• En calle Lautaro 880 el hospedaje “Cupido” fue clausurado luego de un operativo donde se constató que allí trabajaban al menos seis mujeres ofreciendo servicios sexuales.
Crédito fotografía: 
Leonel Fritis
La mañana del jueves Carabineros y el municipio clausuraron el hospedaje, ubicado en el centro de La Serena, a través de un procedimiento realizado por la Sección de Investigación Policial. Vecinos del sector afirman que han luchado hace más de 12 años para radicar este tipo de lugares, donde además de servicios sexuales, se propicia la comisión de diversos tipos de delitos.

Personas bebiendo en plena calle, preservativos en el suelo, latas y envases de alcohol, asaltos, micro-tráfico de drogas, gritos y escándalos es el panorama diario de calle Lautaro en La Serena. Así lo relatan los vecinos del sector, quienes desde hoy duermen más tranquilos luego que se clausurara el hospedaje “Cupido”, conocido como la “casa rosada”, que funcionaba como prostíbulo.

“Era un lugar que funcionaba de lunes a sábado las 24 horas y cuando cerraban los domingos los tipos venían y golpeaban fuerte, a la hora que fuera, se estacionaban en cualquier parte con la música fuerte. Les robaban a los clientes que salían y todas las mujeres con lumas, gritando” relató Cecilia Rojas, vecina del sector.

Problemática de años

Un verdadero escándalo que por al menos 12 años han sufrido quienes habitan el centro de La Serena. Otras vecinas del sector cuentan que ha sido complejo, puesto que no se trata del único local que funciona como clandestino. Al menos otras tres casas tienen a mujeres que ofrecen servicios sexuales, haciendo de calle Lautaro un real peligro, especialmente en la noche, donde pareciera que no existe el toque de queda.

Incluso lugares que funcionan como hospedaje para turistas han optado por instalar letreros que dicen “acá no hay mujeres, por favor no molestar”, para evitar pasar malos ratos.

Ahora, con la clausura del lugar, los vecinos esperan que la situación se tranquilice, puesto que la delincuencia en el sector ha afectado la calidad de vida que tenían antes de la instalación de esos recintos.

Sin embargo, admiten que son los mismos propietarios los que arriendan las viviendas sin preocuparse del uso que les dan las personas, donde además de prostitución, existe comercio de drogas y hacinamiento de migrantes, situación que se incrementó en medio de la pandemia.

El operativo

El capitán Julio Mardones, comisario (s) de la Primera Comisaría de La Serena, explicó que se trató de un procedimiento planificado y coordinado por la Sección de Investigación Policial (SIP), que concluyó con el desalojo y clausura del local.

En el lugar, personal policial detuvo a dos personas que tenían situaciones judiciales pendientes, una mujer que trabaja en el local, con una orden de aprehensión por apropiación indebida y un cliente con una causa por conducción en estado de ebriedad.

“En estos procesos rige lo que es el código sanitario donde tenemos facultades como Carabineros. Lo que aquí se genera son controles, traslados a la unidades y se hace lo que es la clausura del local”, expresó el capitán Mardones.

El oficial agregó que “estamos dando cumplimiento al artículo 41 que es la prohibición al comercio sexual y a través de las denuncias ciudadanas nosotros estamos adoptando con este tipo de procedimientos. Queremos dejar muy en claro que independiente de que estemos en una pandemia, igual estamos tomando procedimientos de toda la gama que abarca Carabineros”.

Un trabajo que tuvo un resultado positivo gracias a la coordinación del cuerpo policial y la Dirección de Seguridad Ciudadana, la que a través de sus gestores comunitarios, recoge la información e inquietudes de la comunidad y la enlazan con Carabineros.

En tanto, Franklin Solar, jefe de inspección municipal, comentó que al ser un local que cuenta con patente comercial, la labor de ellos es justamente caducar dicha patente, luego de recibir un informe policial, lo que se hará de forma indefinida.

La importancia de la denuncia

Una de las dirigentes del sector, comentó que ha sido una ardua lucha lograr que los vecinos concreten las denuncias en Carabineros, ya que la mayoría de los reclamos se hacen al municipio, las juntas de vecinos y grupos de whatsapp, pero no al organismo que corresponde.

En el mismo sentido, el capitán Mardones indicó que “la base de este proceso o el cimiento fundamental fue a raíz de una denuncia y después nosotros procedimos a hacer las investigaciones hasta llegar al proceso final. Nosotros siempre hacemos un llamado a que la gente denuncie todos los hechos donde tengan alguna sospecha, porque es fundamental la denuncia ciudadana y que estas situaciones no las dejen pasar”.

 

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