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Lautaro Carmona
El domingo 29 de septiembre falleció el recluso Arturo Cataldo de 60 años por la enfermedad, lo que obligó a activar los protocolos de emergencia, realizando exámenes a los demás internos. Desde Gendarmería aseguran que el virus está controlado, sin embargo, existen otros dos casos confirmados, y el temor se expande entre los funcionarios, los reos y sus familiares.

Temor existe en la cárcel de Huachalalume en La Serena. Desde la semana del 21 de septiembre se encendieron las alarmas cuando un reo perteneciente al módulo 53 que corresponde a internos de mediana peligrosidad presentó síntomas que se asimilaban a un fuerte resfrío. 

Según información recabada por Diario El Día, el individuo identificado como Arturo Cataldo, de 60 años, estuvo durante varios días yendo y viniendo desde el hospital del recinto penal, y se fue agravando cada vez más, sufriendo una brusca caída en su peso corporal. 

El domingo 29 de septiembre su salud se tornó crítica, por lo que fue trasladado de urgencia al Hospital San Juan de Dios de La Serena. Allí, el diagnóstico fue categórico: tenía una avanzada tuberculosis la que ese mismo día le quitó la vida.

Información difusa

Diversos fueron los mensajes que llegaron hasta la redacción de este medio, incluso de reclusos que daban cuenta de la situación, con bastante temor. Un sujeto que se identificó como “Luis”, llamó desde el interior de la cárcel y manifestó que adentro la situación era caótica. “Creo que hay varios compañeros que están contagiados y no quieren hacer los exámenes, están tapando todo. No se ha visto nadie del Servicio de Salud ni nada, y si esto sigue así todos vamos a terminar enfermos”, relató. 

Otro presidario escribió al Fan Page del medio, denunciando que, pese a la gravedad del caso, había existido “poca atención al preso que era un adulto mayor”. 

Dirigentes en alerta

El presidente de ANFUP (Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios) de La Serena,  Jokan Garrido, quien precisamente se desempeña en el penal de Huachalalume, corroboró la información respecto del fallecido y ratificó que existía un temor generalizado, no sólo entre los internos, sino también en las familias de éstos y en los propios trabajadores de Gendarmería.

“Es un caso bastante lamentable, este caballero era una persona mayor, quien se encontraba enfermo y se descubrió que la causa de muerte fue la tuberculosis. Después de esto, desde el lunes, acá se han estado haciendo exámenes a algunos internos que se juntaban con él. Desconozco los resultados, pero aquí la gente está un poco asustada. Respecto a los funcionarios, no se nos ha informado nada, y yo creo que en situaciones como estas deberían entregarnos guantes mascarillas y ese tipo de cosas, porque estamos frente una emergencia”, detalló Garrido. 

Más casos

Pero, ¿existen más casos? Nos pusimos en contacto con funcionarios que trabajan el interior del hospital penal, y tuvimos acceso a las cifras tanto de enfermos como de quienes calificaron como “internos en riesgo”. Según nos indicaron nuestras fuentes, una vez que se confirmó la muerte por tuberculosis, efectivamente se activaron los protocolos al interior del establecimiento penitenciario y se realizó una pesquisa de los reos más cercanos al fallecido, para descartar que tuvieran el virus. 

En total, se ordenó realizar exámenes a 49 internos, como radiografía de tórax y una baciloscopía a 11 personas que presentaban expectoración. De estas 11 muestras, todas resultaron negativas, y se está a la espera del resto de los exámenes para descartar totalmente algún tipo de contagio por parte de esta muestra de internos.

Pero no todas son buenas noticias. Mientras llegan los otros resultados, se conocieron dos nuevos casos al interior de la cárcel. Se trata de un individuo que está hospitalizado en el recinto y otro que se encuentra aislado del resto de la población penitenciaria. Ambos estarían recibiendo tratamiento y Gendarmería se dispone a realizar más exámenes entre quienes tenían contacto directo con los enfermos, tal como lo hicieron con los cercanos del fallecido, por lo que todavía existiría incertidumbre respecto al número de enfermos y al nivel de propagación. 

Llamado a la calma

Sin embargo, desde Gendarmería, el director regional, Leoncio Hidalgo, hace un llamado a la calma. Precisa que el tema está controlado por lo que ni los funcionarios ni las familias deberían sentirse preocupados. “Efectivamente tuvimos un fallecido por tuberculosis, lo que determinaron en el Hospital de La Serena. Posterior a eso, nosotros activamos todos los protocolos tanto desde el Servicio de Salud, como en el complejo penitenciario. Se realizaron exámenes con todos los internos que el fallecido mantenía un contacto regular”, especificó. 

Respecto a los funcionarios, manifestó que los tres que podrían haber sido contagiados no presentaron ningún tipo de signo ni síntoma de la enfermedad, lo cual fue monitoreado por el Servicio de Salud. “Queremos decir que ya todo está funcionando de manera normal. Te reitero, se activaron los protocolos y afortunadamente esto no se propagó. Nosotros tomamos contactos con las familias que se enteraron de esto y les pusimos al tanto de todo para darles la tranquilidad”, indicó Leoncio Hidalgo. 

Críticas al protocolo

Galo Muñoz, director ejecutivo de la Organización Social Penitenciaria, ONG que defiende los derechos de las personas que están privadas de libertad, tomó conocimiento de lo que está pasando en el recinto carcelario de La Serena y se manifestó molesto, por lo que considera unos “protocolos incorrectos”.

Asegura que los casos de enfermos de tuberculosis en los penales del país no son nuevos, y que el accionar de Gendarmería no daría todas las garantías.

“En general estos casos se manejan mal, ¿por qué se realizan exámenes a sólo parte del módulo y no a todo el módulo? Eso ya es algo irregular. Y te digo más, debiesen hacérseles exámenes a todos. Hay que recordar que esta gente comparte el mate como si nada, comparte el cigarro como si nada, por tanto esto no se puede tomar tan a la ligera”, puntualizó Muñoz. 

Y agrega que, “todos los gendarmes que tienen trato directo deberían quedar en observación, porque están tan expuestos como los reclusos”. 

La enfermedad en los recintos cerrados

El doctor Pedro Montané, de la Universidad de Chile, pone énfasis en lo complejo que son estos casos cuando ocurren en recintos cerrados, como las cárceles, donde el virus puede quedar en el ambiente. Sin embargo, precisó que para contagiarse, se deben dar ciertas condiciones especiales tanto en la persona, como también en el entorno.

“Las personas que se contagian tienen una baja cantidad de defensas, están en un estado de inmuno supresión, esto ocurre en personas que tienen enfermedades que hacen que bajen sus defensas, o que tienen dificultades propias de la drogadicción, desnutrición y bajas redes de apoyo. En una cárcel, se supone que el tema de la alimentación y el cuidado médico está bien regulado”, refirió el profesional.

Llamó a no alarmarse por cualquier cosa y manifestó que existen indicios claros de cuando alguien está padeciendo la enfermedad. “Lo primero que hay que saber en este sentido es que si se presenta tos y expectoración por más de 15 días, el interno debe dar aviso y pedir que le tomen a la baciloscopia, esta es la forma de pesquisar oportunamente la enfermedad, diagnosticarla a tiempo, e iniciar el tratamiento para cortar la cadena de transmisión”, aseguró.

No tiene cura

El doctor Montané, de igual forma, precisó que la tuberculosis es una de las enfermedades más antiguas que existe y en su minuto fue una de las más mortales. Sin embargo, los avances médicos han hecho que hoy sea perfectamente tratable y curable. Además fácilmente puede evitarse que otras personas se contagien. Sin embargo, si este mal no se trata adecuadamente también puede ser mortal.

 

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