Crédito fotografía: 
El Día
Celulares, armas cortantes y algunas hechizas han sido los elementos prohibidos que últimamente han aparecido con mayor frecuencia en los allanamientos que hacen los gendarmes a internos del Complejo Penitenciario Huachalalume, una situación que los dirigentes asocian a los cambios en la rutina de los reos, la reducción de visitas y encomiendas.

Sin brotes pero con dos contagios activos dentro del recinto, más de 200 internos y 10 gendarmes en cuarentena se mantiene la situación actual del penitenciario Huachalalume a una semana de iniciado el confinamiento en las comunas de La Serena y Coquimbo.

“Lo que se consideró como brote fue cuando se generaron los exámenes para los internos que llegaron desde Colina y Santiago 1, pero para todos los efectos fue importado de internos que venían enfermos desde las unidades penales de origen y en el caso de las unidades de Illapel, Combarbalá y Ovalle, hemos tenido cero casos positivos de población penal”, explicó el Director Regional de Gendarmería, Coronel Leoncio Hidalgo.

De acuerdo a lo confirmado por la Seremi de Salud, actualmente dentro del recinto se registran dos casos activos de covid-19 en el Complejo Penal de Huachalalume, por lo que no habría brotes de la enfermedad.

“Considerando que el complejo tiene una población superior a los 1.900 internos los resultados en términos de números hablan de que se está haciendo bastante bien y no pretendemos en ningún caso bajar la guardia, al contrario”, agregó Hidalgo.

Por su parte el dirigente de la Asociación Nacional de Funcionarios Penitenciarios (ANFUP), Jokan Garrido, indicó que “tanto el personal de gendarmería como la población penal están acatando todas las instrucciones en este caso del Ministerio de Salud, al personal se le dio una inducción referente a los permisos diarios que se pueden realizar y nosotros tenemos el salvoconducto solamente para el traslado hacia la unidad en la jornada laboral y al momento de salir”.

Garrido precisó que tras detectar los contagios, los internos de ambos módulos, el 43 y 54, que suman cerca de 200 reos, se mantienen aislados y en cuarentena hasta que el personal de salud se los indique.

Reestructuración

Dentro del penitenciario han debido realizarse diversos cambios tras la llegada de la pandemia, por una parte se disminuyó el flujo de personas al recinto prohibiendo las visitas a los internos desde el 10 de abril.

“En paralelo hemos fortalecido, por un lado, los servicios de encomienda para que los familiares puedan igual hacer llegar distintos insumos para sus familiares que se encuentran privados de libertad y además hemos implementado sistemas de llamadas y de videollamadas”, explicó el Subsecretario de Justicia, Sebastián Valenzuela.

Servicios de encomienda que estaban funcionando normalmente hasta el día miércoles de la semana pasada cuando comenzó la cuarentena en La Serena y Coquimbo, lo que generó una disminución en quienes van a la cárcel a dejar enseres a sus seres queridos.

“Claramente disminuyó considerablemente la cantidad de gente que asiste a las unidades, en el caso de La Serena de la cantidad enorme de gente que iba a dejar encomiendas todos los días claramente bajó mucho, uno ya no encuentra las filas  fuera de las unidades penales esperando para ingresar”, explicó Hidalgo.

Esto porque debido al decreto de cuarentena los desplazamientos en la conurbación se verían limitados y deben realizarse con el respectivo permiso otorgado a través de la Comisaría Virtual y corresponde al ítem 10, Permiso Temporal Individual - Proporcionar alimentos o insumos de primera necesidad en Recinto Penitenciario, que tiene una duración de 3 horas.

Aumento de la tensión

Pese a que solo se mantienen dos internos contagiados, Garrido expresó que el ambiente dentro de la población penal era “tenso” debido a la situación actual, la falta de visitas desde abril y la reducción en el flujo de encomiendas “hemos tenido en  el último mes agresiones a funcionarios, amenazas a funcionarios”.

Añadió que “hemos tenido varias alteraciones al régimen interno producto de rencillas de la población penal, por lo que nos hemos visto obligados a realizar los allanamientos respectivos, los procedimientos y algunos internos han salido con harta cantidad de armas blancas, armas hechizas y hemos tenido que realizar los respectivos procedimientos a alteración del régimen  interno en diferentes módulos durante estos meses de pandemia”.

Un aumento de la violencia y de actitudes prohibidas que se han generado durante estos meses de pandemia y que Garrido asocia a los cambios en las rutinas de los internos, “ellos piensan que los elementos prohibidos tienen que tenerlos por obligación por el tema de la crisis sanitaria, ellos están señalando como un bien adquirido tener un celular dentro de la población penal y  eso es una falta”.

Una situación que para el Suboficial Freddy García, secretario de la Asociación Nacional de Suboficiales de Gendarmes no sería tan crítica en comparación a otros penales del país, aunque admite que los niveles de ansiedad en los reos se han incrementado, sin embargo calificó como responsable algunas acciones de internos respecto al autocuidado.

“Hay instantes en los que salta la frustración e intolerancia en ciertos aspectos del régimen interno, pero en líneas generales desde mi óptica la población penal se ha mantenido cauta, aunque algo impaciente” señaló.

Pese a la ansiedad e incertidumbre de los internos, Freddy García, dirigente admitió que existía comprensión y responsabilidad respecto a las medidas sanitarias, incluso algunos reos han solicitado aislarse para evitar contagiarse de coronavirus.

 

Suscríbete a El Día y recibe a diario la información más importante

* campos requeridos

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

 

 

 

 

 

Diario El Día

 

 

 

X