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Hace más de 10 años que las madres combarbalinas deben trasladarse a otras comunas para dar a luz. Esto significa una situación incómoda, pero por sobre todo es un bajón emocional para quienes desean que sus hijos nazcan en su tierra.

Combarbalá es una comuna con un poco más de 13 mil habitantes, los cuales tienen un arraigo fuerte con la tierra en la que han vivido y nacido, aunque esto último es cada vez más difícil para las nuevas generaciones.

Dentro de la comunidad combarbalina existe una molestia e incomodidad por una situación que se arrastran hace más de una década: la imposibilidad de dar a luz a sus hijos en su propia tierra.

Por falta de especialistas en la zona, las mujeres embarazadas son trasladadas hasta Ovalle, en un viaje de por lo menos una hora y media, para allí poder parir sus hijos e hijas.

Este es un problema que constantemente es tema de conversación en la población e incluso ha pasado a ser una protesta social. Aparecen frases como “violento es no poder parir en tu pueblo”, la cual está pegada en la calle Yungay con San Carlos del centro urbano Combarbalá.

El actual alcalde de la comuna y ex médico del hospital, Pedro Castillo, dice que desde que llegó a la zona que esta problemática aqueja a la población, “es un fenómeno que yo puedo constatar, a lo menos, 10 o 12 años y quizás más, lo hago pensando en el tiempo en el que yo llegué a trabajar al hospital de Combarbalá. Es un tema que cada cierto tiempo cobra bastante relevancia”.

El actual director del Hospital, Felipe Maira, también conoce la inquietud, “yo entiendo completamente a las madres, es una conversación que tenemos frecuentemente con los distintos usuarios del hospital, de hecho, siempre se recalca que antiguamente se hacían las cesáreas y se atendían todos los partos acá”.

Pero sin lugar a dudas quienes pueden hablar con más propiedad del tema son las protagonistas, las mismas madres combarbalinas.

“Me habría gustado que mis hijos nacieran acá en Combarbalá, por un asunto sentimental y de identidad con el pueblo combarbalino. No es lo mismo decir que alguien es combarbalino siendo que nació en Ovalle o en La Serena, por ejemplo, aunque haya sido un paso breve por ahí no más, pero se siente la diferencia con un combarbalino nacido acá”, señala una madre de la zona, quien quiso reservar su identidad.

Ella actualmente tiene 37 años, es nacida y criada en Combarbalá, solamente salió de su tierra durante su período de estudios en la universidad, para después volver a su lugar de origen a ejercer su profesión. Actualmente tiene un hijo de 5 años y una hija de 3. Ambos nacieron en La Serena. 

“Yo tuve las condiciones de poder alojar en La Serena algunos días y atender mi parto allá sin tener que viajar el mismo día, yo tuve esa ventaja gracias a Dios”, dice esta madre, pero conoce de casos cercanos que no tuvieron la misma fortuna, “el clima acá es bien extremo, en verano hace mucho calor y en invierno hace mucho frío, además la ruta cuenta con muchas cuestas, entonces estar llevando a una madre a Ovalle es mucho jaleo de acá para allá, sería ideal tener los especialistas acá para darle más seguridad a las embarazas, que no es una población menor. Es triste que el combarbalino tenga que irse”.

Por último ella agrega que “sería genial que las madres pudiesen tener sus hijos en Combarbalá, yo creo que si las mujeres tuviésemos la posibilidad de tener nuestros hijos acá se ahorrarían muchos costos como el traslado a otra comuna”, algo que es respaldado por el mismo director del Hospital de Combarbalá, Felipe Maira.

“Hay gente que piensa que para nosotros es un beneficio trasladar estos pacientes, pero en realidad a nosotros se nos haría más fácil atenderlos en el hospital, hay que pensar que cuando se hace un traslado a Ovalle se pierde una ambulancia por lo menos por 3 horas, una hora y media de ida y otra de vuelta, más el tiempo que esté en el hospital de Ovalle, entonces para nosotros es un riesgo en ese tiempo no tener TENS, una ambulancia y un conductor en el caso de que haya otra urgencia”, dice el doctor.

El profesional médico explica que la mayoría de los embarazos y partos del mundo no tienen complicaciones, estos en estricto rigor podrían atenderse en Combarbalá, ya que el hospital cuenta con implementos como pabellones de parto, camas ginecológicas e incubadoras. No obstante, en el caso de que el parto presente alguna complicación es indispensable el tratamiento de especialistas con que la comuna no cuenta. “Estas pacientes se beneficiarían en las manos más expertas, por ejemplo en el caso de que hubiese que hacer una cesárea de emergencia o la guagüita naciera con un cardo respiratorio”, dice.

El doctor Felipe Maira cuenta que de vez en cuando se atienden partos en Combarbalá, esto ocurre por ejemplo “en el caso de que llegué una mamá con trabajo de parto desde su domicilio y se evalúa que el tiempo que le queda de parto es menor al tiempo que demoraría el traslado, la paciente se queda para que la guagüita nazca en el hospital y evitar cualquier riesgo”. Sin embargo, esta sería una cifra bastante baja, “el 2019 tuvimos cerca de 10 partos, el cual es un porcentaje bajo, debe ser un 15 o 20% de los embarazos, durante el 2020 la cifra bajó a 3 o 4 partos”.

¿Luz de esperanza?

El doctor Felipe Maira cuenta que cuando asumió la dirección del hospital en 2019, el director del Servicio de Salud de Coquimbo de ese entonces, Claudio Arriagada, le informó que “la intención con los hospitales de baja complejidad, como Combarbalá y Salamanca, era renovar los establecimientos. Ampliar espacios e incluir especialistas como ginecología, pediatría, medicina interna, etc”. Esto permitiría que se volviera a atender partos de forma frecuente en la comuna.

Sin embargo, el doctor Maira aclara que “todo esto fue antes de que partiera la pandemia, por lo tanto todos los recursos de salud se modificaron abruptamente”.

Por lo pronto, las madres combarbalinas deberán continuar con su viaje de hora y media a Ovalle, con cuestas, calor o frío para poder dar a luz. A la par de eso, la esperanza no muere en Combarbalá, la esperanza que en algún futuro existan los especialistas en la zona que les permitan volver a ver nacer a sus hijos en su tierra, y de esta manera decir con orgullo “mi hijo es 100% combarbalino”.

 

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