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Gracias al trabajo entre el Ministerio de Educación y Fundación Súmate de Hogar de Cristo, el Servicio Local de Educación Pública Puerto Cordillera ha instalado Espacios de Reencuentro Educativo (ERE) en dos establecimientos educaciones de Coquimbo y Andacollo. La iniciativa busca reincorporar a adolescentes y jóvenes que estaban fuera del sistema educativo principalmente por experiencias de exclusión escolar.

Mientras se discute si es posible o no que los escolares vuelvan a las clases presenciales antes de fin de año a raíz de la pandemia, el Ministerio de Educación advierte que la crisis sanitaria dejará tasas de abandono escolar que no se habían visto en una década.

A los 187 mil niñas, niños y jóvenes (NNJ) que hoy están fuera del sistema educacional, se estima que podrían sumarse más de 80 mil, una cifra muy superior a la registrada tras el terremoto de 2010.

Devolver el derecho a la educación a este alto número de NNJ, en su mayoría los más vulnerables, será una tarea titánica si no se crean espacios apropiados dentro de los mismos colegios para que puedan recuperar los años de rezago escolar, repitencia y exclusión. Esa es al menos una de las propuestas de la Mesa 6 Compromiso País para evitar el aumento del abandono escolar entre los 5 y los 21 años de edad.

La Fundación Súmate del Hogar de Cristo tiene más de 20 años de experiencia en esta materia, con 5 escuelas de reingreso y la fructífera implementación de Espacios de Reencuentro Educativo en distintas comunas del país.

¿Qué son los Espacios de Reencuentro Educativo? Son aulas o lugares dentro de una escuela regular, destinados a integrar a NNJ que han vivido experiencias de exclusión escolar y buscan culminar sus trayectorias educativas.

“Para mí el ideal sería que todos los colegios tuvieran esas instancias, con profesores motivados, con vocación, apasionados y sin prejuicios, que supieran entender el contexto de sus alumnos, falta empatizar más con los adolescentes vulnerables”, Giovanna Pérez, profesora de educación técnico profesional, coordinadora del proyecto

Ana Victoria Ahumada, directora del Servicio Local de Educación Pública Puerto Cordillera, en la Región de Coquimbo, decidió incorporar Espacios de Reencuentro Educativo antes del estallido social y antes de la pandemia, sin saber de la dramática estadística que hoy preocupa al Ministerio de Educación.

“Cuando recién asumí en el Servicio en 2019, me visitó Liliana Cortés, Directora de Súmate, quien me contó del proyecto que vienen desarrollando y confieso que era imposible no sumarse. Los valores, los objetivos de esta iniciativa, son coincidentes con los esfuerzos que estamos haciendo desde la Educación Pública de abrir más posibilidades a niños y jóvenes que por diversas razones abandonan la escuela”, señala la ingeniera en administración de empresas y licenciada en educación técnica profesional.

Una vez tomada la decisión, se preocupó de armar un equipo para asumir la tarea, pero el estallido social y la pandemia retrasaron la implementación.

“Fue un momento desafiante porque teníamos que resolver temas administrativos y financieros por tanto debíamos ser muy creativos para hacernos parte del desafío.  Afortunadamente el equipo de Puerto Cordillera es muy competente y hemos puesto todas las energías para que las cosas resulten”, agrega.

Contrató a Giovanna Pérez, profesora de educación técnico profesional, coordinadora del proyecto en el que están involucrados todos los subdirectores de la unidad técnica pedagógica del servicio, un equipo sicosocial, asistente y dos profesores. Un total de 10 personas.

Entre “soñadores capaces” y “los r@bles

El siguiente paso fue encontrar los establecimientos educacionales que se quisieran comprometer con crear estos ERE. El emblemático Liceo Diego Portales de Coquimbo y el Centro de Educación Integral para Adultos Andacollo se sumaron con entusiasmo a la iniciativa. Giovanna Pérez junto al equipo del SLEP comenzaron en el verano a contactar familias y a captar los estudiantes. Se habilitaron aulas especiales con una estructura atractiva, diferente.

“Los valores, los objetivos de esta iniciativa, son coincidentes con los esfuerzos que estamos haciendo desde la Educación Pública de abrir más posibilidades a niños y jóvenes que por diversas razones abandonan la escuela”, Ana Victoria Ahumada, directora del Servicio Local de Educación Pública Puerto Cordillera

Sin embargo, el cierre de las escuelas y la implementación de las clases online por la pandemia lo cambió todo. Recién el pasado 5 de agosto, 25 jóvenes en Andacollo y otros 10 en Coquimbo, de entre 14 y 19 años, iniciaron sus clases a distancia. Les entregaron tablets a cada uno de ellos con plan de internet.

Giovanna Pérez cuentan que tienen clases virtuales tres veces a la semana. Los del Liceo Diego Portales escogieron el nombre ‘Soñadores Capaces´ para su grupo y los de Andacollo se llaman ´Los R@bles´, “incluso ya diseñaron sus logos. Es una forma de generar compromiso y hacerles sentir pertenencia”.

Para ella, la metodología en base a proyecto, el establecer metas a corto plazo y la entrega de una oferta de estudio más atractiva, es la manera como debería funcionar todo el sistema escolar.

“Para mí el ideal sería que todos los colegios tuvieran esas instancias, con profesores motivados, con vocación, apasionados y sin prejuicios, que supieran entender el contexto de sus alumnos, falta empatizar más con los adolescentes vulnerables. Tampoco es necesario tener tantos recursos”, señala Giovanna.

Ana Victoria Ahumada agrega que “somos uno de los primeros Servicios Locales de Educación Pública que ha implementado este proyecto”.

 

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