Visiones en contra y a favor ha generado el avance del tratado de libre comercio TPP11, el tercer mayor acuerdo del mundo integrado por 11 países del Asia Pacífico. De hecho, el pasado 17 de abril el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico recibió el respaldo por 77 votos a favor y 68 en contra de la Cámara Baja, lo que revela la división de las autoridades en torno al tema.
Lo cierto es que salió de esa instancia y pasó al Senado, donde el gobierno espera, se apruebe antes de fin de año. Así lo aseguró Rodrigo Yáñez, director general de la Direcon, quien en entrevista con diario El Día desmitificó los puntos que los detractores reclaman, y puso de relieve las ventajas que traería el TDLC para la región en materia de exportaciones.
Las oportunidades para el mercado regional
Hay que recordar que la región destaca como una de las mayores exportadoras de productos agropecuarios del país, en 2018 los envíos del sector sumaron US$ 483 millones, donde sobresalen uvas, paltas, clementinas, mandarinas, limones, naranjas, nueces y pisco, por nombrar algunos. Gran parte del empleo regional está ligado a esta actividad exportadora, entre ellas el cultivo de frutales, viveros, los servicios agrícolas y la fabricación de pisco.
Por lo mismo, la internacionalización de la economía regional es vital tanto para los exportadores directos, como para los productores y toda su red local de proveedores.
En ese sentido, precisan desde Direcon, “las nuevas ventajas arancelarias que Chile obtendrá gracias a la implementación del tratado permitirán que los exportadores de Coquimbo puedan ampliar en forma considerable sus envíos al bloque, sobre todo en productos agrícolas como los cítricos y los destilados de uva; los que tenían limitados beneficios en los tratados bilaterales previos”, explicó Yáñez.
De hecho, las industrias que más podrían verse beneficiadas por el acuerdo son Agroindustria (uvas, naranjas, vino, nueces, limones y pisco), productos del mar (algas, abalones y jibia en conserva, y camarones y langostinos preparados o conservados), el área de servicios (proveedores mineros, agricultura y arquitectura).
En esa línea, actualmente, por ejemplo, para enviar abalón en conserva a Japón, el exportador chileno debe pagar un arancel de importación de 9,6%, mientras que si el TPP11 se aprueba, “los exportadores accederán a este país libre de aranceles de importación al momento de entrar en vigor este acuerdo”, confirma la autoridad.
Los alcances a nivel nacional
Por su parte y según aseguran en Direcon, el TPP11 abrirá más de tres mil oportunidades a productos chilenos en sectores agrícola, forestal, pesquero, lácteos y carnes, que ingresarán con arancel cero a mercados tan importantes como Japón, Vietnam o Canadá. Beneficiando, especialmente, a las regiones agrícolas, pesqueras y forestales del país.
“Si nos referimos a dos de los mercados, se aprecia que, en el caso de Japón, nuestro tercer socio comercial, cerca de 900 productos mejorarán su situación, especialmente acuícolas y pesqueros, frutas (por ejemplo, cítricos), carnes (ave, cerdo), miel, lácteos, agroindustriales y forestales”, precisan desde Direcon. Varios de esos productos están excluidos del TLC que Chile tiene con ese país o sujeto a cuotas.
En tanto, cn Vietnam, 1.000 productos aproximadamente mejorarían su acceso, entre estos pescados y mariscos frescos o congelados, lácteos, frutas (almendras, nueces, naranjas, entre otras), entre otros.
La apertura de mercado que significa el TPP11
Hay que recordar que el citado acuerdo está integrado por 11 países (Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Chile, Japón, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, y Vietnam), que representan más de 500 millones de habitantes.
Hace algunos meses, el tratado entró en vigencia al ser ratificado por siete países, con los que, entre otras cosas, Canadá triplicó sus envíos de carne a Japón, y Nueva Zelandia también triplicó sus exportaciones de queso y mantequilla a México y Canadá.
“Los resultados del acuerdo están a la vista, y Chile pierde competitividad mientras no se ratifique el TPP11, ya que ofrece mejores oportunidades que las negociadas en los acuerdos bilaterales vigentes que Chile tiene con los países que componen el tratado, y que están siendo aprovechadas por países con canastas exportadoras similares como Perú o Nueva Zelanda”, explicaron desde Direcon.62-01i
Direcon aclara preocupaciones de los detractores al tratado
Uno de los grandes puntos de tope que ha generado el acuerdo entre los detractores es que suscribiendo este tratado Chile cedería soberanía frente a las grandes corporaciones. Sobre ese punto, Rodrigo Yáñez señaló que el TPP11 por el contrario, salvaguarda la autonomía de los Estados para definir sus políticas públicas y no limita nuestra soberanía. “De hecho, el capítulo 9 sobre inversiones, incluido su sistema de solución de controversias, contiene normas que preservan la función regulatoria del Estado y limitan las demandas que inversionistas extranjeros presenten en contra del Estado (Anexo 9-B, Anexos I y II)”, precisó.
Asimismo, explicó que el tratado mantiene los plazos de protección de las patentes farmacéuticas establecidos en la legislación vigente, por lo tanto, no prolonga ni altera los plazos de monopolio sobre productos farmacéuticos; preserva todas las facultades regulatorias del Estado en materia protección de la información y garantiza la protección de derechos laborales fundamentales establecidos por la OIT, entre otros.