Cansados e impotentes ante el aumento de la delincuencia se sentían los vecinos de la Villa El Romero en Las Compañías. A cualquier hora del día veían caminar por los pasajes a diversas personas que andaban vigilando el sector o en los techos caminando y buscando poder ingresar a alguna vivienda e incluso en sus propios patios.
Decididos y sin temor a los delincuentes, decidieron organizarse. Mario Villalobos, del pasaje La Rinconada, se unió a los hijos de la señora Elizabeth Molina y comenzaron a organizar patrullajes por las villas.
“Nosotros decidimos organizarnos, porque la delincuencia aumentó mucho en el sector. Nos pusimos en alerta y al comienzo sólo patrullábamos, éramos cerca de 8 personas que noche por medio salíamos en camioneta. Una vez a las tres de la mañana encontramos a un sujeto tratando de saltar los panderetes y todos fuimos a proteger a nuestra vecina y el tipo salió corriendo”, relata Mario.
Mientras ellos se organizan para combatir la delincuencia, en otros sectores y comunidades se unen también para mejorar el entorno, conseguir nuevas áreas verdes o espacios para la recreación.
Es que para toda comuna la organización de sus habitantes es vital. Contar con vecinos que se conozcan entre ellos y que generen lazos que les permitan reconocer sus demandas y necesidades y con ellos generar sus propias soluciones que luego serán apoyadas por las autoridades es vital para el desarrollo de cada ciudad y mejorar la calidad de vida.
MEJORAR EL ENTORNO
Doris Pedreros vive en el sector de San Joaquín, un sector que está creciendo de forma explosiva y que a pesar del aumento de la población, no tiene áreas verdes para que los habitantes puedan recrearse, realizar deportes o simplemente pasear.
Ante esta necesidad y además el aumento de la delincuencia en el sector, especialmente en un gran sitio eriazo que se encuentra entre avenida Los Perales y Francisco Ariztía, donde se juntaban muchos vehículos, no había iluminación y los habitantes del sector lo utilizaban espontáneamente para recrearse, Doris decidió ser parte activa de una solución. Junto a otros vecinos se organizaron para cambiar el entorno del lugar, formando la organización Altos de San Joaquín y comenzaron a postular a proyectos participativos. El primero de ellos les permitió conseguir 170 arbustos y limpieza del sector.
“Todo parte por necesidad urgente de los vecinos, aquí porque era un sitio eriazo y se juntaban muchos jóvenes y vehículos y hubo una ola de robo en las residencias. Además había suciedad y nosotros necesitábamos un lugar para la comunidad, necesitábamos un área verde que nos permitiera reunirnos y no sólo las plazas que tiene cada villa. Así que comenzamos plantando arbustos y limpiando el lugar”, relata la actual dirigente.
Tras esta limpieza no se quedaron ahí, el sector debía tener otras mejoras. Así iniciaron un proyecto de iluminación que presentaron al municipio de La Serena. Pero eso no fue todo. Doris y sus compañeros en la organización pensaban que ya era hora de tener un parque que no sólo mejorara la calidad de vida de los habitantes de San Joaquín, sino la de todos los visitantes que llegaran al lugar. Así recolectaron antecedentes para presentarlos en el municipio, donde iniciaron un trabajo con la Secretaría de Planificación que fue el inicio del primer parque inclusivo de la Región de Coquimbo que se ejecutará en el sector con apoyo del Minvu.
“Todos los vecinos queríamos tener un espacio común y disfrutar la naturaleza y hacer actividades deportivas al aire libre y que nos acercara más como vecinos. Yo venía todos los días a este lugar a preguntarles a los niños y las familias qué deseaban en el lugar y los niños me decían que les gustaba este lugar por la vista y porque podían hacer cosas. Primero con el municipio trabajamos con el arquitecto Renzo Manterola que nos ayudó muchísimo y escuchaba nuestras necesidades. Cada rincón está pensado funcionalmente para todos”, señala Doris.
El diseño se encuentra en etapa de modificación de las luminarias y luego debe ser aprobado por el Ministerio de Desarrollo Social para continuar con su ejecución. Contará con vías para caminatas, juegos infantiles de acceso universal, anfiteatro, máquinas de ejercicios, áreas verdes e incluso un área de protección para los reconocidos “azulillos” que brotan en primavera.
Para Doris, actual presidenta de Altos de San Joaquín, la organización vecinal es vital para conseguir mejoras en los diversos sectores. Junto a los otros integrantes de la directiva, como Sergio Acevedo, que es vicepresidente, e Isabel Rojas, quien es tesorera, son los canalizadores de las necesidades de los vecinos y quienes trabajan y se van informando para lograr hacer realidad diversos proyectos.
Isabel Rojas señala que sí es vital la participación ciudadana, porque no sólo se trata del trabajo de la directiva, sino que también del apoyo de la comunidad para que las demandas sean visibles.
“Muchos quieren el parque ahora, porque no saben que estos proyectos demoran años y otros vecinos no participan en reuniones. Todo se puede lograr si participan y se trabaja en conjunto”, agrega la tesorera.
Para Doris Pedreros, este parque inclusivo es la demostración de que el ciudadano organizado puede lograr objetivos e importantes obras para el desarrollo de su comunidad. Un proyecto tan grande que implica más de diez años en concretarse y que tras sólo dos años ya tiene el diseño listo y se espera prontamente que comience su ejecución.
“Yo le quebré la mano al destino, porque todos saben que proyectos de tanta envergadura, de grandes dimensiones se demoran muchos años y muchas veces me dijeron que no, pero yo seguí luchando y junto a nuestros vecinos estuve siempre y continúo trabajando para que esto se haga realidad y todo se debe a la organización social”, concluye la dirigente.
VENCER LA DELINCUENCIA SIN TEMOR
Sin duda, uno de los principales motivos por los cuales los vecinos se reúnen es para combatir la delincuencia. Utilizando nuevas tecnologías, patrullajes y alarmas son las fórmulas para disminuir actos delictivos y generar mayor seguridad en diversos sectores de las comunas de nuestro país.
Mario Villalobos, el presidente de la organización social, cultural y deportiva Unión Villa El Romero de Las Compañías, creada hace sólo ocho meses, relata que tras los patrullajes compraron silbatos para avisar cuando ocurría alguna situación extraña en el lugar. Luego de eso decidieron, con sus propios recursos, comprar 17 alarmas para cada pasaje del sector y 230 controles en cada casa. Hoy ya usan grupos de WhatsApp, uno de ellos denominado “La Unión Hace La Fuerza”, donde ofrecen productos o informan de alguna necesidad vecinal, y el otro “Emergencia”, cada uno con sus reglas para que el medio cumpla su objetivo.
“Todo fue inversión de nosotros, sin pedirle nada a nadie. Al comienzo no era una organización, sólo vecinos que estábamos preocupados. Después que comenzamos a organizarnos, la delincuencia comenzó a disminuir, incluso ya saben los delincuentes que venían recurrentemente, que estamos preparados y ya no entran a nuestro sector y se arrancaron los delincuentes porque nosotros salíamos sin miedo”, relata Mario.
Elizabeth Ascuy, tesorera de la agrupación, señala que al comienzo era un grupo de vecinos y llamaron a reunión y llegó “mucha gente, más de 80 personas y se hizo pequeño el lugar”. Hoy ya son 137 vecinos en la organización, que fueron apadrinados por el concejal Mauricio Ibacache, que los guió para poder empoderarse y conseguir nuevos objetivos.
Los dirigentes señalan que es importante la voluntad de los vecinos, para que este tipo de prevención contra el delito sea efectivo. Hasta el momento todos están motivados y aunque sean las tres de la madrugada, muchos vecinos salen a defender a sus compañeros si ocurre una urgencia.
“Hace unos días una señora de un negocio tocó la alarma porque los delincuentes estaban adentro, salieron 50 vecinos y escaparon de inmediato y ya han disminuido los robos considerablemente”, relata Mario.
Luis Aguirre, secretario señala que también se ha establecido no comprar a vendedores ambulantes que antes proliferaban en el sector y que eran extraños en el lugar.
Para Miguel Ramos, jefe del departamento de Seguridad Ciudadana de la municipalidad de La Serena, la participación ciudadana es vital y la clave para disminuir la delincuencia y no sólo enfocarse en aumentar la cantidad de policías en las calles.
“El tema es más de fondo y es que los vecinos se conozcan. Si yo no soy empático con lo que está ocurriendo en mi barrio, en mi cuadra, en mi plaza, tendré el problema ahí siempre. El rol que cumplen los vecinos lo definimos en las charlas de seguridad que hacemos con las policías cuando implementamos la red comunitaria de seguridad. La seguridad se sustenta en tres pilares fundamentales: la policía, la municipalidad y los vecinos, cualquiera de los tres que falle, falla la seguridad. Hacemos hincapié en que cumplen un rol fundamental y no pueden quedarse quietos”, señala Ramos.
Agrega que a veces es difícil poner de acuerdo a todos o muchas veces sucede que las prioridades son distintas, pero fundamentalmente se basa en que los vecinos realmente se conozcan y no sólo saludarse cada día.
“La capacitación pasa porque los vecinos se conozcan, tienen que intercambiar sus celulares, no significa sólo reconocerse visualmente y tener su número, sino también generar lazos En una reunión de la organización de Altos San Joaquín, una señora se quejó de los vecinos que siempre estaban estigmatizando a su hijo por como vestía y estaba siempre en la plaza y llamaban a Carabineros porque lo encontraban sospechoso y los vecinos no reconocían al chico que era del barrio. A eso apuntamos al decirles, vecinos, conózcanse, reconozcan visualmente a los hijos de vecinos, familiares, sus vehículos, porque si sé que mi vecino tiene camioneta blanca y al otro día hay una camioneta azul, me tiene que llamar la atención. Hay que entender que la inseguridad de mi vecino lo es también para mí y eso le explicamos a las personas, porque no habrá seguridad si no están realmente comprometidos”.