Alarma por ataque de un lobo marino a buzo en caleta de Coquimbo

Los lobos marinos están llenos de sorpresas… A pesar de tener unos inocentes ojos, tiernas caritas y una simpática manera de moverse bajo el mar, estos singulares mamíferos se han transformado, en el último tiempo, en el enemigo número uno de los buzos que trabajan en la caleta de Coquimbo.

Y no por pelarse la mercadería, esencialmente, sino que por lo feroz que actúan cuando ven a los buzos en el mar. En su hábitat.

Y eso, claro, quedó de manifiesto hoy por la mañana con el ataque salvaje de un lobo a un buzo alguero, a quien dejó con graves heridas en su cabeza y hombro.

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El accidente ocurrió cuando los pescadores se encontraban revisando el área para poder emboyar el perímetro, cuando Felipe Araya fue atacado sorpresivamente por un mamífero de gran tamaño.

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“Me sorprendió ver la acción tan agresiva de este animal. El lobo le agarró la cabeza a mi compañero, le enterró los colmillos y lo sacudió. Escuché que gritaba mi nombre, ‘Juanito, Juanito’, cuando trato de rescatarlo y el lobo lo seguía atacando. Después le agarró el brazo y yo lo atrincaba para que lo soltara, pero no había caso. Por fortuna lo soltó y Felipe, pese a sus heridas, se encontraba bien. Estaba lúcido cuando lo subimos al bote, aunque botaba mucha sangre”, señaló Juan Guerrero Naranjo, amigo del afectado.

Lo cierto es que el buzo fue trasladado hasta el Hospital San Pablo de Coquimbo por la patrulla armada donde los médicos le pudieron curar sus heridas y enviado con las horas hasta su hogar.

Agrega Naranjo que la situación es preocupante, ya que “el Lobo le perdió el respeto al hombre. No existe manejo. Años atrás sí, pero hoy no. Hoy nadie hace nada y todos los días tenemos problemas con los lobos marinos”.

Por su parte, Julio Rojas, jefe a cargo de lo que es el área de manejo y cultivo de algas, sostiene que el problema puntual es que ahora los lobos están atacando a los buzo, quizás sin darse cuenta.

Insiste en que es un problema que tienen todos los días. Y desde hace mucho tiempo sin una solución.

Rojas cuenta que el buzo, tras ser mordido, fue llevado de urgencia –y consiente- hasta el hospital, aunque botando mucha sangre. Sin embargo, añade que ojalá “se pueda controlar el foco de alimento que tiene el lobo, ya que todo el desecho que se tira hace que el lobo se acerque a la caleta. Y ya no existe forma de sacarlos. Estamos llegando a un punto en que se están tomando el control de la caleta”.

En tanto, Rubén Rojas, administrador del área de manejo de la cooperativa pesca del mar, fue tajante al indicar que esta es la segunda vez que ocurre un caso similar y ahora con consecuencias mayores, puesto que la persona resultó con heridas graves.

“Es lamentable, porque nosotros creemos que esto se viene gestando desde la construcción de la caleta de Coquimbo, donde se generaron dos  zonas de loberas que no estaban antes. Hoy, los buzos que trabajan permanentemente en el lugar, lamentablemente tienen que estar lidiando con los lobos de gran tamaño, seguramente con algunos que son líderes de manadas, y que al final son quienes generan estos ataques a las embarcaciones y a los buzos”, advierte.

Sobre la misma, reconoce que “estamos haciendo las denuncias respectivas en la capitanía de puerto, de manera que esto pase a la fiscalía y que se pueda concretar alguna acción en contra de estos lobos. Ya sea eliminando estas loberas o parte de estos lobos que han causado tanto daño en el último tiempo”.

Finalmente, subraya Rojas que “tras el ataque algo tiene que pasar, porque no es posible que tengamos que restringirnos en nuestra labor, en nuestra extracción de algas en el sector por la presencia de estos lobos que hace diez años no estaban en el lugar”.