Poco a poco la zona comienza a reactivarse. Si bien aún las cifras positivas son muy menores, ya se están reflejando en algunos sectores productivos de la región, que han tenido un impulso en los últimos meses, como el turismo, el comercio, la agricultura y la construcción.
Las plazas de empleos que se han abierto están a la espera de ser llenadas por los trabajadores que comienzan a retomar su “normalidad”, algo que ve frenado, en parte, por la falta de mano de obra que han acusado algunos rubros, un fenómeno que, según expertos, se explicaría por las ayudas y subsidios del Estado, que mantienen a una gran cantidad de trabajadores inactivos.
Pero pese a estas problemáticas, las cifras de desempleo entregadas ayer, muestran una incipiente recuperación de la economía regional.
Baja de desocupación
La estimación de la Tasa de Desocupación regional fue 9,6% en el trimestre abril-junio, evidenciando una disminución de 5,0 puntos porcentuales (pp) en doce meses, dejando atrás la cifra de 14,6% registrada en el mismo periodo del 2020.
De acuerdo con lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), el descenso anual de la Tasa de Desocupación regional se explica por el alza de los ocupados mayor a la presentada por la fuerza de trabajo.
Según indicó el organismo, el número de desocupados registró un descenso de 33,7% (17.080 personas menos), totalizando 33.580 personas, el cuarto y mayor descenso histórico.
El número de trabajadores ocupados, en tanto, registró un segundo aumento consecutivo, esta vez de un 6,6%, equivalente a 19.660 puestos de trabajos recuperados en un año.
Según los expertos, la expansión de los ocupados fue influida por la construcción, el comercio y el alojamiento y los servicios de comidas.
En tanto, por categoría ocupacional, los principales aumentos se presentaron en trabajadores por cuenta propia y asalariados formales.
Saldo positivo del Gobierno
Al respecto, el delegado presidencial de la Región de Coquimbo, Pablo Herman, comentó que “es parte de lo que nos hemos propuesto como Gobierno que era bajar de los dos dígitos y eso es un objetivo cumplido. Acá es importante destacar la inserción de la mano de obra femenina”.
“Es parte de todo un trabajo coordinado con los servicios públicos y los pequeños empresarios para que tengan protocolos sanitarios y facilidades para que continúen con sus actividades. No hemos detenido la máquina ni la reactivación en plena pandemia, nos hemos dedicado a generar empleos”, agregó Herman.
Por su parte, el seremi del Trabajo, Matías Villalobos, explicó que “estas cifras son señales bastante positivas, donde vemos que en el último año se han podido recuperar cerca de 20 mil puestos de trabajo que se habían perdido a raíz de la pandemia. Otro punto positivo es alza en el empleo femenino, donde se logra bajar de los dígitos, cifra que se había mantenido así desde el trimestre móvil noviembre-enero del 2019”.
Claro que las autoridades tienen conciencia en que pese a que las cifras son favorables, la situación todavía no es para celebrar. De hecho, hay cerca de un millón de personas a nivel nacional que salieron del mercado laboral cuando comenzó la pandemia y que aún no regresan.
Desocupación femenina
En el análisis de género, el informe del INE señala que la tasa de desocupación femenina consignó un descenso anual de 3,5 puntos porcentuales, bajando la barrera de dos dígitos y situándose en 9,1%, situación que no se presentaba desde el periodo noviembre-enero de 2019.
A nivel nacional, de mayor a menor, las regiones O’Higgins (11,1%), Atacama (10,7%) y Valparaíso (10,7%) consignaron los primeros lugares en la tasa de desocupación. En tanto, las menores fueron registradas por las regiones de Los Lagos (3,8%), Magallanes (5,4%) y Aysén (6,1%).
Mientras que en la zona norte del país, Atacama y Coquimbo anotaron tasas superiores a la media nacional (9,5%).