Martes por la mañana y en las dependencias de la Policía de Investigaciones de La Serena, el ambiente estaba enrarecido.
Como todos siempre, la edición de Diario El Día llegaba a los escritorios de los altos mandos, y esta vez sorprendía. Los protagonistas de la noticia eran nada más y nada menos que dos integrantes de la institución: El jefe regional Richard Gajardo, y una funcionaria, la periodista y subcomisario Alejandra Barra, quien lo acusaba de hostigamiento y acoso laboral.
Hermetismo
Pese a que ya han pasado tres días, desde la institución no han querido emitir una declaración más amplia sobre los hechos, argumentando que “todavía no han sido notificados formalmente de ninguna denuncia”.
Según fuentes a las que ha tenido acceso este medio, a nivel interno el tema generó revuelo a nivel nacional, llegando incluso la situación analizada por el director general, Héctor Espinosa.
Respecto a quien hizo la denuncia, Alejandra Barra, hasta ahora su situación no habría cambiado, y ninguna de las jefaturas la habría reprendido o algo por el estilo debido a la publicación. De hecho, según se supo, recibió varias muestras de apoyo por parte de sus colegas.
Posibles consecuencias
Pero, ¿hasta dónde podría escalar este caso? Según el abogado y ex integrante de la PDI, Mauricio Mc Lean, podrían haber serias consecuencias para Gajardo, sobre todo en el proceso de calificación y evaluación por parte del director nacional. “Lo que pasa es que cuando los altos mandos llegan a un cierto grado, tienen que hacer una carta de renuncia previa, y solamente el director maneja esas renuncias, y llegado el momento, puede hacerlas efectivas”, indicó Mc Lean.
Agregó que este hecho, “al haber perjudicado la imagen de la institución le podría jugar en contra al director regional, y puede que le acepten esa renuncia. De no ser así, creo que podrían enviarlo a labores de carácter administrativo en mérito a todo lo que ha ocurrido ahora. No creo que tenga un ascenso, por haber tenido alguna mancha”, refirió.