En la memoria de muchos coquimbanos están todavía las 28 naves que recalaron en el puerto de Coquimbo durante 2018-2019, quizás la última gran temporada que vivó la comuna-puerto. Y es que desde ese último año, la industria de los cruceros ha quedado sólo como eso: un recuerdo, primero debido al estallido social y luego por la pandemia, situaciones que ahuyentaron a estas grandes naves de las costas coquimbanas y de todo el país.
Una perdida que aún se siente en el puerto, pues la llegada de estos lujosos barcos representaban un importante impulso económico para cientos de medianos y pequeños empresarios del turismo local, quienes ofrecían sus servicios y productos a estos grupos de viajeros, que se caracterizan por su alto nivel de gasto (entre 90 y 100 dólares per cápita).
En efecto, prestadores de servicio en tierra, como las agencias de viajes, empresas de transporte, y los mismos operadores turísticos que transportaban a varios de sus pasajeros a conocer destinos como La Serena y el Valle del Elqui, fueron los primeros en sentir el golpe de su ausencia.
Pero, tras la pérdida de la temporada 2020-2021, ¿qué pasará ahora con esta industria?
Pues, rigiendo en el país la prohibición de recibir cruceros hasta el 30 de septiembre de este año, la respuesta a esa pregunta es clara: incertidumbre.
Sebastián Montero, director ejecutivo de la Corporación de Puertos del Cono Sur, recordó que el retorno de los cruceros a los puertos nacionales depende de ciertas condiciones a nivel mundial, y no necesariamente de la situación particular de Chile.
“Creo que estamos en una situación en la que vamos a tener que esperar el desarrollo de la epidemia y el trato que las autoridades sanitarias del país le den”, comenta Montero, quien explica que con sus pares de Argentina y Uruguay se mantienen constantes reuniones para estar al tanto de la industria.
En ese sentido, explicó que estos dos países tienen recaladas programadas a partir de fines de octubre de este año. Sin embargo, es escéptico con estas fechas.
“Personalmente, yo no creo que esa fecha vaya a ser real, yo creo que se va a tardar, porque si hoy día estamos prohibidos hasta el 30 de septiembre de recibir cruceros, y no se les avisa a la gente con anticipación, cómo va a llegar el crucero para acá si se tiene que preparar el barco y vender los pasajes, entre otras cosas. Además, estos viajes se programan con dos años de anticipación”, señala.
Y si bien, la industria ya se ha reactivado en otras partes del mundo, esta reactivación es parcial y bajo ciertas condiciones y precauciones.
“Estamos en una situación en donde no depende de nosotros como país que vuelvan los cruceros, sino que depende de cómo vaya evolucionando la pandemia. Y las compañías irán reacomodando sus itinerarios porque obviamente, van a preferir ir a países que están más libres del virus que otros”, explica Sebastián Montero.
Y si bien los puertos nacionales se están preparando para recibir de vuelta, eventualmente, a estas grandes naves, el diagnóstico de este directivo es claro: “estamos lejos todavía de tener una respuesta sobre cuando los cruceros regresarán”.