Con estrictos controles mantienen a vendedores ambulantes a raya

Tras el levantamiento de la cuarentena, la coordinación de la municipalidad de La Serena con las policías y las fuerzas de seguridad, han permitido un estricto control en el centro de la ciudad, principalmente, para velar que se cumplan las medidas sanitarias, pero también para no permitir que los vendedores ambulantes vuelvan a tomarse las calles.

Lo anterior, porque no están autorizados a hacerlo y porque provocan puntos de aglomeración, obstruyendo el tránsito libre por las veredas, lo que significa un riesgo de contagio del Coronavirus.

Esto ha significado, que en ningún punto del centro de la ciudad se haya podido instalar algún vendedor  informal, pero tampoco los ambulantes que cuentan con permisos municipales, por lo menos hasta pasar a una nueva fase del plan Paso a Paso.

“Favorece al comercio establecido, hay mayor movilidad y la gente puede comprar con tranquilidad. También favorece porque no tenemos la competencia frente a nuestros productos”, Patricio Araya, presidente Cámara De Comercio

El alcalde de La Serena, Roberto Jacob, se refirió a la estrategia que se está utilizando con los ambulantes, explicando que la primera medida es copar la vía pública muy temprano, antes de que lleguen los vendedores a las calles.

“No hemos tenido casos de ambulantes, uno o dos que trataron de instalarse el primer día, pero fueron sacados, porque la estrategia es que nosotros nos instalamos antes con las fuerzas policiales, con inspectores, con policías motorizados, en bicicleta y camionetas nuestras, lo que ha dado un excelente resultado. Ha sido exitoso, pero esto tiene que mantenerse en el tiempo o no va a dar el resultado que nosotros queremos”, precisó Jacob Jure.

54 comerciantes ambulantes están autorizados a trabajar en el centro de la ciudad por parte del municipio, pero por el momento no se pueden instalar.

Afirma que se trata de un plan específico para evitar que los ambulantes se instalen en la vía pública, el que vienen elaborando desde antes que terminara la cuarentena, porque sabían lo que se venía. “Sabíamos que iban a volver y a tratar de copar el centro, por eso se organizó esta forma de control, de coparle los espacios y no dejar que se instalen”.

Nadie se instala

Otra medida que se adoptó fue no permitir que se instalen los vendedores ambulantes a los cuales el municipio les otorgó permisos para que practiquen el comercio.

En su mayoría se trata de personas con capacidades diferentes y personas de la tercera edad, que suman 54.

En este caso, no se les permitirá hasta que se pase a una fase superior, tres o cuatro, pero por el momento no hay ningún vendedor ambulante autorizado para trabajar en la zona céntrica

Comerciantes conforme

El presidente de la Cámara de Comercio de La Serena, Patricio Araya, dijo que en su gremio estaban conformes con las medidas que se están aplicando, mencionando que esperaba que esto se mantuviera en el tiempo.

Cree que esto “favorece al comercio establecido, hay mayor movilidad y la gente puede comprar con tranquilidad. También favorece porque no tenemos la competencia frente a nuestros productos que cumplen con todas las normas. Se cumple pagando impuesto, pagando a los colaboradores de las tiendas. El comercio ambulante no paga impuestos, no es fiscalizado por ningún tipo de organismo del trabajo o de salud”.

“No hemos tenido casos de ambulantes, uno o dos que trataron de instalarse el primer día, pero fueron sacados, porque la estrategia es que nosotros nos instalamos antes”, Roberto Jacob, alcalde de La Serena

Araya se refiere a los efectos frente a la pandemia y dice que lo que está ocurriendo es favorable para toda la ciudadanía, puesto que sin los ambulantes se puede respetar de mejor forma la distancia social al no producirse atochamientos de personas en las veredas, “producto de que los comerciantes ambulantes copan las veredas, las aceras y eso hace que las distancias se acorten. Estamos contentos por eso y agradecido de las autoridades y de las policías”, dijo.

El Día intentó conversar con un vendedor que intentó instalarse en calle Cienfuegos, escuetamente  señaló ante la fuerte fiscalización que “no ando robando, estoy tratando de ganarle la vida dignamente. Estoy hace mucho tiempo sin trabajo y estos ingresos me permiten poder alimentarnos”.

Dijo ser del sector de Las Compañías y solo se identificó con el nombre de Luis antes de retirarse.