El alcalde de Vicuña, Rafael Vera, cuenta lo que fue ese martes 02 de julio en la capital mundial de la astronomía. Visitantes de todas las latitudes, hoteles y restaurantes funcionando a su capacidad máxima.
Pero también relata la parte más emotiva y asegura que “nadie tenía muy claro que debíamos hacer”, de hecho, recuerda que entonó el “ceacheí” y que se vio totalmente superado en cuanto a emociones. “No hay palabras para explicarlo, solo emoción y llanto”.
“La experiencia que vivimos hace un año fue impresionante, única y muy difícil de volverla a repetir porque aunque estemos en otro eclipse no será visualizado en un lugar tan especial como este”, cuenta.
Una conexión especial
En medio de la emergencia sanitaria debido al coronavirus, ese buen recuerdo –dice Vera- ratifica la reflexión que se dio esa jornada, cuando la sensación de “pequeñez” los puso frente a frente con la naturaleza. “Hoy nos demuestra que pese a los avances que tenemos no somos inmunes y ella es más grande y hay que respetarla”.
“Uno se siente más pequeño, se conecta con sus raíces y con la tierra. Cuando vivimos experiencias de ese tipo nos damos cuenta que somos parte de algo gigantesco y que lo que debemos hacer es trabajar para cuidar el planeta, nuestros territorios, hacer de esto una mejor herencia”, agrega.
El jefe comunal reflexiona que el eclipse total de sol que se registró el año pasado no sólo debe ser analizado como un evento que permitió dar un salto importante en materia turística sino que también fue “ver lo que somos en realidad”.
Oportunidad única para la región
Rafael Vera asevera que el fenómeno generó un momento de gran “satisfacción” en la región, los vicuñenses, agrega, se vistieron de fiesta y demostraron estar a la altura, “estamos para grandes eventos”.
“Todos hicimos un gran esfuerzo y demostramos que podíamos recibir multitudes. También fue una enseñanza para nosotros porque cuando hay un trabajo colaborativo y planificado las cosas funcionan bien. Dejamos el nombre de la región en un muy buen nivel”, manifiesta.
A esto, agrega que el resultado se expresó en la alegría que tuvieron los turistas nacionales y extranjeros al observar esos dos minutos de total oscuridad.