• Han pasado ya muchos años desde que Puclaro no llega a su máxima capacidad y las altas temperaturas han contribuido a acelerar su llenado. FOTO LAUTARO CARMONA
    Han pasado ya muchos años desde que Puclaro no llega a su máxima capacidad y las altas temperaturas han contribuido a acelerar su llenado. FOTO LAUTARO CARMONA
La infraestructura hídrica en el valle de Elqui ya presenta un 85% de disponibilidad y desde la junta de vigilancia señalan que están haciendo un manejo de manera de retrasar su rebalse. En el resto de la región advierten sobre el adelantamiento de los deshielos a causa de las altas temperaturas

La recuperación de los sistemas hídricos en la zona sigue arrojando buenas noticias. De acuerdo al informe emitido por la Dirección General de Aguas (DGA), al 31 de octubre la capacidad embalsada sumadas las 8 infraestructuras de la zona llega a un 61%, con un total de 797,16 millones de metros cúbicos.

Destaca el caso de Puclaro, que ya a esta fecha registra un 85% de disponibilidad, 170,37 millones de metros cúbicos de los 200 millones de metros cúbicos de capacidad que posee. De continuar según lo proyectado por la junta de vigilancia del Río Elqui, se estima que podría llegar a su llenado total a mediados de enero, con el correspondiente rebalse

La presidenta de la Junta de Vigilancia del Río Elqui, Mariela Arqueros, sostuvo que “estamos tratando de manejar el llenado del embalse cosa de que se demore lo más posible. Tenemos la proyección de estar entre la tercera o cuarta semana de enero ya cerca de hacer el vertido, si es que el deshielo se comporta como esperamos, pero de haber un derretimiento de nieve mayor efectivamente esto se podría adelantar”, puntualiza.

Cabe destacar que este rebalse no se produce desde hace varios años y existía preocupación por lo que podría provocar río abajo el aumento del cauce, sin embargo, la dirigente enfatiza que “estamos haciendo un manejo del embalse, estamos cuidando la capacidad disponible para que no tengamos ninguna sorpresa, por lo cual consideramos que no hay ningún riesgo inminente para nadie”.

Indica que ya se produjo una parte importante del deshielo a partir de octubre “y creemos que a partir de noviembre, con estas altas temperaturas, debería ocurrir lo más importante. Queda nieve, pero la cobertura ha disminuido de manera importante, pero sin duda todavía tenemos una cantidad suficiente como para esperar un deshielo mayor al observado en octubre. Creemos que el peak, que ocurre durante 5 días, va a ser cercano a los 20 metros cúbicos por segundo, en noviembre”, recalcó.

El resto de los embalses

En el Limarí también se registran buenas noticias. La Paloma, de 750 millones de metros cúbicos de capacidad total, ya mantiene reservas por 328,73 millones de metros cúbicos (44%). Sin embargo, José Eugenio González, vicepresidente de la Comunidad de Aguas del Sistema Embalse Paloma (Casep), advierte que ya los niveles de ingreso de agua tenderán a ir disminuyendo, ya que las altas temperaturas produjeron un adelantamiento en el derretimiento de las reservas de nieve.

“Se adelantó el deshielo y el peak, que normalmente es a mediados de noviembre, se produjo entre el 15 y el 30 de octubre. Esto podría complicar a los sectores que están aguas arriba de los embalses, hacia abajo no es tanto problema porque están todos con capacidad suficiente para recibir el agua proveniente de los deshielos, porque éstos no van a ser tan abundantes como lo son en años lluviosos”, puntualizó.

Esta situación, indica González, provocará además que el agua que ingresa ya comience a ser menor de lo que sale de los embalses. “Ya estamos almacenando menos y creo que en unos días más ya vamos a llegar al equilibrio y va a empezar seguramente a salir más de lo que entra. Estuvimos hasta 22 metros cúbicos por segundo y hoy acercándonos entre los 10 y los 12 metros cúbicos. La tendencia es hacia una disminución y creo que estamos casi ya en lo máximo que vamos a alcanzar”, precisa. No obstante, las reservas están dentro de lo que se proyectó.

En el caso de Recoleta la situación es similar. “Ya hace días que empezó a disminuir un poco el ingreso de agua, porque el deshielo se estabilizó entre 2.500 y 2.000 litros por segundo” puntualiza González.

No obstante, este reservorio mantiene a la fecha 68,74 millones de metros cúbicos (69%) de los 100 millones de metros cúbicos que dispone de capacidad total.

En Cogotí también se estima que el ingreso de agua va a ir disminuyendo “pero tiene un nivel bastante bueno y yo creo que va a estar sobre los 110 millones de metros cúbicos en su máximo y podría llegar a los 120 millones, pero también debería venir a la merma por lo que uno observa en la cordillera, donde ya se ve poca cantidad de nieve”, sostiene el vicepresidente de la CASEP.

En efecto, al 31 de octubre la infraestructura emplazada en Combarbalá ya llega a 110,24 millones de metros cúbicos, lo que corresponde a un 79% de la capacidad total.

En cuanto a la nieve que queda en la cordillera, José Eugenio González señala que “creo que vamos a tener deshielos suficientes para que las partes altas, sobre los embalses, puedan regar sin dificultad, pero serán moderados, no grandes cantidades de agua. Yo diría que desde mediados de diciembre en adelante seguramente en el embalse Cogotí ya prácticamente no va a entrar agua, pero va a ser suficiente para que rieguen los que están sobre embalse”, precisó.

Choapa: Corrales y El Bato con 100% de su capacidad

En la provincia del Choapa dos de los 3 embalses mantienen un 100% de su capacidad. Se trata de Corrales y El Bato, que tienen una capacidad de 50 y 25 millones de metros cúbicos respectivamente. A ellos se suma Culimo, que presenta un 51% de capacidad, con 5,09 millones de metros cúbicos de reservas. 

 

 

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