Una sequía indomable

Un difícil panorama hídrico es el que enfrenta la región. Las lluvias han sido esquivas durante este invierno y los especialistas advierten que existen muy pocas probabilidades de que esta situación se revierta.
Cristóbal Juliá, meteorólogo del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), explica que si bien la corriente de La Niña está en retirada y se encuentra en una fase neutra, “esta situación por el momento no se espera que se revierta y tampoco se espera que se produzca un fenómeno de El Niño que pudiera traer precipitaciones esta temporada”, añade.
El especialista indica que “lo que se podría esperar bajo este escenario es tener precipitaciones más tardías, es decir que se generen a finales de julio y durante agosto, pero estarían dentro de los márgenes normales”. Lo considerado normal durante estos dos meses, dice Juliá, es tener al menos dos eventos de precipitación, en lugares como Vicuña, de cerca de 20 milímetros.
Las autoridades están al tanto de esta problemática y ya están planificando las acciones a seguir. En entrevista con El Día, el ministro de Agricultura, Luis Mayol, reconoció que “es un problema grave”, pero enfatizó en que la zona ya está declarada en emergencia agrícola y que los recursos por este concepto hasta el momento están siendo suficientes para enfrentar la crisis.
Sin embargo, surgió el planteamiento de los parlamentarios de oposición y algunos alcaldes quienes piden que se decrete zona de catástrofe, solicitud que esta cartera no desecha, pero aduce que prefieren analizar detenidamente los antecedentes. “Estamos monitoreando la posibilidad de poder declarar zona de catástrofe en la medida que sea estrictamente necesario, ya que si bien esta medida activa recursos a nivel central, también ocasiona algunos problemas a un sector de los agricultores, ya que muchas veces se cierran las puertas del sistema financiero”, precisó.
En todo caso, el ministro anunció que se acordó crear una comisión permanente que va a sesionar cada 15 días, “para ir viendo el problema y, cuando sea el momento oportuno, si es que lo es, vamos a declarar la zona de catástrofe”.
El intendente Sergio Gahona sostuvo que esta medida “es una posibilidad que no se descarta”, pero que tiene que ser tomada con la prudencia necesaria. “Tenemos dificultades que están siendo atendidas con el programa de emergencia agrícola, pero requerimos de más ayuda, sobre todo en término de recursos para financiar forraje para ganado y algunas obras de riego”, precisó.

Solicitud de autoridades
Parlamentarios de oposición y algunos alcaldes de la zona son los que han levantado la idea de declarar zona de catástrofe, porque ven, aducen, que la escasez hídrica es complicada y se requiere de acciones rápidas.
El diputado Marcelo Díaz (PS) manifestó que más allá de que se decrete o no esta medida, “lo que nos importa es que se aumenten los recursos de que se dispone en la región”. Dice que están advirtiendo hace mucho tiempo que la sequía se iba a mantener, “en consecuencia no parece razonable estar tratando una situación que es permanente con carácter de episódico, porque cuando se liberan los recursos llegan tarde y los gastamos mal”.
Por su parte, la diputada Adriana Muñoz dijo que “son muy importantes las medidas urgentes que puedan adoptarse en materia de forraje, encauzamiento y acopio de agua y apoyo a los trabajadores y familias afectados. Sin embargo, éstas son paliativas y es necesario que ello se complemente con iniciativas que tengan por objeto obtener más agua y distribuirla de mejor forma” enfatizó.
El senador Jorge Pizarro dijo que la situación de escasez hídrica los tiene bastante preocupados pues “se pueden perder cosechas, con el daño económico que eso significa para los productores, el comercio y la economía en general. Creo que llegó el momento de que el Gobierno declare la zona de catástrofe porque se hace necesario tomar medidas administrativas y económicas”.
La alcaldesa de Ovalle y presidenta del Capítulo Cuarto de Municipalidades, Marta Lobos, indicó que si a fines de julio no llegan las lluvias, es prioritario pedir la declaración de zona de catástrofe, “que es la intención que tienen todos los parlamentarios para poder llegar con más recursos y apoyo a las personas más afectadas, sobre todo para las que no están bajo riego”, precisó.

La postura del agro
El timonel de la Sociedad Agrícola del Norte, José Moreno, se reunió con el seremi de Agricultura para efectuar una coordinación respecto de las medidas que se van a tomar. El dirigente llama a establecer la calma. “Hoy día estamos en una situación de emergencia, y por lo mismo se ha decretado a las comunas en emergencia y se está llegando con la ayuda en camiones aljibes o fardos”. No obstante, Moreno dice que “de ahí a decretar una catástrofe hay que tener bastante cuidado”.
Dice que están en una situación de acumulación de nieve que es razonable. “No estamos en catástrofe, aquí hay presiones políticas. Existe un problema de carácter social y no agrícola, el sector no se beneficia en nada con esta medida. Que haya que llegar con agua y pasto a las localidades rurales es otra cosa, pero no significa que se resuelva el problema a la agricultura, nosotros debemos mejorar la inversión y las tecnologías para cuidar el recurso”, enfatizó.

Los crianceros
Mirtha Gallardo, presidenta de las comunidades agrícolas de Limarí, cuenta que a la fecha la situación de quienes habitan en el secano es muy difícil. “Hoy se contactó conmigo una señora de Canelilla Baja. Su familia la componen 7 personas y les llegan 520 litros de agua cada 20 días, ellos ya no resisten más”, sostiene.
A eso se suma la mortandad de animales por la falta de pasto en los cerros y qué decir del agua para que beban. “Las cabras paren, pero las crías se están muriendo porque no están generando leche. También muchas de ellas abortan antes de que nazcan, es muy difícil lo que está pasando”, sentencia.
La dirigenta campesina señala que efectivamente se hace imprescindible a estas alturas que el Gobierno pueda entregarles la ayuda necesaria, pero que “no sé si la solución sea decretar zona de catástrofe, lo que queremos es que los recursos se distribuyan de mejor manera”.
Al respecto, puntualiza que hoy estos fondos se canalizan a través de Indap, por lo tanto, quienes lo reciben son sus asociados y que hay un porcentaje de afectados a los que no beneficia. “Esperamos que si hay más ayuda llegue a todos”, enfatiza.

Acciones inmediatas
El ministro de Agricultura, Luis Mayol, anunció que se creará una comisión de trabajo que sesionará cada 15 días e irá monitoreando cómo está funcionando la entrega de ayuda, sobre todo en las zonas apartadas.
Por el momento, dijo, dispuso que Indap haga un suplemento presupuestario de $400 millones para seguir intensificando la ayuda de emergencia.
En la región, el gobierno también busca recursos. Esta semana, la seremía de Agricultura, a través de la Comisión Nacional de Riego, solicitó al Consejo Regional un aporte adicional de $5 mil millones de pesos para destinarlos a obras de riego y evitar las pérdidas por conducción.
El titular regional de esta cartera, Juan Francisco García, explicó que con ello complementarán la oferta que existe para la sequía por parte del Minagri de $8.500 millones. “Hay muchos concursos que no logran ser cubiertos a través de los programas vigentes y es por eso que buscamos aumentar en $5 mil millones más lo que es la eficiencia del riego”.
Estos recursos se distribuirían a través de la Ley de Riego y se destinarán a concursos que aún no han sido beneficiados y para implementar un concurso especial con geomembranas, para revestir y evitar las pérdidas en la conducción.
Tanto el sector público como el privado se están movilizando para conseguir recursos y velar porque las pérdidas que traiga esta extensa sequía sean las menores. Pero también la petición es a que la comunidad en general también comience a generar conciencia. El problema existe y es tarea de todos comenzar a generar, con pequeñas acciones, una actitud de cuidado de este recurso, que cada vez es más vital. 3701Ir