• La situación en la Cruz comienza a ordenarse pero siguen habiendo voces críticas.
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Lautaro Carmona
Pese a que los funcionarios que estaban en disputa ya fueron apartados de sus cargos, el diputado Pedro Velásquez asegura que “no es conveniente” que la fundación tenga sus dependencias en el mismo lugar, que administra el municipio- ya que esto generaría una “doble jefatura”. Por su parte, el exarzobispo Manuel Donoso pide mayor control. En tanto, el secretario ejecutivo de la Fundación, ex Coordinador de Proyectos quien debió salir por dictamen de Contraloría, insiste en que no hay disputas de poder, aunque él mantuvo una fuerte pugna con Canihuante.

De a poco la calma parece retornar a la Cruz del Tercer Milenio. Tras el nombramiento del funcionario de planta del municipio Coquimbano, Héctor Pizarro, como nuevo administrador, la situación debiese ir normalizándose, y las disputas internas entre Nelson Canihuante (administrador saliente), y Mauricio Gálvez (ex coordinador de proyectos) terminando, ya que la apuesta es que retorne el orden administrativo en el monumento religioso, sin una  dualidad de jerarquías.

Un nuevo foco de conflicto, dualidad que podría continuar

Pero repasemos. Antes que asumiera Pizarro, designado por el edil Marcelo Pereira, el conflicto había llegado a un punto sin retorno. Nelson Canihuante fue denunciado por el presunto acoso a un menor de edad, y apartado de sus funciones. Por otra parte, Mauricio Gálvez fue sacado de sus funciones al no tener las atribuciones legales para ejercer una jefatura según dictaminó la Contraloría, a solicitud de Canihuante. Así las cosas, con los dos fuera y un nuevo liderazgo, el asunto comenzó a enrielarse.

“Yo te puedo asegurar con absoluta certeza, y esto me lo han dicho funcionarios de la Cruz, que a veces tienen un doble mando. Por un lado el representante de la Fundación da órdenes, y el administrador también da órdenes, y ahí entran en la disyuntiva de a quién hacerle caso”, Pedro Velásquez, diputado por la Región de Coquimbo.

Pero fue el exedil porteño y actual diputado por la Región de Coquimbo, Pedro Velásquez, quien manifestó que todavía existían cosas por mejorar en el ámbito administrativo para darle mayor transparencia al monumento. En esa línea, enfatizó en la necesidad de que la Fundación Cruz del Tercer Milenio –entidad privada colaboradora en el desarrollo institucional del recinto- debería tener sus instalaciones fuera del recinto religioso, porque, inevitablemente, se seguirían produciendo dualidades en las jefaturas ya que había funcionarios que no sabían si obedecer a los representantes del municipio o a los de la Fundación. “Yo te puedo asegurar con absoluta certeza, y esto me lo han dicho funcionarios de la Cruz, que a veces tienen un doble mando. Por un lado el representante de la Fundación da órdenes, y el administrador también da órdenes, y ahí entran en la disyuntiva de a quién hacerle caso”, indicó Velásquez.

Agregó que “si la Fundación está colaborando, está llevando a cabo proyectos, lo que no se desconoce, por un tema de transparencia no debería tener sus instalaciones en el mismo lugar, sino que en otra oficina, de modo que los órganos que fiscalizan a las fundaciones realicen más libremente su labor”, manifestó.

Monseñor Donoso también cree que se puede mejorar

En su momento el exarzobispo de La Serena Manuel Donoso, fue crítico de cómo era llevado el manejo de la Cruz del Tercer Milenio y de la intervención que tenían los privados. Consultado al respecto, Donoso dice haberse enterado por la prensa de los últimos hechos que acontecían en el monumento. No quiso entrar en detalle, pero insistió en que “la Cruz debe tener un Gobierno único, sin ambigüedades. Debe intervenir ahí el Arzobispado, y debe ser controlado por el Seremi de Justicia, o bien por la Contraloría. Deben y pueden. Ellos tienen la facultad para eso. Los controles en una sociedad de este porte deben llevarlos estos entes. Eso lo dije yo en su minuto y lo reitero ahora”, enfatizó.

“La Cruz debe tener un Gobierno único, sin ambigüedades. Debe intervenir ahí el Arzobispado, y debe ser controlado por el Seremi de Justicia, o bien por la Contraloría. Deben y pueden. Ellos tienen la facultad para eso. Los controles en una sociedad de este porte deben llevarlos estos entes”, Manuel Donoso, exarzobispo de La Serena.

En relación a la idea de Velásquez, de que el monumento sea entregado en comodato al Arzobispado, Donoso manifestó que ya no podía pronunciarse sobre eso, porque no era arzobispo, pero admitió que “si se hubiese planteado en su momento, con la organización necesaria y la participación de otra gente, era una idea viable, pero siempre bajo el control que debe hacerse por parte de la Seremía de Justicia y Contraloría”, reiteró. 4601i

Funciones que no se topan

Desde la Fundación, Mauricio Gálvez, quien pese a no continuar en su labor de Coordinador, continúa siendo el secretario ejecutivo de la entidad privada, no dio crédito a estas afirmaciones respecto a que fuese negativo que ellos funcionaran en el lugar e íntimamente ligados al monumento. “En la Cruz funcionamos armónicamente la Fundación, y el municipio que es el dueño de casa. Lo que sí, frente a cualquier irregularidad, nosotros tenemos que alertar al alcalde para salvaguardad la imagen del monumento”, precisó.

Agregó que para ellos es sumamente difícil conseguir el apoyo y el financiamiento de otras entidades públicas si es que el funcionamiento no anda bien. “Si algo no anda bien, como lo que se ha dado en el último tiempo con el señor Canihuante, debemos entregar los antecedentes al alcalde o al Ministerio Público, pero en ningún caso es con la intención de hacernos cargo del monumento”, aclaró.

 

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