La crisis hídrica en la zona es cada vez más compleja: bajos niveles en los embalses, muy poca nieve acumulada y un profundo déficit en la cantidad de agua caída. Lo anterior, nos ubica en un escenario crítico, que de seguir así, podría derivar en el racionamiento del vital elemento en algunas ciudades.
Se debe considerar que según cifras de la Dirección General de Aguas (DGA), el año 2021 finalizó con un 80% de déficit de precipitaciones en la Región de Coquimbo.
Difícil tarea
Bajo este contexto, la Superintendencia de Servicios Sanitarios solicitó a las empresas efectuar y acelerar la ejecución de obras que permitan asegurar el abastecimiento para la población, de manera de evitar medidas más complejas como limitar el suministro.
Al respecto, Andrés Nazer, gerente regional de Aguas del Valle, indica que si bien en la actualidad cada hogar tiene agua al abrir una llave, esto no ha sido una tarea fácil, y no significa que sea permanente.
En este punto, reconoce que “la situación es delicada, y la recarga de las fuentes hídricas de este invierno es fundamental para evitar escenarios de racionamiento en el área urbana”, siendo Combarbalá, Monte Patria e Illapel las comunas más afectadas.
De hecho, Nazer cuenta que en algunas localidades se han visto en la obligación de recurrir a camiones aljibes para inyectar agua a la red, con el fin de que “sea entregada sin alteraciones a los clientes en sus hogares”.
Sin embargo, pese al panorama poco alentador, asegura que no bajan los brazos y continúan desarrollando nuevas obras, aumentando las fuentes subterráneas y trabajando con diversos actores de la cuenca para dar continuidad al suministro.
Por último, hace un llamado a la comunidad y en especial a los turistas al “uso responsable del agua potable, hoy más que nunca cuidarla es fundamental para mantener los hogares con el vital elemento”.
Reunión alcaldes
Precisamente para abordar la grave sequía, los alcaldes de la provincia del Limarí se reunieron con representantes de Aguas del Valle, DGA, de la delegación presidencial y con la gobernadora regional, Krist Naranjo.
En la oportunidad, la máxima autoridad regional, indicó que “como Gobierno Regional este tema es una prioridad, hoy estamos viviendo momentos muy duros con la sequía, condicionada por el cambio climático”.
En la misma línea, agregó que es fundamental trabajar en conjunto para combatir el déficit hídrico, invitando a la población a sentirse confiada porque “estamos tratando de hacer lo mejor posible”.
Por su parte, Carmen Olivares, alcaldesa de Río Hurtado, comentó que en su comuna ya comenzaron a secarse los pozos principales de abastecimiento de agua potable.
A su vez, Cristian Herrera, alcalde de Monte Patria, puso énfasis en la necesidad del trabajo conjunto. “Estamos viendo una opción de que Combarbalá puedan sacar agua para la bebida desde Monte Patria y a Monte Patria le están cargando en Ovalle. Esta es una situación que tenemos que abordar de manera provincial, nuestra realidad no es la misma que la provincia de Elqui o Choapa”.
Según registros actuales, la nieve en la Estación Vega Negra en la cordillera de la provincia del Limarí, registra un déficit del -94,2% respecto a un año normal.
Embalses
Asimismo, la condición de los embalses es sumamente crítica. Recoleta llega al 24%, La Paloma al 17% y Cogotí al 3% de su capacidad. Mientras El Bato en Choapa se mantiene en 7,4%.
El Bato
La presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Illapel, Marcela Jeneral, anuncia que a partir de la próxima semana comenzarán a desarrollar el bombeo de “aguas muertas” de El Bato.
“La idea es salvar la poca agricultura que hoy en día se está haciendo en el río Illapel y asegurar obviamente el suministro de agua para varios APR’s (...) Con esta inyección de recursos solucionaríamos varios problemas en uno o dos meses, ya que tampoco queremos ser irresponsables en el uso del nivel muerto del embalse”.
En Elqui y Limarí
Por su parte, la situación en el embalse La Paloma es un poco mejor, llegando a una reserva de agua de 120 millones de metros cúbicos, que les permitiría pasar esta temporada.
Sin embargo, José Eugenio González, presidente de la Junta de Vigilancia del Río Limarí, señala que de todos modos es grave, ya que cuentan con un 15% de abastecimiento para el sector agrícola.
Mientras en el embalse Recoleta se encuentran realizando una entrega de 19%, con un sistema de dos semanas de corte de agua por cinco días de entrega.“Esto nos permitirá terminar esta temporada agrícola”, manifestó Marco Tirado, sub administrador.
A su vez, Alejandra Marín, gerenta de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, afirma que se han preparado con la automatización de las entregas por medio de la telemetría y control de las puertas automáticas, aumentando su eficiencia.
“Desde el 2015 hemos bajado la entrega de agua por acción, partimos en 50% y en la actualidad es un 20%. El haberse apretado el cinturón desde hace varias temporadas nos permite hoy contar con agua”, sostiene la gerenta. Por último, detalla que la Laguna está al 60% de su capacidad y el Puclaro en un 35%.