• En la Costanera de Coquimbo y a un costado del parque O’Higgins, un significativo número de personas se “tomó” los espacios públicos desde hace meses, ocasionando numerosos inconvenientes a la comunidad porteña, que exige su erradicación.
Numerosas personas en situación de calle y vulnerabilidad social instalaron precarios campamentos a un costado del parque O’Higgins y alrededores, ocasionando una serie de problemáticas ligadas a la inseguridad, delincuencia y consumo de drogas y alcohol. En respuesta, el municipio anunció acciones.

Personas acampando ilegalmente, consumo de alcohol y drogas en la vía pública, delincuencia y un nulo actuar por parte de las autoridades comunales para enfrentar estas problemáticas que afectan a la Avenida Costanera de Coquimbo hacen que la Cámara de Comercio y Turismo porteña, y la comunidad en general, alcen la voz exigiendo mejorar la paupérrima presentación que hoy posee la ciudad puerto en su zona centro, y la erradicación de las “tomas” ilegales de los espacios públicos.

Esta problemática se arrastra desde hace años y hoy se focaliza en la intersección de la mencionada avenida con calle Portales, donde la situación desde hace meses se tornó bastante compleja. A la ocupación indebida y la instalación de carpas a un costado del parque O’Higgins por parte de personas en situación de calle, se suman hechos de violencia y asaltos que, según los comerciantes y coquimbanos, afectan a locales y turistas.

Es por ello que, ad portas de la celebración de las Fiestas Patrias y la masiva llegada de visitantes a la zona, la preocupación aumenta ante la situación expuesta y que hoy mantiene  a un grupo de al menos 15 personas viviendo prácticamente en la vía pública y bajo ningún control, a sabiendas de las problemáticas que originan y que son denunciadas en reiteradas ocasiones por la ciudadanía y el comercio establecido.

El comercio y porteños golpean la mesa 

Para la Cámara de Comercio de Coquimbo, la imagen que hoy presenta la ciudad puerto es lamentable, lo cual, aseguran, es responsabilidad de la falta de fiscalización y gestión para resguardar debidamente la presentación del área centro y sus alrededores, que hoy están en franca decadencia, junto a la inseguridad que afecta al comerciantes y transeúntes.  

“Hemos reclamado hasta el cansancio, pero la situación a la que hemos llegado da vergüenza y rabia. No sabemos qué pasa con las autoridades, al nivel que hoy dejan que cualquier persona se “tome” los espacios públicos, dando paso a focos de consumo de alcohol, drogas y delincuencia. Esto sucede a la vista y paciencia de la comunidad y los turistas que nos reclaman constantemente, y se debe enfrentar”, manifestó Marviola Rivera, presidenta de la Cámara de Comercio y Turismo de Coquimbo.

La dirigente del gremio del comercio establecido en la ciudad puerto continuó haciendo público su malestar y el de los asociados, y agregó que como Cámara de Comercio “estamos sobrepasados ante estas problemáticas, que desde hace años no tienen solución y ahora están fuera de control. Los municipales no se hacen cargo de cuidar la imagen de  nuestra ciudad que hoy está por el suelo, agravado esto por la presencia de perros vagos y personas en estado de ebriedad. Las autoridades comunales  tienen el poder para formular ordenanzas y actuar, pero no se hace nada”, finalizó Marviola Rivera.    

En la zona centro de Coquimbo también se pudo consultar a la comunidad porteña respecto a las problemáticas expuestas, quienes coinciden con la visión de los comerciantes. Este es el caso de Pablo Cuello, vecino del sector San Juan, quien al ser consultado aseguró que “realmente da pena ver el mal estado en el cual está la ciudad de Coquimbo. Al tsunami se debe sumar la despreocupación por erradicar a un lugar digno a las personas en situación de calle, lo que es difícil, pero no imposible. Las autoridades deben actuar con seriedad y hacerse cargo de cumplir las ordenanzas existentes”, expresó.

Camila Arancibia, estudiante de la educación superior, señaló que “Coquimbo es puerto y por ende bohemio. Pero hoy estamos dando una pésima imagen, ya que el principal acceso a la ciudad está repleto de gente viviendo, bebiendo y haciendo sus necesidades básicas en la vía pública. Es comprensible que la gente sea vulnerable, pero todo tiene su límite y las autoridades deben hacer valer el derecho a vivir en un lugar decente que todos los coquimbanos tenemos”, expresó. 

 

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