Esta semana se conocieron las cifras oficiales de incautaciones de droga que efectúo la Jefatura Nacional Antinarcóticos de la Policía de Investigaciones y hubo una cifra que llamó la atención en la Región de Coquimbo. Resulta que la zona se sitúa en el tercer lugar en donde más plantas de marihuana se decomisaron con 61.695 unidades, siendo superada sólo por la Región del Maule (84.833 unidades) y la Región de O’Higgins (62.859 unidades).
MIRADA POSITIVA. Si bien la cifra tiene una connotación negativa ya que habla de una “región productora de marihuana”, para el jefe regional (S) de la Brigada Antinarcóticos, el subcomisario Javier Rodríguez los números son valorables. Según afirma, esto da cuenta del trabajo de la PDI y la optimización de los recursos que ha habido para el combate al tráfico en el último tiempo, lo que habría llevado a que los procedimientos, sobre todo el Plan Cannabis, sean exitosos logrando recuperar una gran cantidad de droga. “Estas cifras te hablan de una buena gestión que tuvimos el año pasado en relación a las drogas vegetales. Estas incautaciones van de la mano con una labor policial efectiva, hemos mejorado la capacidad logística a través del Plan Cannabis, donde se pone a nuestra disposición un helicóptero y se trabaja intensamente durante un mes completo. Creo que el número tiene que ver más con eso”, indica el policía.
Pero si bien al comisario atribuye el alto número de plantas incautadas principalmente a la labor efectuada por la Briant, también admite que en la región efectivamente se produce más droga que en otras, dadas las condiciones geográficas que propician las plantaciones, fundamentalmente en el valle de Choapa. “Es una realidad que hay mucha cannabis en la zona, y eso se da por las condiciones del ambiente, para producirla. Aquí ocultar la marihuana como planta es muy fácil por la geografía donde hay muchas quebradas y ese tipo de cosas. Además, últimamente los traficantes han implementado tecnologías en el regadío. Hoy día cuentan con motores, pozos etc.., es decir, los productores se han ido profesionalizando, así que no nos sorprende que año a año vayamos teniendo más y más droga. Y ahí precisamente está el desafío nuestro de poder seguir combatiéndola”, sostuvo.
LA OTRA CARA. Pero también está el lado negativo. Claro, el tener alta cantidad de droga circulando en la región, pese a que también se incaute en gran número, conlleva problemas asociados, como la delincuencia y todo lo que genera el mundo del narcotráfico y microtráfico. Así lo reconoce el subcomisario. “Evidentemente, esto es un círculo delictual completo. La droga genera violencia, genera peleas entre bandas. En definitiva, evidencia un problema social y lo profundiza”, asegura.
Desde Seguridad Pública, la encargada regional Catalina Guzmán, también enfatiza en aquello. Si bien reconoce que esto da cuenta de la eficiencia de las policías, también asegura que, conocidos los números, las autoridades deben estar alerta por los delitos vinculados al tráfico de sustancias. “Es evidente que el ser una región productora de droga tiene una connotación negativa, si bien no tenemos una alta incidencia en delitos como las quitadas de droga, sí se produce violencia producto de este tema, porque hay dinero involucrado. Es un negocio para algunos delincuentes entonces hay un problema al que hay que prestar mucha atención. Por otra parte, muchas veces quienes cometen actos delictuales lo hacen bajo la influencia de alguna droga”, manifestó Guzmán.
EL CONSUMO. Además de los delitos asociados al tráfico, otra de las consecuencias que puede traer la alta cantidad de cannabis que se produce en la zona es el alto índice de consumo que se puede generar. Así lo explica la directora regional de Senda Fernanda Alvarado. “Es fundamental que la policía saque de circulación todas las sustancias, pero el ser una de las regiones en las que más produce marihuana nos preocupa, por eso que debemos estar más alerta que en otros lugares de Chile, donde hay menos droga… Implica un desafío para nosotros y en ese sentido, es fundamental seguir trabajando en las campañas preventivas para evitar que nuestros niños y jóvenes inicien el consumo. Porque, de verdad, si se trata de marihuana muchas veces se minimiza el riesgo, pero la gente tiene que entender que es una droga dañina, que puede ser la puerta de entrada a otras”, concluyó.