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El Día
Se prevé que durante el mes de marzo la gente vuelva a salir en masa a las calles y desde el comercio hasta los propios actores sociales enfatizan en la necesidad de que las personas se expresen sin realizar saqueos ni actos de vandalismo con miras al proceso constituyente. Por su parte, el general de Carabineros, Jorge Tobar, llama a denunciar cualquier accionar de funcionarios policiales que no se ajuste a la ley o vulnere los Derechos Humanos.

Faltan sólo un par de días para que comience marzo y la incertidumbre por el tenor que tendrán las manifestaciones sociales está instalada. Claro, particularmente en las zonas céntricas de La Serena y Coquimbo sobre todo durante fines de octubre y todo el mes de noviembre del 2019 se produjeron hechos de violencia y acciones vandálicas que de alguna manera empañaron las protestas pacíficas con el consecuente daño, por ejemplo, a rubros como el pequeño y mediano comercio. 

Son precisamente ellos, los locatarios, quienes hacen un llamado a la gente a marchar, pero sin provocar daños, ya que no quieren volver a experimentar lo que vivieron el año pasado con los destrozos y en algunos casos, los saqueos. 

Caracol en alerta

Uno de los puntos de la ciudad que fue afectado por actos de delincuencia fue el Caracol Colonial de La Serena. Al tradicional recinto ingresaron individuos provocando destrozos y robando en algunos locales, lo que llevó a que los dependientes tuviesen que establecer una guardia permanente en el lugar durante varias semanas, además de tener que cerrar mucho más temprano. 

Allí, el “tema marzo” se ha discutido, y pese a que están en alerta sobre lo que pueda pasar, tienen esperanza en que todo se desarrolle de manera pacífica. Sergio Galleguillos, dueño de la joyería del mismo nombre, estuvo en el lugar cuando fue saqueado y realiza un fuerte llamado a los manifestantes a que respeten a los pequeños y mediamos empresarios.

“La verdad es que sí, es efectivo que en el centro en general hay miedo, pero por eso mismo, lo que pedimos nosotros es que si van a realizar marchas, se realicen de manera pacífica porque no hay ningún motivo para hacer daño  a comerciantes como nosotros, si es que lo llegan a hacer, es pura delincuencia”, expresó. 

En esa línea, pidió a las autoridades un mayor resguardo, desde todas las entidades, tanto policiales como municipales. “Todo lo que se pueda hacer para resguardarnos a nosotros es bien recibido. Ojalá que Carabineros priorice estos lugares, o desde el municipio que también pongan a los guardias para evitar que tengamos hechos como lo del año pasado, porque hay que tener claro que con los saqueos y los robos no vamos a llegar a ningún lado”, especificó. 

“Somos iguales"

También desde el Caracol colonial, pero desde la tienda Más Juegos, Daniela Cáceres, invita a que todo se realice en calma. No entiende cómo puede haber gente que descargue su rabia contra personas que también trabajan, que son “del pueblo” y que incluso, cuando pueden, también salen a apoyar las demandas sociales.

“Fue fome lo que pasó el año pasado. Yo no estaba en ese momento, pero cuando llegué a trabajar me encontré con los vidrios quebrados de este local y el de al lado. Fue una sensación triste, porque es la fuente laboral que tiene uno. Lo que a mí me gustaría es que lo que pase ahora en el mes de marzo sea más tranquilo, y que los manifestantes entiendan que nosotros no somos los enemigos de ellos, porque obviamente se está luchando por algo que es justo para todos, pero cuando se pasa la barrera a lo delictual nos dividen a todos, atacando a gente que no tiene nada que ver, cuando deberíamos estar todos juntos”, comentó. 

Jimena Meneses, administradora del pequeño local “Sin culpa” ubicado en calle Balmaceda, hace el mismo llamado. El recinto también fue víctima de destrozos y espera que esta vez las cosas sean más tranquilas para la gente que trabaja en el centro de la ciudad.

“Siempre cuando pasan las marchas dejan la escoba, hacen destrozos y a una le da miedo. Yo soy mujer y muchas veces estoy sola acá, por lo mismo ahora les hago el llamado a esas personas que marchan a que respeten nuestras fuentes laborales. Sabemos que son grupos más pequeños los que hacen daño, y lo que esperamos es que los que son pacíficos los puedan controlar o apartar”, sostuvo. 

El movimiento 

Pese a que las manifestaciones han bajado en su intensidad durante los meses de enero y febrero, no han dejado de realizarse, y lo han podido hacer en el marco de la tranquilidad en la mayoría de los casos. Pero respecto al comportamiento que pueda tener la gente durante el mes de marzo es impredecible y aquello lo reconoce desde la propia Mesa de Unidad Social, Matías Vásquez, quien si bien admite que las acciones vandálicas se escapan de las manos, muchas veces no son propiciadas por los manifestantes, sino por los propios Carabineros. 

“Hay que ser claros, si se habla de violencia tenemos que hablar de la que viene de los manifestantes y también de la que se produce debido a la represión que sufren las personas por parte de la fuerza policial, pero desde la Mesa de Unidad Social siempre se ha optado por la protesta pacífica, donde no hayan disturbios y donde no haya violencia, porque sabemos que hay gente que se infiltra, delincuentes, y también se ha rumoreado de policías, lo que genera una rabia en el pueblo, es evidente, porque la violencia es mutua. Ahora, eso no significa que nosotros la avalemos”, manifestó Vásquez. 

Carabineros y obligación de respetar DDHH

En la institución de Carabineros saben que no pasan por su mejor momento en términos de imagen, pero deben seguir cumpliendo con su deber con el mismo convencimiento ya que están mandatados al resguardo del orden público. 

De igual forma, se admite que podría ser un marzo complejo debido al proceso que vive el país, las manifestaciones sociales y la polarización que puede producirse entre los propios civiles. Respecto a esto, el general Jorge Tobar, jefe de la zona policial pone el acento en que ellos sólo intervendrán cuando se produzca algún disturbio, y aclara que siempre será cumpliendo con la obligación de respetar irrestrictamente los derechos humanos de las personas.

“Yo quiero ser muy enfático en este tema y en relación a lo que pueda suceder en marzo. Carabineros tiene un deber ineludible con los derechos humanos, y estamos trabajando en mejorar ostensiblemente y cómo la ley nos obliga a tener mejores servicios con miras a respetar los derechos humanos de todas las personas y en especial de los manifestantes. Esa es la línea de base con la que nosotros iniciamos el restablecimiento del orden público”, expresó el general. 

Hizo el llamado a las personas que adviertan un actuar de algún funcionario que no esté acorde con este mandato, para que denunciaran y así la institución pudiera realizar las investigaciones internas y sumarios correspondientes. “Los carabineros están al servicio de la comunidad y si la comunidad observa que hay alguna acción que no se condiga con nuestro mandato, nos lo tiene que hacer saber y nosotros darles una respuesta adecuada”, expresó. 

Cámaras de comercio 

Desde la Cámaras de comercio tanto de La Serena como de Coquimbo tienen una postura similar. Admiten que Chile necesita cambios y que las demandas son justas pero, afirman, las manifestaciones no se pueden salir del marco del Estado de Derecho. Así lo consigna Patricio Araya, de La Serena, cuyo llamado es a la ciudadanía a respetar el trabajo de los demás.

“Nosotros llamamos a los manifestantes a que marchen de manera pacífica. Porque se pueden manifestar sin hacer daño. Igualmente, debiesen controlar a las personas que se salgan de la marcha para hacer daño, y así ir identificando a los que de verdad quieren cambios e ir separándolos de los que tienen como fin delinquir”, expresó. 

Dejó en claro que en particular, el dañar al comercio de la ciudad no contribuye en nada. “Aquí la mayoría de los socios son pymes, familias esforzadas en cuyos negocios está el trabajo de toda una vida (…) Además, son personas de diferentes posturas políticas, porque nosotros en la Cámara de comercio siempre hemos sido transversales”, clarificó. 

Por su parte, Fernando Guzmán, de la Cámara de Comercio de Coquimbo expresa que, “si bien es cierto este país requiere cambios, esto tiene que ser de manera racional y dentro de la norma, hay que hacer presión pero la sociedad tiene que ser capaz de organizarse, porque eso sí tiene valor, y no los actos de vandalismo, saqueos y este tipo de cosas. Porque si estas protestas van a ser violentas, nosotros nos oponemos de todas formas”, aseveró. 

 

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