En los próximos días, el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta (1TA) podría pronunciarse sobre el proyecto minero Dominga, iniciativa que se emplazaría en la comuna de La Higuera, que compromete una inversión de US$2.500 millones así como la creación de más de 10.000 puestos de empleo durante la construcción y 1.500 en la operación.
En el año 2012, la relación entre los pescadores de Totoralillo Norte y Dominga se formalizó, a través de diversas reuniones y conversaciones que se mantienen hasta hoy, donde no solo se ha expuesto, informado y discutido los alcances y beneficios del proyecto, sino que también se ha trabajado en un plan de desarrollo que considera aspectos medioambientales, sociales, económicos, de emprendimiento y desarrollo productivo, entre otros.
Por ello, los hombres de mar de La Higuera piden conocer y tener en antecedentes esos compromisos. Por ejemplo, una alianza con el Sindicato de Trabajadores Independientes de Pescadores de Totoralillo Norte, pretende destinar fondos colectivos de desarrollo para actividades propias de sus socios y recursos para emprendimientos, de modo de fortalecer y perfeccionar la organización; además de esfuerzos para reforzar la actividad acuícola.
Dicho sindicato de pescadores se hizo parte del proceso judicial, respaldando la iniciativa minera. Jorge Cabrera, secretario del gremio, plantea que la pesca y la actividad criancera ha decaído en estas décadas. “Uno, como padre de familia, trata de darle las mayores oportunidades a sus hijos. Tenemos una concesión marítima y estamos seguros que se dan todas las condiciones para que conviva el proyecto con las áreas de manejo”, sostiene.
Cabrera critica que organizaciones ambientalistas que no son de la región, como la Alianza de Humboldt, se presenten en el territorio con ideas que no logran satisfacer las demandas sociales para los pescadores y acusan que seleccionan sectores turísticos, por sobre otros territorios costeros, confinándolos a ellos al abandono. “Hacen sus estudios, hablan de la biodiversidad marina y nosotros somos los que resguardamos nuestro entorno ecológico, pero las personas también somos importantes. Por algo esta caleta tiene 25 años con presencia humana”, explica.
“Los seres humanos son un elemento que les estorba, jamás hablan de las comunidades que están cercanas de las caletas y somos nosotros quienes les damos vida a estos sectores. Nunca han llegado con un proyecto, tampoco nos dicen qué herramientas vamos a tener como sector pesquero”, dice Raúl Julio, director del mismo sindicato.
Julio vive hace más de 20 años en Totoralillo Norte, caleta sin electrificación, alcantarillado y agua potable. En mayo del 2019, añade, se inauguró un muelle con una planta de osmosis inversa, infraestructura que si bien ayuda en tareas de la pesca, no cuenta con conexiones de alcantarillado a los hogares.
Consulta ciudadana
El pasado 15 de diciembre, en marco de la Consulta Ciudadana realizada por el municipio de La Higuera, luego del estallido social, las distintas localidades apoyaron la presencia e instalación de proyectos mineros en el territorio con un 56% de las preferencias.