Clara Olivares: “Nos ganaron, es cierto, porque la clase política nos vendió. Nos traicionó”

A pesar de no estar de acuerdo con el reajuste aprobado, finalmente los empleados públicos decidieron poner término a una huelga que se extendió por casi cuatro semanas, tras la aprobación en el Congreso de un aumento salarial del 3,2 % propuesto por el Gobierno pero que en nada satisfizo la necesidad de los trabajadores

Por lo mismo, la presidenta regional de la Anef, Clara Olivares, agradeció a los funcionarios que se sumaron a la huelga durante todo este tiempo y criticó duramente al Gobierno, que en ningún momento varió su posición de aumentar los sueldos, aunque flexibilizó el monto de algunos bonos y otros beneficios asociados, favoreciendo a los trabajadores con salarios más bajos.

“La mesa nacional acordó que a partir de mañana se retomarán las actividades con normalidad. Nosotros tomamos la decisión de continuar con la organización macro, que es la mesa del sector público, y levantar opciones para los cargos de representación popular desde el mundo del trabajo, así que desde mañana comienza el trabajo de los funcionarios públicos, donde se irán reprogramando los turnos”, comenta Olivares, aún con un tono de molestia por no haber conseguido lo que buscaron todo este tiempo.

“Nos ganaron, es cierto, porque la clase política nos vendió. Nos traicionó, porque se vendieron a un Ministro de Hacienda (Rodrigo Valdés) que obedece a los empresarios. Sin embargo, lo bueno es que no recuerdo haber visto tanta unidad en los trabajadores como hasta ahora. Pensé que hoy -en el banderazo- el ánimo sería diferente, pero me equivoqué, porque los funcionarios están aún más indignados, salieron más a la calle y radicalizaron aún más el movimiento. Creo, sin equivocarme, que lo que permitió esta decisión de las cúpulas políticas fue que los trabajadores recuperaron la conciencia de clase, de que nosotros somos parte de una misma casta y que ninguno de los que está allí nos representa”.

Con respecto a si ganaron algo luego de tantos días de movilizaciones, Olivares manifestó que “el paro en sí mismo no es un objetivo, sino que el paro era una herramienta para conseguir un objetivo que finalmente no lo conseguimos. Perdimos por lo que estábamos luchando, por lo tanto el paro ya no tiene sentido. Sin embargo, creemos que en este caso tenemos que usar otras estrategias que nos permitan hacerle sentir a la clase gobernante y a los parlamentarios todo nuestro descontento. Y en eso vamos a tratar de ser muy creativos”.

Y luego reconoció que “la decisión de terminar con el paro fue de la mayoría, ya que somos gente racional, aunque el ministro nos llame intransigentes. Y entendemos que esta es una pelea que se perdió en términos de los montos, pero se ganó en otras cosas y esas cosas son las que a ellos les costará, puesto que hacemos un llamado a no votar por ninguno de los parlamentarios que votaron en contra nuestra y por ello vamos a intentar levantar opciones desde el mundo del trabajo. Y esta decisión está decidido a nivel nacional”.

En relación a lo qué harán en caso que les descuenten los días no trabajados, Olivares aclaró que “en caso de que los días de paro se nos descontara, seguiremos con las paralizaciones. Pero esperamos que tengan la dignidad de cumplir con algunas de las promesas que hacen, aunque sabíamos las consecuencias a la que nos estábamos exponiendo y lo tenemos que asumir. Pero primero tienen que hacer un sumario y posteriormente el sumario determinará, entones es una decisión que tenemos que conocer a partir de mañana y por lo que escuchamos anoche de los diputados, que ya no les creemos nada, proponían que no se nos descontaran los días”.

Finalmente, el proyecto aprobado supone al Estado un costo de 567.000 millones de pesos (unos 860 millones de dólares), aumenta los salarios en un 3,2 %, pero congela los sueldos de autoridades y altos cargos con sueldos superiores a 4,4 millones de pesos (unos 6.600 dólares) y otorga bonos especiales a los trabajadores, más altos para los de sueldos inferiores.