• Así amaneció ayer lunes la librería Lápiz López, luego de que un grupo de sujetos entrara a robar en horas de la madrugada.
Crédito fotografía: 
Juan Carlos Pizarro A.
La madrugada del lunes atacaron una librería en el centro de La Serena llevándose un millonario botín. Los sujetos aprovecharían que Carabineros está centrado en resguardar las manifestaciones para cometer los ilícitos y las tesis policiales apuntan a que se trataría de los mismos individuos que sembraron el miedo en septiembre del año pasado cuando cometieron cuatro delitos similares en la capital regional en menos de dos semanas.

El nerviosismo se hacía sentir ayer por la mañana entre los trabajadores de la librería Lápiz López, ubicada en la esquina de Prat con Cienfuegos, en pleno centro de La Serena. Allí, tuvo lugar un violento hecho delictual durante la madrugada de este lunes cuando, según información entregada por Carabineros, un grupo de sujetos hizo ingreso al lugar por uno de los accesos a bordo de un vehículo derribando la mampara.

Estando adentro, provocaron diversos daños, pero rápidamente se dirigieron a la caja fuerte, la que sustrajeron llevándose la suma en efectivo de alrededor de 4 millones de pesos en efectivo.

Indignación

Cuando llegamos al lugar, la entrada de la librería estaba tapada con cartones a la espera de que se realizaran los peritajes correspondientes por parte de la PDI, quienes recibieron la orden de investigar por parte del fiscal adjunto de La Serena Marcial Pérez. Intentamos hablar con el encargado del recinto pero refirió que no podía entregar mayores antecedentes por expresa orden de sus jefaturas a nivel central, y sólo se limitó a decir que “al momento del robo no había nadie”, y que ellos se dieron cuenta de lo ocurrido una vez que llegaron a trabajar durante la mañana, donde pudieron dimensionar la magnitud del desastre.

Quienes sí quisieron hablar, aunque con reserva de su identidad, fueron los dependientes de locales cercanos, los que remarcaron que no era la primera vez que algún negocio era víctima de robo en las últimas semanas, “aunque ninguno había sido de este nivel”, precisaron.

Un trabajador de un recinto emplazado en calle Prat, indicó que desde hace bastantes días que había visto a un grupo de sujetos en bicicleta, “sólo observando”, y para él “algo estaban tramando”, indica.

“Para qué estamos con cosas, si aquí siempre vemos a gente que sabemos que no anda ni comprando, ni paseando, ni haciendo nada bueno. Lo que hacen es venir a ver y a planificar los delitos que van a cometer. Aquí hemos tenido varios robos pequeños, y estoy seguro que todo eso fue una preparación para lo de ahora”, agregó un molesto comerciante quien pidió mayor seguridad.

Primeras indagatorias

El Prefecto de Coquimbo, comandante Carlos Rojas, expresó que como Carabineros llegaron al sitio del suceso y pusieron a disposición del Ministerio Público todos los antecedentes recabados en el marco de las primeras diligencias.

“La investigación propiamente tal está a cargo de la PDI, lo que nosotros podemos referir es que estamos realizando las diligencias que nos permite el código procesal penal, es decir, entrevistar a testigos, hacer las primeras indagaciones respecto de los daños que quedaron en el lugar, verificar la existencia de posibles cámaras que hayan tomado antecedentes válidos del vehículo para saber si éste es robado o no, con la finalidad de entregar la mayor cantidad de medios de prueba a la Fiscalía. Todos estos datos deberán ser entregados a la PDI, a quienes se les entregó la investigación, para que ellos puedan dar con él, o los sujetos implicados”, indicó Rojas.  

¿La misma banda?

Pese a que la investigación continúa en curso, existen ciertos indicios que hacen pensar que los antisociales son viejos conocidos en la zona. Resulta que el año pasado, en el mes de septiembre, poco antes del estallido social, operó en la capital regional una avezada banda organizada del sector de La Antena, que perpetró cuatro alunizajes en menos de 15 días, sembrando el temor entre los locatarios de algunos sectores céntricos.

La organización habría sido desbaratada en su minuto, pero no se descarta que estén en libertad operando nuevamente, de hecho, es lo más probable.

“Todas las hipótesis son correctas son situaciones que no se pueden descartar en un hecho delictivo que requiere algún tipo  de especialización por parte de los individuos. Pero eso lo va a tener que determinar en definitiva la Policía de Investigaciones que serán los encargados de dar con el paradero de estos sujetos”, precisó el prefecto, quien, de todas formas, insistió en que este tipo de delitos nada tienen que ver con las manifestaciones sociales. “Son hechos de otra índole que cometen sujetos que se dedican a este tipo de ilícitos”, enfatizó.

Aprovechan contexto social

En lo que sí puso acento el comandante Carlos Rojas, es que estos delincuentes “se aprovechan del contexto social” para delinquir. “Saben que el despliegue operativo que realizamos por las manifestaciones es importante, entonces ellos esperan el momento preciso para atacar”, indicó.

En la misma línea, el general (R) y actual coordinador regional de Seguridad Pública, Rolando Casanueva, aseveró que este alunizaje es una situación que los pone en alerta.

“Delitos de esta índole no se estaban dando desde el año pasado, porque hay un comportamiento delictivo que ha ido variando conforme a la evolución o comportamiento de las marchas, entonces las bandas delictivas aprovechan el contexto debido a que Carabineros se ha estado abocando más a poder contener y mantener el control del orden público. Entonces ven que los funcionarios se van recogiendo a sus cuarteles después de una jornada larga, y aprovechan esto para cometer sus ilícitos, y por eso el llamado es a mantenerse siempre en estado de alerta”, puntualizó Casanueva.

PDI realiza diligencias

Desde la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) de la PDI, el subprefecto Rodrigo Villarroel reafirmó que están llevando a cabo la investigación para obtener los resultados lo antes posible, “por el delito de robo en lugar no habitado modalidad alunizaje, y que conforme a lo señalado por el denunciante, a eso de las 4:30 un vehículo que transitaba por el sector procedió a colisionar con una reja de protección que mantenía este local, ingresando una cantidad indeterminada de sujetos que se llevaron la caja fuerte que estaba en el interior para darse a la fuga en dirección desconocida”, refirieron.

Efecto cadena

Lo que preocupa cuando ocurre este tipo de delitos, es que, de acuerdo a diversos estudios estadísticos policiales, nunca vienen solos. Es decir, se produce “un efecto cadena”, y los mismos individuos siguen cometiendo el ilícito por el mayor tiempo posible hasta que la policía logre frenarlos, desbaratándolos.

Así sucedió el año pasado y el modus operandi era idéntico: los antisociales robaban un automóvil con alta potencia para luego utilizarlo en la destrucción de los accesos de los recintos comerciales e ingresar.

“Es común que esto ocurra así, porque hay bandas delictivas que se especializan en  esta metodología y ven las oportunidades en determinados contextos. Lógicamente que este comportamiento lo van a repetir de acuerdo a las facilidades que ellos vean dentro del mismo medio, o aprovechando el contexto de las manifestaciones, de manera que es probable que se produzca uno o más delitos similares, y ahí es donde la información que se pueda obtener es sumamente valiosa para poder hacer el seguimiento y lograr la detención de los autores”, especificó el coordinador regional de Seguridad Pública, Rolando Casanueva.

Comercio no quiere más problemas

Desde la Cámara de Comercio de La Serena, el presidente del gremio a nivel local Patricio Araya vio con preocupación lo acontecido en la librería, sobre todo por el denominado efecto cadena. “Es evidente que cuando ocurre un hecho de estos, después se vienen otros de las mismas características, y nosotros, los comerciantes somos los más perjudicados al final”, sostiene Araya, quien también cree que se trata de la misma banda de siempre.

“Son delincuentes que habían cambiado un poco su forma de actuar y que en el contexto del estallido social se infiltraban y andaban saqueando y ahí tenían su entrada. Ahora, como eso ha bajado están volviendo a su delito habitual, y es preocupante pero confiamos en la labor que haga la policía y sean capturados lo más pronto posible”, aseguró.

El autocuidado

Más allá de lo que puedan hacer las policías, Araya hizo un llamado al autocuidado y que los empresarios que pueden, inviertan en seguridad de manera particular. “Hay muchas pymes que no tienen los medios para invertir en seguridad, pero los que sí tienen la posibilidad de adquirir elementos como cámaras por ejemplo, ojalá lo hagan para así facilitar las investigaciones. Eso es fundamental”, argumentó el dirigente gremial.

 

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