• Cheyre ya había declarado ante el Ministro en Visita Vicente Hormazábal por otras causas relacionadas con los Derechos Humanos.
Crédito fotografía: 
Andrea Cantillanes
En la causa llevada a cabo por el Ministro en Visita Vicente Hormazábal, el excomandante en Jefe del Ejército está siendo acusado por Nicolás Barrantes quien asegura haberlo reconocido durante un interrogatorio efectuado en el Regimiento Arica en octubre de 1973.

El día de ayer y por más de tres horas, el excomandante en jefe del ejército, Juan Emilio Cheyre, fue interrogado por personal de la Brigada de Derechos Humanos de la PDI, por su presunta autoría del delito de tortura en contra de Nicolás Barrantes ocurrida en la ciudad de La Serena en octubre de 1973 luego que el por entonces joven de 17 años fuera detenido junto a otras dos personas y llevado a la comisaría, lugar donde estuvo 10 días para luego ser trasladado al Regimiento Arica.

Allí, según señala la parte querellante, Barrantes habría sido golpeado por funcionarios del ejército, entre los cuales se encontraba Cheyre, quien por entonces era el ayudante del comandante del recinto militar.

La diligencia de este martes fue liderada por el Ministro en Visita Vicente Hormázabal, designado para ver los casos relacionados con los Derechos Humanos ocurridos en la Región de Coquimbo durante la dictadura militar.

Cabe señalar que Juan Emilio Cheyre también se encuentra acusado de ser cómplice de homicidio calificado reiterado, por el fusilamiento de 15 personas en el marco de la operación castrense denominada “Caravana de La Muerte”, que llegó a la capital regional el 16 de octubre de 1973 y donde una de las víctimas fue precisamente un hermano de Nicolás Barrantes quien ahora acusa al militar en retiro de tortura.

Cheyre, en todo momento ha negado su participación en los hechos, y ha señalado que no sabía lo que estaba sucediendo en el regimiento. “Yo no tuve participación alguna, no supe ni escuché antes, durante ni después que habría consejos de guerra, fusilamientos ni ejecuciones, jamás”, señaló en julio del 2016.

En relación específicamente al caso Barrantes, por el cual fue interrogado en esta oportunidad, las diligencias continuarían hoy con el careo entre Cheyre y su presunta víctima.

“ESTOY PREPARADO”

Diario El Día logró comunicarse con Nicolás Barrantes quien hoy reside en Concepción, y manifestó que, pese a no haber vuelto a ver en persona a Juan Emilio Cheyre después de los supuestos actos de tortura, se encuentra tranquilo, ya que está convencido de que el excomandante en jefe habría sido quien lo interrogó en 1973.

“Estoy seguro que él fue quien me golpeó y me interrogó. Fui brutalmente torturado, pero nunca perdí la conciencia y recuerdo perfectamente que el día 15 de octubre me trasladaron desde la comisaría al regimiento Arica de La Serena. Ahí me vendaron los ojos, me amarraron los brazos, me colgaron y me comenzaron a golpear con puños, con patadas, etc…, pero felizmente para mí, la venda no quedó bien puesta y logré ver al criminal que me estaba torturando sin saber quién era, escuchaba su voz, que me preguntaba por mi hermano, que dónde estaban los arsenales, que dónde estaban las armas. Cosas de las que yo no tenía idea”, cuenta.

Barrantes, agrega que con el pasar del tiempo vio a Cheyre, y no tuvo dudas. Según él, se trataba de su torturador. “Esa vez, cuando me soltaron me llevaron a la cárcel de La Serena y me preguntaron por un tal Cheyre, pero yo no sabía de quién me estaban hablando. Ahí me respondieron que Cheyre era el que interrogaba y torturaba allá arriba. Ahí tuve el primer acercamiento y seis meses después lo vi en fotos y lo reconocí”, comenta Barrantes. 4602i

“PRUEBAS IRREFUTABLES”

Cristián Cruz, abogado querellante en la causa de Barrantes sostuvo que, “hay innumerables medios de prueba que dan cuenta que tanto de mano propia, como de mando, dado que él era el jefe interino del área de inteligencia del regimiento de La Serena y por esa vía de él dependía el destino y el interrogatorio al interior del fortín serenense”, sostuvo el abogado.

LA FRASE: “La venda no quedó bien puesta y logré ver al criminal que me estaba torturando sin saber quién era”, Nicolás Barrantes, querellantes.

 

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