Comunicación de riesgo podría mejorar cifras y evitar un retroceso en la conurbación

Las fiestas de fin de año siguen preocupando a las autoridades sanitarias, tanto Navidad como el Año Nuevo se tendrán que celebrar en “modo covid”.

Por una parte, quienes toman las decisiones apuestan por reforzar las fiscalizaciones así como el llamado de prevención y autocuidado. Sin embargo, la conducta de la comunidad será clave para no retroceder en el Plan Paso a Paso y mantener “a raya” la propagación del virus.

En ese sentido, el panorama en la Región de Coquimbo sigue siendo incierto puesto que en los últimos reportes, entregados por el Ministerio de Salud (Minsal), se aprecia un dinamismo en cuanto a la cantidad de casos que imposibilita hacer proyecciones y, con eso, un eventual paso atrás.

De momento, la Provincia del Limarí es la única que ha registrado modificaciones en la hoja de ruta elaborada por el Gobierno, esto, debido al aumento sostenido de nuevos infectados de Covid-19. De hecho, la comuna de Ovalle sigue liderando con 91 casos activos, cifra que representa el 45% del total de pacientes en etapa activa en la región.

Ovalle, una señal a considerar

Respecto a la situación epidemiológica de las comunas de La Serena y Coquimbo, que entre ambas suman 87 casos activos, las cifras no serían tan “críticas” como para impulsar un retroceso de fase, pero las aglomeraciones y la “fatiga pandémica” que ha demostrado la población podrían generar repercusiones graves.

El presidente del Colegio Médico La Serena, Rubén Quezada, analizó el panorama y dijo que la característica “dinámica” no puede ser impedimento para adoptar medidas por lo que llamó a la comunidad a seguir cuidándose y evitar aglomeraciones.

“La población no puede esperar que se decrete cuarentena para cuidarse. No es momento para relajarse, nuestra red de camas se ha ido disminuyendo y el personal de salud está cansado”, agregó.

Ante un eventual ajuste en el plan, Quezada comentó que “podría ocurrir”, ya que pese a contar con una estrategia las reglas para avanzar o retroceder no estarían tan claras y recordó lo ocurrido en los meses de invierno. 

“Estas decisiones quedan a criterio de la autoridad en Santiago, en junio y julio vimos que cumpliendo y sobrepasando con los indicadores no se tomaron medidas restrictivas de inmediato y estuvimos más de tres semanas solicitando cuarentena para mejorar los números. Hoy pareciera que se quiere dar un mensaje preventivo”, detalló el médico, dejando abierta la posibilidad de un cambio en la conurbación.

Quien también coincidió con la postura del líder del Colmed fue la epidemióloga de la UCN, Dra. Muriel Ramírez, aunque condicionó la decisión a tres medidas que a su juicio serán claves para las decisiones que se adopten dentro de los siguientes días.

“Creo que es probable…pero va a depender de tres cosas. Primero cómo manejen la comunicación de riesgo, esto no ha sido superado y el virus está circulando comunitariamente y eso se tiene que decir. Luego, hay una parte que debe cumplir la población y tiene que ver con las medidas de autocuidado, usar bien la mascarilla, respetar la distancia y evitar aglomeraciones y, por último, mejorar la trazabilidad”, detalló.

Época peligrosa

Ambos expertos dicen que las fiestas de fin de año han generado un momento “preocupante”, sobre todo por el alto nivel de exposición al salir a realizar compras o participar en encuentros familiares o sociales.

“Sabemos que si se produce un contagio masivo durante estas fiestas generará un impacto negativo en los meses de enero y febrero, nadie quiere retroceder, por lo que el mensaje debe ser claro y las personas no pueden reaccionar y cuidarse cuando las autoridades apliquen medidas, esto debe ser en todo momento”, recordó Quezada.

Por su parte, Ramírez asegura que “los dados están echados” para el verano porque los datos que se están evaluando hoy tienen un desfase de dos semanas y porque la cantidad de casos positivos sería el triple a la informado, según los resultados preliminares del estudio sero-epidemiología que se llevó a cabo en La Serena y Coquimbo y que fue desarrollado por la Universidad Católica del Norte.

“Insisto…lo que debemos hacer ahora es una buena comunicación de riesgo, esta es la antesala para lo que será el otoño e invierno, época donde la gente se encierra debido al frío. Me parece que hay un relajo que no es bueno”, reflexionó la académica.

Aglomeraciones en la zona céntrica

Por estos días, las aglomeraciones en el centro de La Serena y Coquimbo han sido retratadas en fotografías que se han viralizado. Y es que llama la atención la gran cantidad de ciudadanos paseando sin ningún tipo de elementos de protección.

Frente a eso, Muriel dice que es probable que estas festividades dejen varios brotes familiares y que si se actúa de inmediato podrían ser manejados, sin embargo, fue categórica al señalar que en marzo y abril la situación será “distinta”.

“Estas exposiciones dejarán brotes pequeños o importantes a mitad de enero, los que se podrían controlar un poco si es que mejoran la trazabilidad, incluso si esto cambia no sería necesario encerrar a toda una población bastaría con más recursos para hacer seguimiento de los casos y apoyar social y económicamente a esas familias (…) pero si esto sigue igual, en marzo será muy difícil, aunque ahora hemos visto que ciertas cosas se están haciendo un poco más adelantadas”, arremetió.

En ese sentido, la epidemióloga cuenta que lo ideal es tener 30 trazadores por cada mil habitantes, pero que la escasez de recursos ha sido un tope para avanzar hacia esa cifra óptima.

“En la región se están diagnosticando a tiempo menos del 80% de los casos. En cuanto a la trazabilidad se identifican solo a cuatro contactos estrechos por cada positivo. Los países que han logrado manejar la pandemia pesquisan a más de diez contactos por cada infectado. Nosotros estamos lejos de eso”, lamentó.

El factor vacuna

El viernes, el presidente Sebastián Piñera dijo que espera que la vacuna de Pfizer esté disponible en “los próximos días o semanas”. A ojos de los expertos estos anuncios han incidido en el relajo de las medidas por lo que insisten que los mensajes deben ser aún más claros en cuanto al riesgo de contagiarse.

“Los resultados de las vacunas no serán efectivos hasta que una población importante no haya sido inoculada, por ende, la población se tiene que seguir cuidando y evitar las exposiciones. Muchas personas creen que las vacunas solucionarán la pandemia y bajan las medidas”, comentó el dirigente del Colmed. 

Por su parte, la académica es cauta y prefiere poner paños fríos al avance de las vacunas, principalmente porque los resultados no han sido publicados en revistas científicas y por lo tanto no se han sometido al escrutinio de la comunidad, “solo tenemos los datos que han dado las propias farmacéuticas”.

“Los expertos sabemos que las vacunas son una especie de salvavidas, pero en este momento la vacuna contra el covid-19 está bastante lejos de nuestras manos. Además, no está aprobada ni su seguridad ni efectividad, esto es parte de un largo camino”, sentenció.