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Lautaro Carmona
Desde que comenzó la crisis social hace poco más de dos semanas se han registrado 20 funcionarios heridos en la zona, uno de ellos grave y con pérdida ocular. El subprefecto Gianni Barnato enfatiza en que la comunidad no debe verlos “como enemigos” ya que ellos están precisamente para protegerlos de los grupos que sólo van a las marchas “a cometer actos vandálicos”.

La crisis social de las últimas dos semanas en el país no sólo ha puesto el descubierto el descontento social que se veía germinando desde hace años en la ciudadanía, y que se ha visto ejemplificado en masivas marchas a los largo del país. También, en algunos casos y con tristes consecuencias ha generado una ola de violencia que a estas alturas lamentablemente es difícil de parar.

Pese a que desde Carabineros admiten y valoran el que la mayoría de las marchas realizadas en la zona han sido pacíficas, remarcan que en algunas de las manifestaciones, fundamentalmente las primeras y en las últimas las cosas se han salido de control, y grupos aislados han actuado una vez que termina la convocatoria. Es en este contexto en el que se han producido los enfrentamientos. 

El INDH y los civiles 

Respecto a los civiles heridos, el pasado viernes 1 de noviembre la directora regional del INDH, Tarcila Piña precisó que se estaban recepcionando las denuncias a través de las diferentes plataformas y que hasta ese momento eran cerca de 70 las personas que habían reclamado ante la entidad algún tipo de vulneración por parte de algún agente del Estado. 50 personas heridas de diversa consideración, y 12 casos de mujeres que fueron obligadas a desnudarse en las comisarías en el contexto de las detenciones durante protestas.

En total, ya se han interpuesto 8 querellas, dos por homicidio en los casos de Kevin Gómez Morgado (23) quien recibió un impacto de bala en las cercanías de la tienda La Polar de Coquimbo, y Romario Veloz Cortez (26) de nacionalidad ecuatoriana, quien recibió un proyectil mientras se manifestaba frente al Mall Plaza de La Serena. 

Daños a la fuerza policial

Pero la violencia ha venido de un lado y del otro y en esa línea, los funcionarios de Carabineros, según reconoce el propio subprefecto de Servicios de la Prefectura Elqui, Gianni Barnato, han estado trabajando al límite durante las últimas semanas. Al aumento de horas, se ha sumado el que también han recibido todo tipo de agresiones, tanto verbales como físicas debido ya que “hay personas que no entienden que nosotros no estamos en contra de ellos, sino que estamos para protegerlos”, dice el comandante. 

En relación a los números oficiales entregados por el teniente Santiago Silva, de la prefectura Elqui, desde que comenzó el movimiento social, se han registrado 20 carabineros heridos, 16 de ellos producto de golpes con objetos contundentes –generalmente piedras de gran envergadura-, tres lesionados de carácter menos grave, heridos por armas hechizas o perdigón, y un funcionario uniformado grave, con perdida ocular debido a que fue alcanzado por un proyectil lanzado con una honda. Este hecho se produjo el día lunes 28 de octubre y afectó al subteniente Javier Garrido Olivares perteneciente a la sexta comisaría de Las Compañías. 

El funcionario se encontraba prestando servicios en el centro de La Serena cuando recibió la piedra que impactó en su ojo derecho. Debido a la gravedad de la lesión fue trasladado al hospital institucional de Santiago donde se encuentra en recuperación por el problema ocular y una fractura de pómulo. 

Vehículos con daños severos

Las patrullas y carros policiales también han resultado con severos daños debido a los enfrentamientos con civiles. En total, son 34 móviles policiales (un 25% del total) los que se encuentran en franco deterioro productos de los ataques y que tendrán que ser reparados una vez que termine el estallido social. 

Preocupación a nivel humano

Pero lo que más preocupa al interior de la institución, según indico al subprefecto Gianni Barnato, es la situación a nivel humano por la que están pasando los funcionarios policiales, no sólo los que han sufrido lesiones físicas, sino los que han tenido que soportar jornadas de hasta 18 horas para hacer frente a la crisis.

“Sin duda que hemos tenido que extremar esfuerzos para contener esta convulsión social respecto a la molestia de la ciudadanía y de demandas sociales que son claramente legítimas. Lo lamentable es que hay algunos elementos que se descuelgan de estas marchas para generar desmanes, y también el lumpen que ha aprovechado para efectuar saqueos, desórdenes y destrozos en una clara situación que no va de la mano con las demandas que son claramente atendibles”, precisó Barnato. 

El subprefecto enfatizó en que el trabajo ha sido permanente y que han debido redoblar los esfuerzos, pero en ningún caso estarían sobrepasados. “No nos gusta utilizar esa palabra. Creo que la palabra correcta para este contexto es sobre exigidos, pero somos una institución profesional y hemos tenido, en la medida de lo posible, la posibilidad de ir dosificando el trabajo. Pero eso no quita tampoco que hemos tenido que estar trabajando en algunas jornadas entre 16 y 18 horas”, expresó el alto mando policial. 

Llamado a los manifestantes

Barnato remarcó que la principal finalidad de Carabineros es cuidar al manifestante en el marco del orden público, por lo mismo, insiste en que la gente no debe verlos como “enemigos” en ningún caso.

“Nosotros no comprendemos el nivel de violencia que algunos, que en medio de estas manifestaciones pacíficas, generan, produciendo peligro para las personas. Porque aquí tenemos identificados a tres grupos. Primero están los que caminan y desarrollan normalmente estas actividades, un segundo grupo que hace destrozos a la propiedad pública y privada que es derechamente lumpen que aprovecha las circunstancias”, precisa, agregando que, “la labor de Carabineros, por ley, es el restablecimiento del orden público quebrantado que a veces raya en lo criminal. Ahí la gente debiese retirarse. No entendemos por qué estas personas descargan su rabia con carabineros”, precisó. 

“Somos personas"

El comandante deja en claro que detrás de todo carabinero hay una persona, “que también es violentada, porque la violencia hacia nosotros no es solamente física, porque te podrás dar cuenta que esta gente descolgada, nos insulta todo el tiempo, y no nos tiran ni flores ni besos, nos lanzan elementos contundentes, nos han disparado con armas hechizas e incluso con armas normales. Aquí hay que hacer un llamado a la cultura cívica y al respeto a la autoridad, porque existe mucha violencia verbal hacia Carabineros, nos empapelan a garabatos haciendo patente un descontento social y una rabia en contra nuestra por demandas que ellos tienen, pero no se explica por qué expresan eso contra los Carabineros. No debiese ser así”, especificó Barbato. 

“Nos pillaron mal parados"

El suboficial (r) Esteban Infante, quien lidera la Defensoría Policial, también hizo un análisis de la situación respecto a la sobre exigencia a la que se han visto sometidos los funcionarios policiales. Expresa que “existe mucho lumpen en las manifestaciones”, pero que la mayoría de las personas “se manifiesta por una serie de situaciones que han venido ocurriendo hace décadas”.

En este punto, enfatiza en que los policías “también somos víctimas de abuso”, pero que “lamentablemente” les toca estar en una posición muy desmejorada respecto a las manifestaciones sociales, quedando como el grupo antagónico de los movilizados.

“Nosotros también sufrimos las consecuencias de este sistema, pero a la vez somos los guardaespaldas de turno del Gobierno, que son los que hacen mal las cosas. Tenemos, por deber constitucional, que resguardar y restablecer el orden público, pero en este caso nos toca hacer el trabajo sucio para defender lo malo que han hecho los políticos de turno. Ellos son los responsables de lo que está pasando, no nosotros”, expresa Infante. 

El estrés

Consultado respecto a si la institución pudo haber cometido errores durante estos días, Gianni Barnato precisó que “como seres humanos, estamos propensos a cometerlos, pero siempre como casos aislados”.

De todas formas, sin justificar cualquier acción que pudiese haber estado fuera de la legalidad, enfatizó en que muchas veces la sobre carga y la presión en la que debe actuar un funcionario policial puede influir en su accionar. Aquello lo ratifica la psicóloga de la Universidad Católica del Norte, Marisol Urrutia.

“En general a todas las personas, cuando se enfrentan a situaciones de estrés para las que no están preparadas, reaccionan de manera incorrecta, porque no sabemos cómo enfrentarlas. En el caso de los carabineros, también se han enfrentado a eventos en los que ellos mismos han sentido en peligro sus vidas, entonces, lo normal es que tengamos una reacción anormal”, expresó. 

Si a esto le sumamos, dice la profesional, que nuestro ciclo del sueño ha sido cambiado y el descanso ha disminuido, “podemos actuar de manera inadecuada, y eso es bastante negativo porque ellos en rigor deben ser los que protegen al resto de la comunidad. Aquí, creo que la institución policial debe empezar a sacar varias lecciones para sus formas de proceder en un futuro”, indicó. 

 

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