Afectados y la Cámara de Comercio y Turismo solicitan regularizar la actividad al municipio, y catastrar a quienes se autorice para realizar la actividad. Esto mediante una ordenanza ya propuesta al concejo municipal, que certifique a personas para la labor, impida cobros indebidos, enfrentamientos y otros ilícitos.

Las discusiones entre conductores, cuidadores de vehículos y “plumilleros” son una constante en la Avenida Costanera de Coquimbo. Siendo esto propiciado por la falta de regulación respecto a los estacionamientos disponibles y autorizados, lo que lleva a que prácticamente grupos de personas se adueñen de sectores donde realizan cobros fuera de toda legalidad.


Esto se expande desde los alrededores del recinto portuario hasta el sector del parque O’Higgins, donde hace unos días Marcelo Muñoz ysu familia estacionaron su automóvil junto al mar para concurrir a la feria de abastos. Tras realizar las compras volvieron al vehículo para retirarse del lugar, pero enese instante “apareció un tipo ebrio solicitándonos 2 mil pesos por estar allí, y cuando me negué amenazó con golpearme con una botella. Lógicamente mis hijos lloraron y mi mujer debió contenerlos. Sentí una gran impotencia, pero no pude hacer nada”, señaló Marcelo.


Este hecho que afectó a la familia Muñoz-Castillo es recurrente, y de ello da cuenta la serie de reclamos realizados por la Cámara de Comercio y Turismo de Coquimbo. Considerando que la Costanera porteña es el principal acceso a la ciudad, y donde se concentra gran parte de las actividades diarias de la comunidad; pero también ocurren hechos lamentables como la “toma” ilegal de espacios públicos, y los ya citados conflictos entre conductores y los autodenominados cuidadores de vehículos.


A impresión del gremio, existe una molestiageneralizada debido a muchas personasa diario son obligadas a pagar por estacionarse en zonas no concesionadas, quienes al negarse son insultadas o en ocasiones directamente agredidas. Ante ello, los comerciantes piden una mayor fiscalización de las policías y a su vez crear una ordenanza municipal que permita regular la actividad de los llamados “cuidadores”y “plumilleros”.


“La ciudad necesita orden y seguridad para quienes nos visitan, y sobre todo en estas fechas; pero las autoridades hacen oídos sordos. La actividad de los cuidadores de automóviles y “plumilleros” debe ser regulada, para que se eviten los altercados con los conductores. Aquí hay un trabajo pendiente y los problemasse expanden día a día; al punto que los hechos de violencia ya son comunes, y aparecen más y más personas reclamando por esto”, afirmó Marviola Rivera, presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo porteña.

DEBEN GENERAR UNA SOLUCIÓN.Lo señalado por la dirigente del comercio es reconocido por las autoridades, tal cual aseguró la concejala de Coquimbo Rosetta Paris, quien vivió en primera persona las amenazas de los que afirma, son mal llamados cuidadores de vehículos. 


“Es lamentable lo que sucede en la Costanera de Coquimbo y nos afecta a todos los coquimbanos y turistas. Hay personas que se apoderan de ciertos sectores y realizan cobros indebidos, mientras beben y consumen drogas. Yo fui insultada y amenazada también, por ello reconozco el problema y la falta de soluciones efectivas”, señaló la concejala Paris. 


La colegiada porteña, durante el mes de diciembre del año 2015 propuso una ordenanza municipal para regular la actividad de los cuidadores de vehículos, y de quienes trabajan como “plumilleros”. No obstante, la iniciativa no avanzó al interior del concejo municipal de Coquimbo, y esto se quiere revertir.


“Pedí al concejo crear una ordenanza para regular esta actividad y eso debe tener eco en las otras autoridades, ya quelas denuncias son constantes y en cualquier momento podríamos tener una desgracia que lamentar. Pediré una respuesta concreta”, consignó la concejala RosettaParis.

LA OTRA VISIÓN. Si bien la problemática denunciada es una realidad, hay quienes ven en el trabajo como cuidadores de vehículos y “plumilleros” una oportunidad parar dar sustento a sus familias. Este es el caso de Germán Castro, quien a sus 61 años desempeña esta labor a diario en la Costanera de Coquimbo; y reconoce que existe una total falta de regulación de  esta actividad.   


“Este trabajo me sirve para llevar comida a mi hogar, y lo veo como una fuente laboral seria. Como yo hay otras personas, pero lamentablemente existen quienes solo lavan y cuidan autos para consumir drogas y licor. En lo personal creo que el municipio debería capacitar y con ello tener control sobre lo que sucede”, manifestó Germán.

 

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