Si bien es cierto ayer se realizó en el Salón Prat de la Intendencia Regional un nuevo Comité de Crisis, donde participó el intendente regional, Pablo Herman, autoridades de orden y seguridad, además de los alcaldes de las comunas en cuestión (La Serena. Coquimbo, Vicuña y Salamanca), quedan muchas dudas en torno al real apoyo que los ciudadanos y ciudadanas podrían recibir durante la cuarentena que se inicia a partir de mañana desde las 05:00 horas.
Al tomar el pulso de la ciudadanía, queda la sensación que las personas están “resignadas” ante una realidad que ya vivieron anteriormente, específicamente entre el 29 de julio y el 25 de septiembre del año pasado, lo que si bien apareció como una experiencia a ratos estresante, puso a prueba la resiliencia de nuestros habitantes, lo que conocimos de primera fuente en las calles de nuestra conurbación. Las aglomeraciones y la incertidumbre fueron la tónica, sobre todo porque diversas actividades económicas dependen del público que circula y que disminuirá en forma evidente tras la puesta en marcha de la Fase 1.
Si bien es cierto el intendente regional, Pablo Herman, comprometió medidas respecto a lo netamente sanitario, los alcaldes esperan que en estas circunstancias, tal como sucedió en 2020, surjan recursos adicionales para apoyar a la ciudadanía. Sin embargo, tampoco está muy claro si existirán planes que emanen directamente de los municipios, donde lamentan haber llegado a este estado y, señalan, pudo haberse evitado principalmente debido a la alta cantidad de contagios derivados de la irresponsabilidad ciudadana y a la gran llegada de turistas a la zona.
¿Realmente preocupa?
Frente a este escenario de cierta inquietud, ante el escaso apoyo municipal, distintas personas y agrupaciones sostienen que se hace difícil contener estas condiciones cuando se es un pequeño, o incluso un mediano empresario.
Al respecto, el presidente de la Cámara de Comercio y Turismo de La Serena, Patricio Araya, aseguró que “se hace necesaria una ayuda adicional para todos los comerciantes que vamos a afrontar esta etapa, que esperamos no sea muy larga. Hemos estado hablando con autoridades nacionales y regionales, como el seremi Carlos Lillo, porque necesitamos sobrevivir, sobre todo aquellos que no venden productos esenciales”, acotó.
Respecto de ayudas, Araya sostuvo que “los créditos Fogape fueron importantes en una primera etapa. También uno aguarda que existan opciones de créditos blandos a largo plazo. Faltan proyectos regionales de envergadura”.
Respecto de las expectativas hacia la autoridad comunal, Araya recalcó que “uno puede acercarse a ellos cuando estamos en Fase 2 ó Fase 3 , para que nos den los permisos necesarios y los restaurantes puedan sacar las mesas a las calles. También puede ser útil para postergar el pago de patentes y no rematar las patentes de alcoholes”, subrayó el representante gremial, que espera que el comercio local sea privilegiado por sobre los ambulantes.
Otros comerciantes sostienen que hay otras problemáticas a considerar. Uno de ellos es Patricio Yávar, dueño del restaurant “El Gringuito”, que escasamente ha podido funcionar durante los últimos meses durante la pandemia. Si bien es cierto cree que desde las comunas podrían existir mayores apoyos, los municipios “están atados de manos” y la principal problemática está en que “desde el gobierno central no existen los verdaderos incentivos para que los locales comerciales del centro de la ciudad puedan seguir funcionado”, posibilidades que a su juicio, sí han tenido las grandes tiendas. “Igual resulta preocupante que nosotros, que pagamos patentes municipales, no podamos trabajar, situación que sí he visto en ciudades como Vallenar, donde se ha llegado a acuerdos más concretos para poder desempeñarse”, lamentó.
De dulce y agraz
Otros locatarios y trabajadores del sector céntrico y alrededores también han indicado sus aprensiones. Jaime Riquelme, dueño del local “Entre Canela y Clavo de Olor”, que se dedica a la venta de frutos secos y yerbas medicinales, a un costado de la Recova, consultado si está preocupado por el retroceso a Fase 1 , aseguró que “deberíamos tener una disminución en la cantidad de público que nos visita, pero mucha gente también es precavida y creo, al igual que en la cuarentena anterior, se hará de productos en forma anticipada para así no tener que verse contra el tiempo. Nosotros podemos trabajar y estamos disponibles al público”, acotó.
Pero, asimismo, hay otras personas que viven de lo que trabajan a diario, aunque han tomado sus precauciones. La señora María Guamán trabaja como florista, y está consciente que con la llegada de la cuarentena, deberá cerrar sus puertas. Sin embargo, “aunque ya me estoy preparando para cerrar, sólo pido un poquito de conciencia, porque el Covid-19 me ha afectado directamente, porque un hijo estuvo contagiado”. Ante el nuevo escenario, aunque le preocupa lo que pueda pasar, sostiene que tuvo la precaución de ahorrar para así evitar zozobras.
Una realidad diferente vive Roberto, quien trabaja como cerrajero cerca de La Recova. Si bien es cierto se las ha arreglado para poder trabajar, asegura que un retroceso a cuarentena no le viene nada de bien.
“Por mucho que abra, es tanto lo que baja el público que hay días que no me conviene ni abrir, pero qué le vamos a hacer”, señaló.
En otra situación, nos encontramos con una profesional independiente, Carolina, quien mientras esperaba para ingresar a un banco, nos cuenta su situación.
“Trabajamos en el día a día, y así nos hacemos un sueldo. Nosotros no recibimos aportes del Estado, excepto un préstamo solidario y un bono, mientras tuve una caída importante de mis ingresos. Mi año 2020 fue muy crítico, sobre todo en los meses que no pude trabajar, porque no tenía clientes, y sin apoyos en lo concreto. Ojalá que este 2021 se pueda seguir trabajando, aunque he podido hacerlo de manera remota “, recalcó la profesional.
¿Qué dicen las autoridades?
Los jefes comunales, consultados por posibles apoyos tras el Comité de Crisis, esperan respaldos. El jefe comunal de La Serena, Roberto Jacob, subrayó que “estamos preparados ante la posibilidad de hacer entrega de cajas si es necesario. Ojalá nos lleguen recursos, porque está la Ficha Covid-19, para quienes estuvieron en Fase 2 y Fase 3, y estará operativa durante este mes para que se inscriban, donde se entregan $40 mil por integrante de cada familia, y eso es lo que hay hasta el momento. No sabemos si habrá alguna otra ayuda directa para poder comprar, aunque como municipios vamos a hacer esfuerzos con lo que nos va quedando para ir hacia las familias que están más necesitadas”, aseguró.
El alcalde de Vicuña, Rafael Vera, sostuvo que “nos complica mucho que hayan locales o personas que pueden funcionar y otras no. Nos preocupa que lleguen los bonos de emergencia para aquellos que lo están pasando mal y que no van a poder ir a trabajar”, acotó en materia de ayudas que aguardan.
Por su parte, el jefe comunal de Salamanca, Fernando Gallardo, recalcó que hasta el momento no han habido compromisos económicos de parte del gobierno central. Sin embargo, está preparando una serie de medidas que podrían mantener en movimiento parte de la actividad comercial.
“Queremos condicionar, por ejemplo, los horarios de las botillerías, lo que el año pasado nos dio buenos réditos, porque el comercio empezó definitivamente a funcionar en un horario adecuado, lo que facilitó que la gente ya estuviera en sus casas entre las 18:00 y 19:00 horas. Hay que saber adaptarse pero sin descuidar la salud”, concluyó.