Comunidades de Tongoy y Guanaqueros reclaman por falta de alumbrado público

Una complicada situación es la que están viviendo los vecinos de Las Tórtolas y Salinas en Tongoy, y Trigales en Guanaqueros, en la comuna de Coquimbo.

Según indicaron dirigentes de estas comunidades, que corresponden a Parcelas que comenzaron a ser habitadas tras el terremoto del 16 de septiembre del 2015 en la Región de Coquimbo, debido a que se ubican dentro de las zonas de seguridad en caso de catástrofes, en la actualidad viven sumisos en la inseguridad por falta de alumbrado público, lo que conllevaría a que los robos fueses “pan de cada día” e incluso, hace algunas semanas, delincuentes se llevaran una cabaña completa.

Así lo indica Francisco Martínez, quien trabaja con gente de las comunidades que están siendo afectadas por la situación. “Estamos muy preocupados por lo que está pasando, sobre todo por el tema de la luz, y esto es particularmente peligroso en el periodo de invierno, donde los días se hacen más cortos”, aseguró.

En esa línea, indica que muchas madres, en el sector de Los Trigales, tienen miedo de enviar a sus hijos al colegio ya que cuando salen, ya está oscuro y “les puede ocurrir cualquier cosas” producto de que deben caminar largas cuadras para salir o llegar a sus hogares ya que no hay luz en las calles. Misma situación que ocurre en Salinas (Tongoy) donde hay luz en las casas, no así en la vía pública.

600 parcelas existen en los terrenos de Las Tórtolas en Tongoy, comuna de Coquimbo.

Un proyecto que no pueden concretar

En el caso de los vecinos de la comunidad de Las Tórtolas, ocurriría algo particular. Hace algún tiempo realizaron un proyecto para tener luz eléctrica, financiado por los propios habitantes, sin embargo, quienes tienen que conectarles la energía, la empresa CGE (Compañía General de Electricidad) todavía no realiza los trabajos pese a que han transcurrido cuatro meses desde que los vecinos tienen todo dispuesto.

El presidente del comité del sector, Humberto Campos, indica que en la comunidad, que consta de 600 parcelas, están indignados, ya que el proyecto eléctrico particular significó un costo tremendo para ellos, alrededor de un millón y medio de pesos por familia, y ahora no lo pueden poner en marcha. “Nosotros tenemos todo firmado con CGE, le pagamos la factura de conexión, y ellos se comprometieron el 27 de febrero a conectarnos, con un plazo de 15 días. Hasta ahora eso no ha ocurrido”, manifestó.

Campos indica que han efectuado los reclamos y que han asistido a diferentes reuniones con la empresa, pero que sólo les han dado “excusas” diciéndoles que “no tienen personal para hacer este tipo de trabajos”, indica.

“Nosotros tenemos todo firmado con CGE, le pagamos la factura de conexión, y ellos se comprometieron el 27 de febrero a conectarnos, con un plazo de 15 días. Hasta ahora eso no ha ocurrido”, Humberto Campos, presidente Comité Las Tórtolas de Tongoy.

Una necesidad de vivir tranquilos

De acuerdo a lo consignado por los vecinos, optaron por irse a vivir a estas comunidades precisamente buscando la tranquilidad, pero hasta ahora no la han encontrado. Claro, no quieren tener que evacuar cada vez que haya un temblor de gran magnitud y por eso que adquirieron terrenos en estas zonas que son de seguridad. “Vivir en Tongoy o Guanaqueros es vivir a la altura del mar entonces, cada vez que hay un temblor la gente evacúa por el trauma que existe después del tsunami del 2015. Muchas veces las personas han tenido que dormir en la carretera, entonces, por eso este grupo de personas hace esta inversión, para no tener que vivir esto, pero no contaban era con que la CGE no les iba a cumplir con al alumbrado”, manifestó Francisco Martínez. 4601i