• En el último secuestro ocurrido en Ovalle, los sujetos enviaron el video de la agresión a la víctima a través de Whatsapp.
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Tras el secuestro de un joven en Ovalle se encendieron las alarmas. Sin embargo, desde la PDI aseguran que este crimen tiene muy baja ocurrencia en el país y en la región dado que la legislación lo castiga duramente. Pero los delincuentes han encontrado otra forma de pedir rescates. Se trata de los denominados secuestros virtuales que sólo entran en la categoría de estafas telefónicas por lo que sus penas son muy bajas.

Caminaba tranquilo por el centro de Ovalle, a plena luz del día. Lo que no sabía este joven de 23 años, a quien llamaremos “Pedro”, es que lo seguían de cerca cuatro sujetos que ya tenían estudiados sus pasos desde hace más de una semana.

Sin que pudiera darse cuenta fue secuestrado causando alarma en la Región de Coquimbo.

Según ha trascendido pertenecían a bandas rivales vinculadas al tráfico de drogas y la intención de los presuntos secuestradores fue dar una lección al joven y mostrar su hegemonía con sus adversarios.

Así las cosas, cuando la víctima se encontró en un lugar con poca gente a su alrededor, sus victimarios lo tomaron uno de cada mano mientras los otros los escoltaban y luego, a bordo de un vehículo, lo llevaron hasta un sitio eriazo al sector de Lagunillas. Allí, procedieron a golpearlo y lo retuvieron por algunas horas.

Ningún transeúnte pudo percatarse de lo sucedido. Aparentemente, los individuos al conocer a su víctima lo persuadieron para que actuara de manera normal y no diera ningún indicio de que estaba siendo trasladado contra su voluntad.

Sólo cerca de las 23:00 horas fue liberado y en estado de shock llegó a su casa donde contó a sus familiares sucedió.

EL VIDEO, UN ERROR “GARRAFAL”

La denuncia se hizo de inmediato y la Fiscalía ordenó a la PDI iniciar la labor investigativa.

“Su accionar dio cuenta de bastante ignorancia respecto del delito”, aseguró el comisario jefe de la Brigada de Investigación Criminal de Ovalle, Raúl Muñoz.

Es que los secuestradores cometieron un error “demasiado infantil”. Sin medir las consecuencias, tuvieron la osadía de enviar vía Whatsapp un video a los familiares de su víctima donde se ve cómo lo agreden.

Con esta pista en su poder, la policía individualizó a los agresores, logrando dar con dos de ellos, un hombre y una mujer de 40 y 23 años de edad en el sector de El Reloj, comuna de Punitaqui.

Para Muñoz no hay ninguna duda. Pese a constituirse como una banda organizada en su actuar, no tenían mayor experiencia en secuestros. Este delito es uno de los que contempla mayores penas en el código penal chileno, por lo mismo, si lo sujetos hubiesen tenido conocimiento de esto habrían procurado no dejar ningún tipo de evidencia como lo hicieron grabando el video, el que, encima, se encargaron de distribuir.

“Dentro de lo que hemos podido ver en esta investigación, concluimos que quienes perpetraron este delito no estaban habituados y por eso cometieron una serie de errores que en definitiva culminan con la detención”, indica el policía.

UN DELITO QUE NO PROSPERÓ

Lo ocurrido en Ovalle resulta alarmante. Sin embargo, según explican desde la policía de Investigaciones no corresponde a un hecho habitual ni en el país, ni tampoco en la Región de Coquimbo.

Pese a que entre el 2000, y el 2010 en Chile entró una gran cantidad de delitos provenientes del extranjero, uno de ellos el denominado “secuestro exprés”, éste no prosperó en nuestro país debido a que la legislación vigente lo desincentivó con altas penas, contrario a lo que pasó en países como México, Argentina y Brasil donde sí se ha masificado y, de hecho, hoy día ya se ha instalado como habitual.

“Se dio mucho que incluso había bandas que se disfrazaban de policías para llevar a cabo los secuestros, pero el beneficio que se obtenía versus lo que se arriesgaba era menor, por eso que finalmente los antisociales desecharon esta práctica”, indicó el comisario Muñoz.

PENAS DEMASIADO ALTAS

Pero, ¿cuáles son las penas que hacen retroceder a los antisociales al momento de cometer este ilícito? Según explica el abogado experto en derecho penal, Reinaldo Villalobos, varían pero con determinadas agravantes podrían llegar al presidio perpetuo efectivo. Esto, desde el año 1993 –luego que un año antes fuese secuestrado el empresario Cristián Edwards- cuando se modificó el artículo 141 del código penal.

A partir de ese momento, se estableció un nuevo marco sancionatorio. En principio, el secuestro común establece una pena de presido o reclusión menor en su grado máximo, es decir desde tres años y un día a cinco años, lo que no constituye una condena demasiado alta. Sin embargo, esta sólo es la figura simple ya que la pena va subiendo de acuerdo a la gravedad. 

Cuando hay elementos de mayor “perversidad” en el delito, como hacer exigencias, solicitud de dinero, chantaje, extorsión o lucro, el autor será castigado con presidio mayor en su grado medio máximo, esto es, con penas superiores a 10 años.

Pero hay una tercera circunstancia que constituye la mayor penalidad. Cuando el encierro se prolonga por un periodo de más de 15 días, o de éste resultaran daños graves en la persona secuestrada, la sanción va de 10 a 20 años. Esta sería la sanción más alta que puede tener un secuestro como tal, sin embargo, si con ocasión de este crimen se agrega uno de igual o mayor gravedad como una violación u homicidio se podría llegar a la máxima sanción que establece el código penal, es decir, de presidio mayor en su grado máximo a presidio perpetuo calificado.

“Con la legislación que tenemos actualmente estamos en condiciones de decir que hay una reticencia de los delincuentes a cometer este crimen”, indicó el abogado Villalobos.

LA AMENAZA DEL SECUESTRO VIRTUAL

El secuestro no es frecuente en Chile y en ello hay coincidencia. Sin embargo, el delito ha mutado en lo que hoy día se conoce al interior de la policía como “secuestro virtual”, una modalidad que formalmente no se constituye como un secuestro como tal sino que entra en la categoría de estafa, pero que, según expertos, causa el mismo impacto emocional ya que también incluye una extorsión.

El año 2017 se registraron siete casos de “secuestro virtual” en la región y uno de los más connotados fue el que afectó a la exconcejal por La Serena Margarita Riveros, quien el pasado 2 de marzo vivió uno de los momentos más terribles de su vida.

Recibió un misterioso llamado donde un sujeto le indicaba que mantenían a su hijo de 20 años secuestrado. La exautoridad entró en pánico, sobre todo cuando intentó llamar al joven y mantenía el teléfono apagado. Los sujetos lograron persuadirla y les depositó 180 mil pesos.

Y por otro lado la banda de timadores también hacía su trabajo. Se habían contactado con el hijo de Riveros muy temprano y le aseguraron que su madre había tenido un accidente por lo que necesitaba de manera urgente que le transfirieran dinero. Él hizo caso y en distintas entidades bancarias depositó un total de 300 mil pesos.

La desesperación terminó horas después cuando tras recibir la denuncia, funcionarios policiales lograron establecer que todo se trataba de un engaño y que tanto la madre como su hijo estaban sanos y salvos.

“La gente debe estar atenta, porque le puede pasar a cualquiera”, manifiesta Margarita Riveros, recordando su experiencia.

Insiste en que no hay que confiarse, sobre todo porque, asegura, las bandas que se dedican a este tipo de “secuestros virtuales”, tienen una preparación especial para persuadir a las personas. “Yo soy alguien preparada, con estudios y mis hijos también, pero ellos saben hacer las cosas y apelan a las emociones. Es difícil no creer si te dicen que tu hijo está secuestrado y te entregan datos que se supone que sólo podría saber él. Hay un estudio previo de la víctima muy grande”, relató Riveros, consultada para este reportaje.

EL MÉTODO DEL ENGAÑO

A diferencia de los “secuestros exprés”, que es una modalidad que viene del extranjero, los denominados secuestros virtuales nacen en Chile después del 2010 con el denominado “cuento del tío”, según explica el comisario Raúl Muñoz, “el tema se ha estudiado y se cree que este tipo de engaños que simulan el secuestro es de acá”, sostiene.

Al no tener penalidades tan altas como el rapto físico, pero pudiéndose obtener los mismos resultados en términos de recibir dinero con métodos extorsivos, esta práctica se ha vuelto atractiva para los antisociales.

El jefe de la Brigada de Delitos Económicos de la PDI, el subprefecto Cristián Alarcón, explica el modus operandi de este tipo de bandas y admite que en la mayoría de los casos están organizadas y operan desde recintos penales.

Tal como pudo experimentarlo Margarita Riveros, nada es al azar y, de acuerdo a lo que informa el policía, los antisociales estudian detalladamente a la víctima y a sus familiares antes de hacer al llamado extorsivo. “Por eso nosotros le recomendamos a la gente que no suba tanta información personal a las redes sociales, porque es por Facebook o Instagram por donde estos sujetos se enteran de detalles que después utilizan cuando se ponen en contacto con las personas”, sostuvo Alarcón.

Lo que le pasó a la exconcejala se constituye como el modus operandi más común que utilizan los delincuentes: Llaman a un joven, identificándose como carabineros o parte del Ministerio Público, diciéndoles que otro familiar, generalmente uno de sus padres, tuvo un accidente y que requieren dinero de manera urgente para traslados o gastos médicos. Paralelamente llaman a la supuesta persona accidentada diciéndole que la tienen secuestrada. De esta forma, los mantienen comunicados con la imposibilidad de que se comuniquen entre ellos y habitualmente hay amenazas si se atreven a llamar a la policía.

“Aquí es donde se produce el gran engaño y cuando las personas caen, porque al no poder comunicarse con sus seres queridos obviamente se desesperan y están más propensos a depositar el dinero que les están pidiendo”, comentó el policía.

NADIE ESTÁ LIBRE

El llamado es a no alarmarse, ya que casos como el de Ovalle, son muy poco frecuentes en la región. Sin embargo, sí se debe estar atento a los “secuestros virtuales”, ya que nadie está libre de recibir un llamado de alguien diciendo que un ser querido está secuestrado y, producto del miedo, ser estafado. Así lo explica la psicóloga de la Universidad Católica del Norte, Marisol Urrutia, quien enfatiza en que en estos casos poco importa la preparación que tenga la persona a nivel profesional o educacional. “Se tiende a pensar que esto le pasa a personas que no tienen una preparación adecuada, pero los hechos han demostrado lo contrario, porque cuando tú te enfrentas a estas situaciones, reaccionas sin pensar, porque lo que reacciona son tus emociones y cometes errores”, explicó la profesional.

Y en ello coincide Margarita Riveros. “Se trata de tus hijos y es muy difícil reaccionar racionalmente cuando alguien te dice que está en juego su vida. Por eso, lo que yo recomiendo es nunca divulgar información privada en tus redes sociales”, insiste la exconcejala en alusión al mismo consejo que entrega el subprefecto Alarcón: “Nunca se debe mostrar algo que le pueda servir a un delincuente para actuar”, concluyó.

DISTINTAS REACCIONES

Pese a que, según indica la psicóloga de la Universidad Católica, Marisol Urrutia, la mayoría de las personas no se puede contener al momento de recibir este tipo de llamados alertando que un familiar se encuentra en peligro, hay ciertos tipos de personalidades menos propensas a ser engañadas. “Esto tiene que ver con el carácter que hayan desarrollado durante su vida y las capacidades de autocontrol que también, independiente del carácter, siempre se pueden mejorar”, indica la profesional.

 

CRONOLOGÍA:

- Diciembre de 2015: Delincuentes hacen creer a un joven de 17 años que su padre había sufrido un accidente y es engañado con el “cuento del tío”, mientras tanto, su familia es alertada de un secuestro.

- Enero de 2016: Un menor de 17 años es raptado por cinco sujetos en el sector de San Juan en Coquimbo, donde fue retenido durante dos horas.

- Diciembre de 2016: Individuos que se hacen pasar por policías obligan a un sujeto a ir a un domicilio en el sector de La Pampa, en La Serena, en donde es retenido y obligado a abordar un automóvil.

- Marzo de 2017: La exconcejala por La Serena Margarita Riveros, recibe un llamado que la alerta sobre el secuestro de su hijo, finalmente se trataba del cuento del tío.

- Diciembre de 2017: En Ovalle un joven es secuestrado en pleno centro de la ciudad y golpeado por sus captores.

 

 

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