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Lautaro Carmona
Desde la Seremi de Medio Ambiente manifestaron que el trabajo colaborativo con los municipios es primordial para avanzar pronto en el reconocimiento como ecosistema urbano de aquellos que se encuentran total o parcialmente dentro del límite con las ciudades.

Polémica causó la construcción de un edificio en la desembocadura del Río Elqui, debido a que supuestamente afectaría al humedal presente en el lugar. Es así como decenas de vecinos del sector Puertas del Mar y autoridades locales, realizaron manifestaciones con el objetivo de paralizar la ejecución de la obra propiedad de Inmobiliaria Isiete Coquimbo I SpA.

“Hablan que no existe un humedal, pero existe uno en ese sector, que no esté declarado es un tecnicismo. Otro punto relevante son los permisos y la pertinencia que exista un estudio de impacto ambiental, que este proyecto no lo tiene, además, de determinar las zonas de riesgo de tsunami”, indicó al respecto, el concejal Félix Velasco. Agregó que “este ante proyecto fue aprobado el 17 de diciembre de 2020 y nuestro actual plano regulador entró en vigencia el 20 de diciembre del mismo año. Es decir, tres días antes. Apelan a que son proyectos sociales, pero es una cifra muy pequeña que llega solo al 20%”.

Con relación a esto, el representante de la DC reveló que la iniciativa tiene los permisos correspondientes, sin embargo, estos se aprobaron antes de que entrara en vigencia la Ley de Humedales, que modificó la normativa 19.300.

Después de una serie de conversaciones, el gobierno anunció que declarará como humedal urbano el área, lo que obligará a la empresa a realizar un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y en consecuencia, pausar sus trabajos hasta que este sea aprobado.

No obstante, esta controversia fue solucionada relativamente rápido, abrió una serie de interrogantes acerca de estos ecosistemas acuáticos y su protección frente a las zonas urbanas aledañas.

Al respecto, el alcalde de La Serena, Roberto Jacob, indicó que “este es un paso fundamental para seguir en la línea de trabajo que tenemos. Como municipio siempre hemos estado a favor del resguardo de estos ecosistemas y desde hace varios años realizamos las gestiones directas e indirectas, dentro de las facultades que tenemos, para trabajar en la protección de los humedales en coordinación con las demás instituciones competentes en esta materia, tal como ahora donde habíamos solicitado que se analizara más de una categoría de protección para este humedal para buscar la más adecuada. Le ley sobre hume- dales urbanos tiene inconsistencia y por eso era necesario hacerlo. En la medida que exista una categoría de protección oficial y clara, el Plan Regulador Comunal la podrá recoger y se va a regular acorde a ella. Somos parte del comité del proyecto GEF humedales y por lo mismo reconocemos la importancia de obtener los límites administrativos desde el puente Fiscal hacia la desembocadura, porque nos permitirá tener claridad como municipio respecto al Bien Nacional de Uso Público, poder administrar esos suelos y definir un plan de gestión que sea realmente efectivo, razón por lo que lo hemos pedido desde el inicio de este proyecto GEF y oficiado a la Dirección de Obras Hidráulicas y Bienes Nacionales. Teniendo eso definido, podremos actuar también de manera clara ante cualquier situación”.

La importancia del trabajo colaborativo

De acuerdo al Inventario Nacional de Humedales de Chile, a cargo del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), la Región de Coquimbo tiene 35.612 hectáreas (has) de humedales. De este total, 7.380 has. están asociadas al límite urbano.

Respecto al procedimiento de reconocimiento de estos ecosistemas en el ámbito urbano, la encargada de Recursos Naturales de la Seremi de MMA, Claudia Accini, explicó que “el trabajo colaborativo entre la secretaría regional ministerial y las municipalidades es fundamental para avanzar pronto en el reconocimiento como humedal urbano de aquellos que se encuentran total o parcialmente dentro del límite urbano”.

En ese sentido, detalló que en el caso de que se inicie un proceso de solicitud municipal, existe un plazo de 15 días hábiles para la admisibilidad de la propuesta y si ésta presentara deficiencias en los antecedentes, se requerirá complementar la información en 20 días. “Posterior a la admisibilidad y tras su publicación en el diario oficial, existen 15 días hábiles que entrega el proceso para que cualquier ciudadano pueda remitir la información pertinente a la Seremia de Medio Ambiente acerca del proceso de reconocimiento de humedal urbano, la que deberá ser analizada”, finalizó la profesional.

Catastro de humedales

Con el fin de evitar estas situaciones, como las ocurridas en el Río Elqui y para preservar de mejor forma estos sitios tan vitales para la biodiversidad, la Gobernadora Krist Naranjo instruyó el desarrollo de un catastro para evaluar la situación regional e iniciar acciones de preservación.

“No podemos permitir que se repitan situaciones como lo que pasó en la desembocadura del Río Elqui. Hoy nuestro medioambiente requiere de anticipación, no tenemos ya espacios para la improvisación ni mucho menos, para tomar acciones tardías. Con la declaración de emergencia climática y medioambiental abrimos un proceso para posicionar con esta perspectiva a nuestra región, así como su desarrollo de la mano con la naturaleza hacia la sustentabilidad de las zonas de protección que ya existen y las que debemos crear, que son prioridad también por nuestra condición de crisis hídrica”.

Asimismo, la autoridad precisó que “con la declaración de emergencia climática y medioambiental, iniciamos un proceso de catastro de humedales costeros en las tres provincias, revisando la situación actual de cada uno, para luego iniciar gestiones para su preservación”.

Preliminarmente, se identificaron 16 humedales en borde costero, tanto en zonas urbanas como rurales, de los cuales solo 5 cuentan con mecanismos de protección vigente, como son Salinas Chico, Salinas Grande y Quebrada Pachingo en Coquimbo; Huentelauquén, en Canela; y Conchalí, en Los Vilos. Entre las herramientas de protección están la Ley de Humedales Urbanos, las figuras de Santuario de la Naturaleza, sitio RAMSAR y la declaración como Bien Nacional Protegido.

Por otra parte, el Humedal Los Choros, en La Higuera, está proyectado como Santuario Natural La Boca, mientras que, en Ovalle, se proyecta la protección del Humedal Río Limarí, como parte del Parque Nacional Fray Jorge.

Finalmente, los humedales que hoy no cuentan con herramientas de preservación ni se proyectan iniciativas, son Laguna Saladita y Río Elqui, en La Serena; Estero Culebrón, Laguna Adelaida y Estero Tongoy, en Coquimbo; La Cebada y El Teniente, en Ovalle; Estero Quilimarí y Pichidangui, en Los Vilos.

La importancia de estos ecosistemas

Los humedales entregan beneficios y servicios importantísimos para toda la vida sobre la tierra, ya que abastecen de agua dulce, alimentos y recursos. Al mismo tiempo, controlan las crecidas de los ríos, representan la recarga de aguas subterráneas y son el hogar permanente o de paso, de una gran diversidad de flora y fauna.

Sin embargo, son altamente vulnerables particularmente frente a factores de amenaza como las prácticas no sustentables y el cambio climático. La creciente demanda hídrica, la extracción de agua desde los acuíferos a una velocidad mayor que la recarga, sumado a los cambios en los patrones de precipitaciones y el retroceso de los glaciares, que alimentan cauces y lagos, establecen un escenario complejo para la mantención de los humedales en el territorio nacional.

 

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