“Caravana por el Agua” reúne a dirigentes y campesinos en defensa del recurso hídrico

Patricia Pizarro, pequeña campesina de la localidad de Cerrillos de Rapel, en Monte Patria, ha visto como en los últimos años el antaño paisaje de color verde regado por el río, ha dado paso a uno más bien de color ocre. Es la señal de la sequía que hoy afecta a este valle y a muchos otros de la región.

Por el contrario, las laderas de las montañas del sector, se hayan cubiertas de extensos cultivos de las más diversas especies frutícolas. Para la señora Patricia esto es señal de que algo no anda bien.

“Estamos viviendo una situación muy grave, porque los monocultivos están robándose toda el agua y nosotros no tenemos nada. Somos pequeños campesinos de toda una vida y ahora llegó gente de afuera y se adueñó de las aguas del río. Tenemos todos nuestros campos secos”, asegura.

Agrega que hace más de un mes que no pueden regar, pero en las grandes plantaciones vecinas existen estanques llenos de agua, comenta indignada.

Por lo mismo, acusa falta de fiscalización y e injusticia al momento de acceder al recurso hídrico. “Por eso estamos aquí, como pequeños campesinos hemos decidido organizarnos, para que alguien nos escuche, pues las autoridades han permanecido sordos y mudos”, señala.

Como ella, decenas de personas provenientes de los tres valles de la región –Elqui, Limarí y Choapa– llegaron este lunes hasta el frontis de la Intendencia regional en el marco de la denominada “Caravana por el Agua y la Vida”, en donde, a través de consignas, números artísticos y testimonios, protestaron por la grave situación de escasez hídrica que afecta a dichos territorios.

Más allá de la sequía

Si bien es de público conocimiento que la megasequía afecta desde hace más una década a la región, generando graves problemas de estrés hídrico, las organizaciones de pobladores y campesinos que participaron este lunes en la caravana apuntan a una serie de situaciones que agravan aún más la situación de escasez, sobre todo en las comunidades rurales.

Extensas plantaciones agrícolas, existencia de pozos ilegales, y concentración de derechos de agua por parte de grandes empresas, son parte de esas situaciones que denuncian los pobladores, ante lo cual, señalan, no ha habido efectiva respuesta del Estado.

Jacinto Aracena, presidente de la Agrupación de Vecinos del sector rural de Coquimbo, sostiene que en el sector de Pan de Azúcar “tenemos más de 1.500 familias sin agua potable (…) Más allá del cruce de Andacollo también hay muchos sectores sin agua potable, pues hay empresas que están secando las napas. Contra eso estamos luchando. Las autoridades debieran ser las que tienen que dar solución a estos problemas, acercarse a las comunidades y ver la realidad in situ”.

José Antonio Cortés, agricultor de la comuna de Paihuano denuncia a su turno la existencia de pozos y desvíos ilegales que los están dejando sin agua. “Este no es un problema de ahora solamente, sino que viene desde hace mucho tiempo”, asegura quien recuerda que hace unas semanas ya hubo una marcha en esa comuna, a raíz del mismo problema.

“Lo que está pasando con el agua es gravísimo, más cuando vemos que el río se está secando. Es cierto que hay sequía, años muy malos, pero nunca habíamos visto el río casi seco como ahora”, dice.

Por su parte, Aroldo Castillo, agricultor y empresario turístico del sector Alto del Valle del Río Grande (Monte Patria) apunta también a la excesiva extracción de agua desde numerosos pozos que, en el caso de este sector, dice, se origina a raíz de un decreto del año 2015 “en que se autorizaron pozos someros para sacar agua, pues los canales, a raíz del terremoto de ese año, quedaron enterrados. El problema es que eso lo dejaron de manera permanente, y cualquier persona puede hacer un pozo en su terreno y sacar agua”, señala. 

Desigualdad

Aníbal Carmona, dirigente de la coordinadora Valles en Movimiento de Monte Patria, señaló que como organizaciones están en permanente trabajo para aportar con medidas concretas para una gestión responsable del agua. Por eso, durante la manifestación intentó junto a otros dirigentes, entregar una carta al intendente Pablo Herman con una serie de propuestas en esa dirección.

“Nosotros venimos a proponer trabajo. Las medidas que necesitamos son claras. No nos estamos manifestando por cualquier cosa sino, porque la gente que está aquí tiene el conocimiento y la experiencia para avanzar en lo que es el tema de la gestión del agua”, señaló.

En ese sentido, recordó que el último Balance Hídrico Nacional, encargado por la DGA, advierte de una disminución de un 30% de la disponibilidad del agua en la zona centro-norte del país. Por lo mismo, dice, “este trabajo nos hace pensar que se nos va venir encima una situación mucho más crítica, que ya va a sobrepasar el tema de las manifestaciones, y que nos va a obligar como sociedad a enfrentarnos con voluntad y acciones concretas ante el dilema hídrico”.

En ese sentido, su llamado es a evitar que la región se convierta en un “nuevo Petorca”, y por lo misma lamenta “que las autoridades no estén tomando conciencia al parecer, de lo que eso significa”, más aún, dice, cuando el acceso al agua es cada vez más desigual producto de la acaparación de derechos de agua.

“Por ejemplo, en la Junta de Vigilancia del Río Grande y sus Afluentes, los pequeños regantes no tenemos voz. Basta con que se junten dos o tres grandes empresas que concentran la mayor parte de acciones de agua y ellos deciden por todos”, sostiene, agregando que “solamente en los valles al interior de Monte Patria tenemos a más de 1.500 pequeños regantes que no tienen voz en la junta de vigilancia, y al no tener voz, las medidas se toman directamente por las grandes empresas”, explica.