• En la casa de Melissa continúan las consignas exigiendo justicia. Los vecinos se han encargado de mantener el lugar.
Crédito fotografía: 
Lautaro Carmona
De acuerdo al parte completo -desconocido hasta ahora-, cuando Carabineros revisó el cuerpo el 26 de noviembre a las 12:15 horas, de inmediato calificaron el delito como un homicidio, pero no por el golpe en la cabeza, lo que posteriormente indicaría el Servicio Médico Legal. Las graves heridas que tenía la menor y la presencia de un cuchillo, según el documento de los uniformados, los llevó a pensar que fueron estas lesiones las que provocaron el deceso. Respecto al proceso, la Fiscalía lo calificó como “causa secreta” el pasado 29 de diciembre, por lo que los intervinientes no saben si podrán acceder a la carpeta investigativa.

En el Pasaje San Anacleto de Villa Talinay, en La Cantera (Coquimbo), todavía se respira tensión. Ha pasado un mes y medio desde el terrible asesinato de Melissa Chávez, y todavía no hay noticias respecto al avance de la investigación, la cual se lleva a cabo con total hermetismo, incluso para los intervinientes, lo que genera una incertidumbre y sensación de miedo en quienes eran los vecinos de la menor de 12 años.

Miedo

Existe reticencia a hablar y pocos se atreven a dar su nombre, y menos a ser fotografiados. Pero lo cierto es que ninguno es indiferente a lo que, dicen, es una “demora excesiva” en el caso. “Yo creo que a estas alturas ya se debería saber algo. No sé, como que de un día para otro todo se volvió secreto y a una le da miedo, porque todavía no hay claridad de quién fue y puede andar un psicópata suelto dando vueltas. Se piensan tantas cosas”, relata una residente a quien llamaremos “Iris”.

Ella, junto a su esposo fueron testigos del macabro hecho ocurrido el 26 de noviembre del 2020, cuando pasadas las 11:00 horas se registró un incendio en la vivienda donde residía Melissa; su hermano menor; la madre Mirta Ardiles, y el padrastro Luis Santander, y aseguran que todavía no se pueden sacar de la cabeza el recuerdo del trágico episodio, sobre todo por los giros que ha tenido.

Desde un principio se informó de la muerte de la pequeña, quien justo ese día se encontraba sola en el domicilio, pero se dijo que la causa del fallecimiento era debido al fuego, o una posible asfixia producto del intenso humo. Esta versión cambió una semana después, cuando el caso dio un vuelco inesperado. Desde Fiscalía precisaban que había existido intervención de terceras personas y que la causa del deceso era un traumatismo encéfalocraneano, producido por un golpe con un objeto contundente. Se iniciaba así la investigación por homicidio.

 

Claridad desde el primer día 

Pese a que no se comunicó de inmediato, desde el mismo día de la muerte de la pequeña se tuvo claridad de que había sido asesinada. De hecho, los primeros en declarar en calidad de imputados por el crimen fueron la madre, Mirta Ardiles, y el padrastro, Luis Santander, quienes descartaron cualquier tipo de participación y, de hecho, días después dieron una extensa entrevista a diferentes medios de comunicación entregando su testimonio y exigiendo justicia. Claro, en ese instante no se sabía que eran sospechosos ni que se le había incautado teléfonos celulares, para solicitar una serie de diligencias entre las que se cuentan el rastreo de sus llamadas durante los días previos al siniestro.

Pero no sólo ellos son investigados. Existe un tercer sujeto indagado, vecino de Melissa. Se trata de un joven de 28 años quien, de acuerdo a la declaración de al menos 4 testigos, fue visto caminando por los techos de las casas minutos antes de que se produjera el incendio, con un overol azul y una máscara anti gases. El individuo vivía junto con su madre y abandonaron el barrio al día siguiente del asesinato, lo que sembró todo tipo de dudas en los habitantes del sector, incluida Iris y su esposo.

Pero todo lo descrito es conocido y ya ha sido publicado por distintos medios de comunicación. Lo que hasta ahora no se sabía es cómo, de manera inmediata, los propios Carabineros que concurrieron al sitio del suceso antes que se instruyera la investigación a la PDI, descubrieron que estaban en presencia de crimen brutal, algo que se desprende del parte policial que se había mantenido en el secretismo como parte de la reserva del caso.

Detalles desgarradores 

Según la narración de los hechos de Carabineros, llegaron al lugar a las 11:31 “para verificar un procedimiento de incendio, percatándose que efectivamente se trataba de un domicilio particular”.

Los vecinos ya estaban en las afueras de la casa, y al ver la presencia policial recurrieron rápidamente a ellos para solicitar ayuda. En el parte, los uniformados destacan a un individuo que no pudieron identificar en ese momento, pero que les refirió que había ingresado a la casa siniestrada por el portón, y luego por la puerta de la cocina, lo que logró perpetrar quebrando un pequeño vidrio del costado. Todo esto, con el objetivo de abrir la puerta principal de la casa y que el personal de emergencia pudiese entrar, de acuerdo a lo que consigna el parte.

La descripción continúa de manera explícita, identificando a cada uno de los vecinos que prestaron colaboración, y deja de manifiesto los intentos de los uniformados por subir al segundo piso de la casa, desde donde emanaba el humo, pero no pudieron realizarlo precisamente debido “a la espesa humareda” que “les imposibilitaba respirar y observar”, por lo que decidieron esperar a Bomberos, quienes llegaron a las 11:45, sin embargo, los voluntarios también aguardarían a que se despejara un poco para ingresar. Claro, en ese momento todavía desconocían que existía una persona al interior.

Pero a las 11:50, detalla el primer informe de los uniformados, llegó el padrastro de la pequeña, Luis Santander, quien les dijo que Melissa se encontraba en el domicilio. Los esfuerzos se extremaron de inmediato y los voluntarios subieron rápidamente. Allí, en una de las habitaciones encontraron el cuerpo en una de las camas, sin signos vitales por lo que solicitaron a Carabineros que constataran el hecho. Minutos más tarde, a las 12:21, la información fue corroborada por personal del SAMU.

En el parte policial, en primera instancia el hecho se califica como “incendio con resultado de muerte y/o lesiones”. Sin embargo, luego se recalifica como “homicidio”, para luego detallar que el “medio para la comisión del delito” fue “un arma blanca”, específicamente “un cuchillo”.

Cierto, este documento es el primero de todos, y más tarde desde el Servicio Médico Legal informaron del traumatismo encéfalocraneano como la causa del deceso, sin embargo, la descripción de los hechos y las conclusiones preliminares de Carabineros dan cuenta del ensañamiento con el que se cometió el asesinato que ha conmocionado a la región y al país. Además del golpe en la cabeza, las heridas en su cuerpo eran de tal magnitud que llevaron a los uniformados a pensar, tras el primer análisis externo, que habían sido esas lesiones las que causaron su muerte.

Investigación secreta 

Pese a que desde el Ministerio Público han manifestado que no se entregarán detalles del caso y la causa no se encuentra disponible en el sistema del Poder Judicial, recién el pasado 29 de diciembre del 2020 fue calificada como “causa secreta”, basándose en el artículo 182 del código procesal penal, por esto, eventualmente, ni siquiera los intervinientes podrían tener acceso a la carpeta investigativa que están solicitando.

Sin embargo, esperan tener acceso a las copias, y aguardan a que se cumplan los plazos para ver si es necesario presentar algún recurso para poder obtenerlas.

Por lo pronto, según declara Nicolás Pavez, abogado querellante en representación de la madre de Melissa Chávez, Mirta Ardiles, todo está dentro de lo legal y, tal como la comunidad en su conjunto, ellos esperan que el crimen se esclarezca lo antes posible. Sin embargo, no puede explayarse demasiado, ya que no ha tenido acceso a los antecedentes de la investigación. “Entendemos que el Ministerio Público ha recabado una serie de antecedentes de los cuales nosotros desconocemos el detalle, por lo que no podríamos referirnos a ello. En ese mismo sentido, le reitero que estamos esperando la copia, para ver en qué dirección van las diligencias porque queremos confirmar si todas las líneas de investigación se están desarrollando, nosotros esperamos que así sea”, aseveró.

En ese sentido, sostuvo que “todavía hay versiones dando vueltas que hay que aclararlas. Hay conversaciones de WhatsApp entre los vecinos que también queremos ver bien, tenemos antecedentes de que incluso hay un video dando vueltas (…) Y también hemos proporcionado otras líneas que queremos que se investiguen, a esta persona que estaba en los techos minutos antes, eso nos parece que es clave, desde luego que sin querer imputarle nada a él, pero todo se tiene que esclarecer, lo que no es una versión nuestra, es algo que ha nacido de los propios vecinos”, precisó.

Don Dens retomando fuerzas 

Respecto al otro querellante, Denis Chávez, padre biológico de Melissa, quien es representado legal y psicológicamente por el PAV (Programa de Apoyo a Víctimas de la Subsecretaría de Prevención del Delito), es poco lo que se ha sabido. De acuerdo a información recabada por este medio, en los últimos días habría podido volver a trabajar, y está confiando en que la justicia haga su trabajo, y que pronto el caso sea resuelto para paliar en parte el mayor dolor de su vida.

 

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