Solemos denominar primer espacio al hogar y segundo a la oficina, pero ahora se está imponiendo un tercero, aquel lugar que proporciona la calidez del hogar con las prestaciones de una oficina: los workcafés. Algunas empresas ya los han incorporado a sus instalaciones.

Las tecnologías móviles permiten trabajar desde casi cualquier lugar. Es por ello que algunas personas deciden salir de la empresa y buscar en cafeterías, bibliotecas y espacios públicos la tranquilidad y el ambiente relajado que necesitan para desempeñar su trabajo. 

Ante esta realidad, varias compañías han optado por habilitar dentro de sus instalaciones espacios con las herramientas necesarias para trabajar, pero que también permitan relajarse y socializar. Han nacido los workcafés.

“El workcafé no es más que otra zona de trabajo para que los empleados puedan elegir el espacio que mejor se adapte a la tarea que quieren realizar, incluso a su estado de ánimo”, afirma Alejandro Pociña, presidente de Steelcase en España, multinacional especializada en el equipamiento de espacios de trabajo y creadora del concepto “workcafé”.

 

LA GENTE TRABAJA EN LOS CAFÉS

Según los datos recogidos por esta empresa, en Estados Unidos el 31% de los empleados abandona regularmente su oficina en busca de más tranquilidad, concentración y de una atmósfera más creativa e inspiradora. 

Esta tendencia también se va implantando en otros países donde cada vez más personas salen esporádicamente de los centros de trabajo para desarrollar su actividad en otros lugares.

De hecho, es habitual encontrar en las cafeterías gente leyendo o trabajando con sus dispositivos electrónicos mientras toman un refresco o una taza de café. 

Sin embargo, los responsables de Steelcase señalan que esa atmósfera hogareña “no es cien por cien efectiva, ya que trabajar en una cafetería conlleva algunos riesgos como estar expuesto a miradas indiscretas o al bullicio. También tiene ciertas deficiencias, como la falta de un mobiliario ergonómico, la carencia de óptimas prestaciones tecnológicas o la desconexión con la empresa y los compañeros”.

Así surgió la idea del workcafé, un lugar más distendido dentro de las instalaciones de la empresa, pero con el equipamiento necesario para trabajar. 

“La clave del éxito es que el trabajador tenga la oportunidad de elegir un espacio adaptado a las circunstancias de su tarea, pues un mismo empleado tiene necesidades distintas a lo largo del día en función de la tarea que esté llevando a cabo”, explica Alejandro Pociña.

“En casa tenemos espacios distintos para hacer según qué cosas, como el salón, el dormitorio, la cocina, etc. En el trabajo debería ocurrir algo parecido”, añade.

Según datos recogidos por Steelcase, el 91% de los trabajadores afirma que es importante tener un espacio donde poder recargar las pilas y recuperar energías. Sin embargo, el 49% reconoce que no dispone de dicho espacio.

Si bien la mayor parte de las empresas cuenta con una cafetería en sus instalaciones, Alejandro Pociña señala que este es un lugar que no se suele aprovechar durante todo el día. 

“Si analizas el uso del espacio, cuando está diseñado de una manera tradicional tiene un pico de utilización a la hora de la comida durante una hora y media o dos horas y otro pequeño pico en el desayuno, pero el resto del tiempo está prácticamente vacío. No obstante, cuando lo que tienes es un workcafé, la utilización es del 80% a lo largo de toda la jornada laboral”, apunta.

 

UN ESPACIO NECESARIO

El presidente de esta compañía en España indica que lo que se busca con un workcafé es crear un tercer espacio. 

“La terminología habitual es llamar primer espacio al hogar, segundo espacio a la oficina y el tercer espacio sería una cosa intermedia, un espacio que proporcione la calidez del hogar con las prestaciones de una oficina”, detalla.

En este sentido, estos expertos entienden que, para crear un tercer espacio corporativo que resulte eficaz es necesario algo más que ofrecer un buen café o una red wifi. 

Una de las claves es la integración de la tecnología, pues consideran fundamental que los trabajadores dispongan de ciertos servicios, como el acceso a la red eléctrica y a una red wifi de alta calidad, que haya soporte para las presentaciones, así como herramientas para compartir información, crear contenido y colaborar entre compañeros.

Otro elemento sustancial es el diseño. Desde Steelcase explican que el objetivo de un workcafé es "hacer que el trabajador se sienta como en casa, por lo que el diseño, la iluminación, el mobiliario, los colores, el aroma e incluso la música deben ayudar a conseguir esa atmósfera relajante y acogedora que cada uno encuentra en su hogar".

Además, manifiestan que, al igual que en las cafeterías tradicionales, "debería haber revistas, periódicos y un tablón de anuncios, que puede ser sustituido por un panel multimedia que informe sobre las noticias más recientes de la empresa".

Asimismo, el workcafé ha de tener servicios de soporte como acceso a impresoras, material de oficina, servicio de consigna y asistencia técnica, además de alimentos y bebidas.

“En el workcafé las personas pueden ser más productivas y eficientes porque disponen de las herramientas necesarias para hacer su trabajo y de un ambiente óptimo para que, tanto la creatividad como la colaboración, fluyan de forma natural”, destaca Pociña.

 

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