• José Luis Romero, encargado nacional de la Política de Desarrollo Rural, visitó la región para comentar los avances que evidencia la iniciativa.
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Lautaro Carmona
La iniciativa, que involucra a ministerios como el de Vivienda y Urbanismo, Obras Públicas o Desarrollo Social, entre otros, busca mejorar las condiciones de calidad de vida del mundo rural, como mayor acceso a servicios básicos o habitabilidad en viviendas.

Mejorar la calidad de vida y el acceso a oportunidades del mundo rural es lo que busca la implementación de la Política Nacional de Desarrollo Rural, iniciativa que tomó mayor fuerza en octubre de 2018, al crearse el Departamento de Desarrollo Rural, que desde la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) del Ministerio de Agricultura tiene por encargo central generar la colaboración de los distintos actores del mundo público, privado y de la sociedad civil para llevar adelante la mencionada política.

Y es que según estimaciones de la OCDE (2014) el 30% de la población nacional vive en territorio rural. Y si bien esta política existe desde 2014, en años posteriores no fue implementada.

Lo cierto es que este año la iniciativa ha avanzado de manera ágil, pues si en junio se encontraba en su etapa de diagnóstico del territorio, hoy ya está en la de planificación.

Así lo aseguró José Luis Romero, encargado nacional de la Política de Desarrollo Rural, en una visita a la zona, ya que Coquimbo es una de las dos regiones piloto donde se implementará la política.

 

“Las mayores brechas en la región se ven en acceso a servicios básicos como agua y alcantarillado y en el bajo acceso a transporte y centros asistenciales a menos de 5 km de la casa”. José Luis Romero, encargado nacional de la Política de Desarrollo Rural.

 

UN TRABAJO INTERSECTORIAL ENTRE MINISTERIOS

Así, Romero comentó a diario El Día que tras la publicación de la Casen 2017, han podido afinar el diagnóstico para avanzar de cara a las principales carencias del mundo rural en Chile. “Las mayores brechas existen en habitabilidad de viviendas, en servicios básicos como agua y alcantarillado, y de entorno, como no tener acceso a medios de transporte o a centros de asistencia a menos de 5 kilómetros de la casa”, explicó Romero.

En ese sentido, el ejecutivo aseguró que el trabajo intersectorial también presenta avances, pues se han diseñado varios programas para modernizar al mundo rural en función de sus carencias. “En ese sentido, estamos trabajando con el Ministerio de Salud para mejorar el acceso a las resoluciones sanitarias para desarrollar comercio, y con el Ministerio de Bienes Nacionales en el uso de bienes fiscales para disponer de territorios. Además, con el Ministerio del Interior se ha avanzado en temas de seguridad y prevención del delito en áreas rurales, y con Obras Públicas mejorando el acceso a agua potable, con conexiones que lleguen hasta adentro de la vivienda, entre otros”, reveló Romero.

Asimismo, adelantó que de aquí a marzo debiera terminar la etapa de planificación para comenzar en abril la etapa de implementación de programas. “Luego, se continúa con el monitoreo y seguimiento en los próximos años, que se realizará con un sistema de indicadores a nivel nacional que medirá la calidad de vida en el mundo rural”, señaló.

 

EL MARCO DE LA POLÍTICA DE DESARROLLO RURAL: LA BRECHA EN CHILE

Hay que recordar que la Política Nacional de Desarrollo Rural es una estrategia territorial, que bajo el marco de la Política Nacional de Ordenamiento Territorial, se vincula a la Política Nacional de Desarrollo Urbano y a otros instrumentos de planificación clave, porque al conformar un conjunto de lineamientos estratégicos orientadores del accionar público, permitirán avanzar hacia un desarrollo territorial integrado del país que promueva el bienestar de todos sus habitantes, sin importar el lugar geográfico donde habitan.

Y es que es posible observar que los diversos espacios rurales siguen enfrentando desafíos comunes: la lejanía a los grandes mercados y centros internacionales; la migración de la población hacia centros urbanos; la falta de masa crítica para beneficiarse de las economías de escala; los nuevos patrones de producción y comercialización para las materias primas; al menor suministro de servicios públicos respecto a los centros urbanos; la falta de diversificación económica (OCDE, 2009); y la débil valoración del patrimonio cultural y natural.

A pesar de que las condiciones de vida del mundo rural se encuentran aún desmejoradas respecto del mundo urbano (pobreza por ingreso rural 16,5% versus urbana 7,4%), las zonas rurales son promovidas como espacios de grandes oportunidades; lo que antes se relacionaban con el subdesarrollo, ahora son lugares de baja densidad, emplazados en un entorno natural, con alta interacción con centros urbanos y múltiples posibilidades de actividad económica asociada a sus activos locales, que tienen como mayor riqueza la diversidad de paisajes y culturas que son parte central de la identidad de nuestro país.62-03i

LOS DESAFÍOS DE LA IMPLEMENTACIÓN DE LA POLÍTICA

En cuanto a los principales desafíos de la implementación de la política nacional destacan el proponer el cambio de la metodología para medir la ruralidad en Chile, coordinar el trabajo del comité de ministros de Desarrollo Rural liderado por el Ministro de Agricultura, para priorizar el accionar del sector público en las zonas rurales, y construir con un sistema de indicadores de vida del mundo rural, que permitirá reportar regularmente también el avance de la Política.

Asimismo, se buscará trabajar en la identificación de las principales problemáticas del mundo rural, especialmente aquellas que entorpecen el acceso a mejores oportunidades de desarrollo.

 

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