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El juicio oral que se está realizando durante esta semana busca probar que la joven fue víctima de femicidio, debido a las lesiones que le habría ocasionado su pareja, David Espinoza. Esto, en contraste al informe de la autopsia de la joven, que señala que dejó de existir por un edema pulmonar agudo provocado por un “envenenamiento” .

Como se consignó en la edición de ayer de diario El Día, se trata de uno de los casos más dolorosos que se recuerden en los últimos años en la Región de Coquimbo. Hablamos de la historia de Daniela Reyes, quien dejó de existir a los 17 años y que fue encontrada en condiciones inhumanas en una calle de Las Compañías el 26 de febrero de 2017 por funcionarios de Carabineros. La menor estaba convulsionando.

Si bien fue trasladada hasta el Hospital San Juan de Dios de La Serena, murió al día siguiente, lo que ocasionó un dolor irreparable y una herida que hasta el día busca al menos ser cerrada, a la búsqueda de verdadera justicia.

Si bien es cierto, la autopsia de la joven indicó que su deceso se debió a un edema pulmonar agudo producto de un envenenamiento por consumo de “sustancias tóxicas”, la madre de Daniela Reyes y su entorno familiar aseguran que ese mismo día, la joven recibió una de las tantas golpizas de su pareja, David Espinoza, quien en ese momento tenía 19 años. En efecto,  su madre, Maria Espejo, aseguró que “mi hija estaba viviendo un verdadero infierno con ese hombre” y fue testigo de lo que ocurrido ese trágico 26 de febrero, donde el sujeto la habría golpeado duramente en la cabeza, lo que le habría generado un traumatismo craneano. Al día siguiente, el 27 de febrero de 2017, la joven falleció.

 

Un caso que debió esperar

Cabe destacar que la audiencia de preparación de juicio oral debió esperar largo tiempo,  debido a que la defensa del acusado solicitó tiempo para realizar sus propias pericias, además de los retrasos debido a la pandemia.

Durante esta semana, finalmente, se dio inicio al juicio oral, donde se busca establecer en forma concreta la prueba para sustentar la tesis del femicidio.

En esta instancia, la parte querellante de esta causa busca demostrar que la muerte de la joven no se produjo por envenenamiento, sino por los golpes  que le fueron propinados a Daniela.

Cabe destacar que el lunes se realizaron los alegatos de apertura de la Fiscalía, de  los querellantes y de la defensa, oportunidad en la que declaró el acusado, David Espinoza, y la madre de Daniela, María Espejo. El juicio oral podría tener una extensión de cuatro días, y que mayoritariamente cuenta con testimonios presenciales.

Por su parte, la defensa y el acusado sostienen que el presunto femicida “nunca tocó a Daniela” el día de su deceso.

El abogado querellante y exfiscal de Coquimbo, Pedro Orthusteguy, en conversación con diario El Día, aseguró que “las lesiones encontradas en la víctima descartan eso y  que hubo golpes a nivel toráxico y también la cabeza. Sin embargo, existe un problema forense, y que debería ser resuelto por un tribunal, para resolver si la muerte de Daniela se produce por el consumo de carbamatos, veneno contenido en un insecticida que tenía Espinoza y que ella habría consumido después que la golpeó el imputado, o si ésta no fue la causa inmediata de la muerte, como sostenemos nosotros”, acotó.

Cabe destacar que más allá de lo que señala la autopsia, el jurista acotó que “nosotros como querellantes contratamos a la doctora Carmen Cerda, quien realizó un metaperitaje sobre la autopsia, las fichas clínicas y los informes toxicológicos.  Este concluyó que al momento del deceso, ante los signos de posible intoxicación por carbamatos sólo se encontró en sangre la tropina, un medicamento utilizado como antídoto frente a estos insecticidas o venenos. Por tanto, sólo tendría las indicaciones de traumatismo encéfalo craneano”, acotó el jurista.

 

Esperando justicia

La madre de Daniela Reyes, María Espejo, en conversación con diario El Día, manifestó que al fin se está abriendo una posibilidad de esclarecer este caso terrible y que su hija al fin descanse en paz.

 “Lo que nosotros esperamos es una cadena perpetua calificada para él por femicidio, porque ellos vivieron ocho meses juntos. En todo este tiempo que ha pasado yo manifesté mucha rabia, porque sentía que todas las instituciones le daban más crédito a él que a nosotros. Para nosotros ha sido un verdadero martirio, porque la familia de David me ha escrito por Facebook, amenazándome. Todo ha sido un verdadero martirio”, aseguró Silvia Espejo.

La acongojada madre sostiene que el inicio de este juicio oral y la futura consecución en la búsqueda de verdad es un alivio para ella. “A Daniela no la voy a volver a ver nunca más en la vida, pero al menos habrá justicia para que al fin descanse en paz”, indicó.

Respecto de la violencia intrafamiliar, que esta familia ha vivido en carne propia, la señora María insiste en que se hace necesario reforzar las medidas de protección contra las personas que la sufren en el día a día. “Cuántas veces fuimos a hablar en Carabineros, nos acercamos a la Fiscalía, pidiendo que por favor me ayudaran con mi hija, y no había caso. Siempre hubo un no, por eso estoy tan desilusionada de la justicia, porque cuando las cosas están pasando, no existe una protección real para las mujeres. Duele que le quiten la vida de esa manera a tu hija”, concluyó. 

 

Las lesiones graves están acreditadas

Cabe destacar que en la segunda jornada de juicio oral, que se realizó ayer, declaró la abuela de Daniela Reyes, Rosa, quien fue testigo presencial de lo ocurrido el 26 de febrero de 2017, además, lo hicieron dos vecinas más como testigos.  

El fiscal Juan Pablo Torrejón aseguró que “la causa estuvo más de tres años en investigación, donde se realizaron todas las diligencias solicitadas por el abogado querellante. Logramos determinar, con esos antecedentes, que la víctima sufrió lesiones graves por parte del imputado, tanto en su cráneo como en la zona abdominal, lo que sería una agravante por tratarse de un hecho de violencia intrafamiliar. Cabe recordar que la madre de Daniela también sufrió lesiones y su hermano amenazas con arma de fuego”, concluyó el persecutor.

 

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