuenta de antecedentes desconocidos hasta ahora en cuanto a las formas de sepultura de estos pueblos, las profesiones que desempeñaban y da señales del avanzado conocimiento que tenían de la geometría. Esto ratifica es uno de los asentamientos humanos más grandes descubiertos en Chile y Sudamérica

Con el paso de los meses, ha quedado de manifiesto para los cerca de 80 investigadores que trabajan en el lugar, entre  arqueólogos, antropólogos físicos y conservadores, el enorme aporte histórico que significa el hallazgo de restos arqueológicos en el sitio El Olivar, emplazado a 4 kilómetros al norte de La Serena y que ha entregado valiosa información de más de 700 años sobre las culturas prehispánicas Molle, Ánima, Diaguita y Diaguita-Inca.

A la fecha, en solo 320 metros cuadrados de excavación, ya se han detectado 200 cuerpos humanos, 170 de los cuales han sido recobrados, además de 100 vasijas enteras, pero la arqueóloga jefe de la investigación, Paola González, asegura que es sólo una parte de lo que existe en lugar. “Nos falta todavía bastante por recobrar,  porque hemos seguido encontrando cosas a medida que realizamos las excavaciones”, precisa.

La investigación se extiende ya por más de un año y en primera instancia se realizaron exploraciones en un territorio de 380 metros de largo por 50 de ancho. Se realizaron 452 sondeos en los cuáles se detectaron 8 zonas funerarias. “Partimos por 2 (6 y 8) pero no nos hemos podido mover, porque esto es una necrópolis, o sea, algo que no estaba descrito para la cultura diaguita, uno levanta uno y encuentra otro siguiente. Una necrópolis es más que un cementerio, es un lugar que se ha usado por siglos y siglos, con una enorme densidad de muertos. Nosotros estimamos que íbamos a excavar 44 metros cuadrados, pero empezó a crecer y llevamos 320 metros aproximados excavados”, describe la profesional.

De verdad sobrecoge recorrer este lugar que sin duda es uno de los tesoros arqueológicos más importantes que se hayan visto en la región y, por qué no decirlo, en Chile y Sudamérica. Allí emergen inhumaciones prehispánicas de alrededor del año 300 después de Cristo (d.C.).

Todas ellas han ido aportando importantes antecedentes, muchos de los cuáles no habían sido descubiertos hasta ahora. Destacan, por ejemplo, las similitudes que se dan entre las Ánimas y los Diaguitas. “Siempre el camélido ha estado asociado a Las Ánimas, sin embargo acá ya hemos encontrado varios contextos en que el entierro de camélidos se prolonga en el tiempo y está asociado a los diaguitas también. Esto es un cambio bien interesante, porque habla de la relación estrecha que hay entre ambos pueblos y que lo que nosotros pensamos que era exclusivamente Ánima se prolonga en el tiempo hasta la época Diaguita”, indica González.

La gran cantidad de tumbas ha permitido además ver las diferencias en la forma de efectuar los entierros en cada una de las épocas, que en el periodo Diaguita ya eran elaboradas como una especie de sarcófagos de piedra.

También ha habido avances en relación a  las profesiones o labores que se desarrollaban en vida por la población diaguita. “Detectamos algunos cuerpos que fueron enterrados con un pelotón de tierra roja asociado a pulidores, entonces, es lo que le daban a la persona que seguramente fue una alfarera para desempeñarse después de muerta. Lo mismo hemos encontrado en relación a hombres por ejemplo, con unos pequeños mini talleres líticos, con sus puntas de flecha, sus núcleos, la piedra donde golpear, es una metáfora muy linda”. De igual forma, han aparecido tejedoras con sus herramientas de hueso, con sus implementos para el hilado “lo que denota una creencia de la vida después de la muerte y que allí no se va a pasarla bien, hay que ir preparado y a seguir con la labor que uno tenía”, puntualiza.

Pero en las excavaciones hay una imagen que sobrecoge. Casi intacto existe un cuerpo de un adulto que fue enterrado con un niño en brazos con hermosas vasijas a su alrededor. “Estimamos que datan de la fase diaguita uno o transición, entre el 900 y 1.200 DC. Es un niño acurrucado sobre un adulto, son una comunión. No preguntamos si pudo haber algún evento infeccioso y por eso se les sepultaba juntos”.

Otro hallazgo que ha sido inédito son los instrumentos (similares a una flauta) que eran fabricados con huesos y que datan de la cultura de las Ánimas. “Esto es algo que nunca se había visto, por primera vez han sido registrado acá en El Olivar, son de la época de las Ánimas y nos habla de que en esa época ya desarrollaba la música”.

Una de las ventajas que se obtendrá de esta investigación es que se podrán establecer de forma mucho más precisas las fechas en que cada una de estos pueblos habitó en la zona. “Vamos a poder fechar, porque testamos tomando muestra de distinto tipo, isótopos y vamos a poder desarrollar también análisis de ADN”.

Paola González lleva 20 años estudiando a estas culturas prehispánicas e incluso escribió un libro describiendo el arte de sus vasijas, pero dice que siempre se trató de cosas que eran encontradas de forma aislada. La gran relevancia que tiene este hallazgo indica, es que por primera vez se puede ir comparando los periodos, viendo sus diferencias en un contexto. “Yo había trabajado con vasijas que encontrábamos pero que eran una o dos, pero acá tenemos a las personas, por primera vez vamos a tener la evidencia del artesano, de la textilera, del pescador, del músico, es realmente un tesoro”, enfatiza.

 

AMPLIOS CONOCIMIENTOS DE GEOMETRÍA. Siempre se ha dicho que la cerámica Diaguita destaca por su belleza y complejidad, bastante avanzada para su época, pero ahora incluso se ha llegado a la conclusión de que estas culturas tenían un amplio conocimiento en geometría. “Fueron grandes autores de configuraciones simétricas, tuvieron un gran desarrollo de la geometría y eso fue avanzando a través de los años, se fue perfeccionando. Ahí hay una gran cantidad de conocimientos que tuvo que ser transmitido de generación en generación”, resalta la arqueóloga.

A simple vista, dice, se trata de patrones decorativos bien sencillos, con líneas en zigzag “pero gradualmente se fueron complejizando, fueron ganando mayor conocimiento de las leyes de simetría hasta lograr obras maestras, que son un tipo de elaboración de arte abstracto”.

De hecho, han rescatado vasijas que producen una serie de efectos ópticos como vibración, sensación de movimiento, casi hipnótico, que es un estilo de arte, una tradición antiquísima en Sudamérica. “Ahora lo ha estado analizando un doctor en matemáticas y está sorprendidísimo, porque dice que los Diaguitas conocían de todas las posibilidades de simetría unilateral o unidireccional. Esto es arte pero también es ciencia, llegar a estas configuraciones no es una cosa fácil de conseguir”, recalca González.

 

RESGUARDO DEL PATRIMONIO. Existe coincidencia que un hallazgo arqueológico de estas características debe tener el tratamiento y cuidado que corresponde dada su relevancia, pues de las decisiones que se tomen en cuanto a su destino dependen posibles futuras investigaciones científicas y, más aún, que nuestros hijos y nietos puedan también conocer de estas culturas.

Cabe destacar que El Olivar fue descubierto en julio de 2015 mientras se realizaban los trabajos de construcción de la doble vía que unirá a La Serena con Vallenar. De ahí en adelante en el tramo en que se encuentran se suspendieron todo tipo de trabajos y en marzo de este año el ministro de Obras Públicas, Alberto Undurraga y la secreta Secretaria Técnica del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), Ana Paz Cárdenas anunciaron que no se retomarían las obras mientras no se realizaran las labores de resguardo. Se dio como plazo en mes de agosto.

Ahora queda definir por donde pasará la carretera. Un viaducto y una franja lateral se mencionan como las primeras alternativas que aparecen, pero la discusión al parecer será larga para encontrar la mejor opción.

“Es algo que tiene que resolver la autoridad, porque nosotros hemos planteado que un hallazgo de esta naturaleza, de esta importancia, con tanta densidad de cuerpos humanos, no encontramos que tenga tanto sentido hacer este rescate total que se planteó en algún minuto, porque es demasiado material, hay que repensar un poco, realmente nos sobre pasó esta realidad”, manifiesta Paola González.

A juicio de la profesional, esto hay que tomarlo como una gran ventana “que se nos ha abierto para comprender a nuestras poblaciones prehispánicas. Vamos a hacer análisis genéticos, de isótopos, para ver la alimentación, el origen, esto es una enorme oportunidad, pero con lo que ya se ha intervenido creo que ya tenemos suficiente y es bueno dejarlo para las futuras generaciones. Es un sitio excepcional y la ciencia avanza muy rápido, entonces en 10 o 20 años más podrían hacerse nuevas investigaciones y lo que nosotros podamos aprender se va a potenciar”.

Asimismo, agregó que “yo creo que esto hay que defenderlo, hay que tomarlo como algo propio, de la ciudad, de la región. Es un tesoro que se nos dio y que hay que protegerlo y tratar de ponerlo en valor, que no quede solo entre nosotros este conocimiento, sino a futuro”, enfatizó la arqueóloga. 3701iR

TECNOLOGÍA 3D Y LIBRO

Para el rescate en El Olivar se está utilizando tecnología de última generación. De cada contexto se está haciendo un levantamiento en 3D, que es un sistema con el cual se sacan una gran cantidad de fotos con un programa. “Tú puedes ver los distintos ángulos, tomar medidas y además con el drone se va actualizando el avance de la investigación. La idea después es combinar lo que es la visión micro 3D de los contextos con el avance del drone, entonces, vamos a poder mirar el sitio simultáneamente y, cuando los contextos sean recobrados, los tendremos ahí nuevamente para ver las interrelaciones. Esto es pionero, no hay muchos sitios arqueológicos que lo hagan, la idea es que vayan quedando todos estos antecedentes para los investigadores”, explica Paola González.

La profesional cuenta además que cuando se termine la investigación, la empresa Sacyr, concesionaria de esta ruta y que hasta la fecha ha financiado estas labores, contempla también el financiamiento de un libro con todo el material visual e histórico del rescate. “Una vez que recibamos ya todos los resultados de los análisis tenemos que hacer un libro que además sea entendible para todo público”, indicó la arqueóloga.  

 

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