Los gremios algueros de la playa Changa de Coquimbo, desde el tsunami del año 2015 que se encuentran trabajando en precarias condiciones.

“Hace 10 meses que ocurrió el tsunami y estamos prácticamente abandonados y trabajando a nuestra suerte. Necesitamos ser considerados”. En la frase de Carlos Rojas, presidente del gremio de algueros de la playa Changa de Coquimbo, se resume la realidad por la cual atraviesa su organización y la Cooperativa Algamar desde la emergencia del año 2015, cuando perdieron sus implementos de trabajo y las dependencias que les daban cobijo. 

Estas agrupaciones son históricas en la ciudad de Coquimbo, considerando que desde hace más de 40 años realizan su actividad comercial en el borde costero. Sin embargo, hoy enfrentan precarias condiciones laborales ante la falta del recinto que fue arrasado por el tren de olas y el nulo acceso a servicios básicos, lo que les lleva a desarrollar su actividad íntegramente al borde del mar.

DURA REALIDAD. Allí encontramos a Juan Cortés, secretario de la Cooperativa Algamar, quien a la vista de todos debió despojarse de sus ropas para ponerse el traje de buceo, y dejar sus pertenencias sobre la arena, tal como lo hacen a diario muchos de sus compañeros en el sector de la playa Changa. Mientras, otros, “lonchero” en mano, se alimentaban para continuar las faenas.

“Desde el tsunami en adelante quedamos prácticamente sin nada, y a la fecha lamentablemente esto no ha cambiado. Esta es una importante actividad productiva de la gente de Coquimbo y debe ser reconocida como tal; por ello esperamos que las autoridades puedan ver nuestra realidad y ayudarnos a surgir”, manifestó Cortés, tras salir del mar con su chinguillo de recolección en mano.

En instantes que el dirigente daba a conocer las necesidades existentes en los gremios algueros de la ciudad de Coquimbo, un hombre experimentado, Osvaldo Olivares, se acercó y manifestó que “desde hace más de 30 años que trabajamos en el mar y me da pena ver en la condición en la que trabajan nuestros compañeros cada día. Las autoridades deben ponerse la mano en el corazón y ver cómo está nuestra gente, que somos parte del patrimonio vivo de Coquimbo”, afirmó.

Ya saliendo del borde mar y frente a la playa Changa de Coquimbo, se llegó al terreno donde antes los gremios algueros contaban con sus instalaciones y hoy sólo existen dos containers donados a las agrupaciones por particulares, que de poco sirven para complementar sus labores.

Allí se continuó dialogando con Carlos Rojas, presidente del sindicato de algueros de la playa Changa, quien ahondó aún más en la problemática que atraviesan. “Desde que tengo memoria que nuestras familias han trabajado y vivido de las algas en este sector, formando parte de la historia de Coquimbo. Hoy estamos expectantes respecto a  nuestro futuro al no tener acceso a nada de ayuda concreta y ni siquiera  servicios básicos; menos un terreno que nos pertenezca y donde poder establecernos”, consignó el dirigente.

Más en detalle de lo ocurrido tras el tsunami del año 2015 con los gremios algueros, Rojas precisó que “como sindicato golpeamos muchas puertas tras perder todo, pero nunca tuvimos respaldo. Mientras que los terrenos donde estábamos fueron traspasados por Bienes Nacionales al Ministerio de Defensa. Históricamente hemos estado instalados acá y necesitamos proyectar nuestra actividad”, concluyó.  

LA AYUDA LLEGARÁ. Ante la problemática expuesta se decidió contactar a los parlamentarios de la zona para buscar soluciones tendientes a brindar ayuda a los gremios algueros de Coquimbo, quienes indican que se están gestionando acciones para superar la situación.  

“En la playa Changa tenemos a dos agrupaciones que requieren ayuda y solicitamos esto al subsecretario de Pesca para que los algueros puedan contar con equipamientos. Pero lo fundamental es que en el proyecto de reconstrucción del borde costero, le solicitamos al Ministerio de Obras Públicas y al de Vivienda y Urbanismo contemplar la construcción de dependencias para que los algueros puedan continuar con su actividad productiva; en eso estamos insistiendo”, aseguró el diputado del PC, Daniel Núñez.

Quien también se sumó a la propuesta antes señalada fue el diputado DC, Matías Walker, pero antes detalló que “ayudamos a conseguir un proyecto con el Ministerio de Economía para contar con equipos de buzos y a eso accedió la Asociación Gremial. Sin embargo, los algueros de la cooperativa no pudieron acceder al tener pendiente una rendición en Impuestos Internos, lo que estamos solucionando”.

Mientras, respecto a la necesidad de poder contar con un terreno donde se emplacen las dependencias para los gremios algueros e incluirlos en el proyecto de reconstrucción del borde costero, el parlamentario DC aseguró que “vamos a reunirnos con quien sea necesario para que ellos puedan contar con el terreno y espacio que requieren para trabajar, y para ello hablaremos con la Subsecretaría de las Fuerzas Armadas, que tienen jurisdicción en el sector”, finalizó Matías Walker.

 

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