Crédito fotografía: 
Juan Carlos Pizarro
Alejandra Ñanco, cuya hija pololeaba con el joven Ignacio Olivares, asesinado en Las Compañías, precisa que esta hipótesis “no tiene ningún sustento y que es falsa”, ya que “El Nacho”, era la primera pareja que tenía la menor de 17 años quien nunca se relacionó con otros hombres. Además, relata la bella historia de amor que vivieron ambos, y los duros momentos que están pasando producto de esta tragedia.

Aclarar que su hija nunca tuvo “nada que ver con ningún delincuente”, y desmentir las hipótesis que dicen relación con que el homicidio del joven de Las Compañías, Ignacio Olivares (18), fue producto de los celos de otro individuo, al ver a Javiera (17) con la víctima, es la intención de la madre de la menor de edad, Alejandra Ñanco, quien relata que en los últimos días, incluso ha recibido amenazas producto de “todas las mentiras que se han dicho”, respecto al suceso que, dicho sea de paso, dejó a su hija devastada producto del gran amor que sentía por Ignacio, su pololo desde hace dos años. 

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Una tesis "imposible"

“Yo descarto totalmente lo que salió y se difundió, porque los que dijeron esas cosas no conocían a mi hija. La policía dice cualquier cosa, y se van por lo más fácil, pero mi hija nunca estuvo con alguien de esa población, porque nosotros venimos de La Herradura, y el Nachito era el primer pololo que ella tenía”, asegura Ñanco, madre de la joven Javiera, a quien describe como, “una niña tranquila, tan tranquila que prácticamente no tenía amigos. Pasaba su tiempo con su pololo, porque tenían una relación muy linda. Los dos amaban a los animales y el deporte. Eran jóvenes muy sanos”, sostuvo. 

Respecto al porqué del homicidio, está convencida de que a Ignacio Olivares lo mataron por una confusión. “Yo creo que este tipo, el que le disparó, se equivocó de persona, porque el Nachito nunca anduvo metido en cosas raras. Además, yo sé que las personas que fueron testigos vieron que este tipo andaba alcoholizado y drogado. No estaba en sus cabales”, manifestó. 

Una bella relación

Llevaban dos años de pololeo y muchos se sorprendían por cómo llevaban esta relación. Siempre fue en serio, y de hecho, Ignacio y Javiera tenían planes de casarse cuando ambos cumplieran los 20 años, y no lo ocultaban, al contrario, les gustaba comentarlo, los hacía felices. Por lo mismo, en la actualidad la joven está tan mal y, según relata la madre, tendrá que recibir apoyo psicológico.

“Ella no ha parado de llorar. Tiene la pieza llena de recuerdos de Nacho, de cosas que él le regaló. Y el día que lo enterraron a él, se quedó hasta tarde en la tumba con algunos hermanos, porque todavía como que no asimilaban lo sucedido”, sostuvo la madre de Javi. 

Alejandra relata que lo único que la consuela –a su hija- es estar con la familia de su prometido, con quien tiene una bella relación, y con quienes compartían mucho cuando Ignacio estaba vivo. “Ellos la quieren mucho a ella, y la Javiera también los quiere a ellos, a la señora Janet y a sus hermanos. Creo que le hace bien estar con ellos, porque en la casa se deprime demasiado. Estamos tratando de sobrellevar esto juntos para que se haga menos pesado el dolor”, enfatizó. 

Un caballero a la antigua

Pese a que la madre no entra en detalles respecto a la relación, “porque era algo de ellos”, por lo que veía, le encantaba el trato de Ignacio con su hija. Lo describe como “un caballero antiguo”, de los que ya no quedan, que la conquistó precisamente por eso. 

Cuenta que era habitual que el joven llegara a su casa con flores o chocolates, y que en más de una oportunidad los sorprendió bailando vals antiguos. “Cuando les consultaba por qué lo hacían me contestaban que se estaban preparando para el matrimonio”, dice Alejandra. 

Un apoyo

Más allá de la relación que tenía con su hija, Alejandra asegura que Ignacio era una gran persona, y como tal fue un gran apoyo para su familia completa cuando llegó a sus vidas. “Mire, lo que pasa es que yo soy madre soltera de dos niñas, y paso trabajando, por lo que él era mucho apoyo, las cuidaba y me avisaba sobre cualquier cosa. Si me preguntas, la verdad, para mí era como un hijo, yo lo quería como un hijo”, cuenta. 

Además, asegura que el joven sacó a su hija adelante en momentos complejos de su vida en la que se encontraba con problemas emocionales. “Él, con su amor hizo que volviera a tener confianza en sí misma, fue algo súper bonito, y va a ser súper difícil de superar, por eso me duele que se diga que esto fue una venganza porque otro tipo estaba obsesionado con mi hija, porque yo estoy segura que no es así y al final se sabrá la verdad y se hará justicia”, enfatizó. 

 

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