Hoy, 54 niños y jóvenes con algún grado de discapacidad aprenden diversos rubros al interior del Centro Laboral Jean Piaget, ubicado en la ciudad puerto, donde la superación y el esfuerzo diario se expresan a totalidad, conjugando los sueños de todos los menores gracias a la labor de profesionales y docentes que buscan entregarles las herramientas para que tengan un mejor futuro.

La inserción en la sociedad y en sus múltiples áreas es muy necesaria para todo ser humano y para ello se requiere instaurar una perspectiva que permita ver con alturas de miras que las diferencias no están por sobre las personas. Esto es comprendido en el Centro Laboral Jean Piaget de la comuna de Coquimbo, donde niños y jóvenes con discapacidades intelectuales y de multidéficit logran formar y potenciar sus habilidades para la vida, y en lo concreto, todo lo necesario para ingresar al mundo laboral.

Este recinto que funciona bajo el alero del municipio porteño cumple esta labor desde el mes de julio del año 1973, cuando fue anexado al colegio Peñuelas. Pero con el correr de los años se hizo necesaria la habilitación de dependencias definitivas para entregar sus servicios a la comunidad, concretándose así el año 2009 la construcción de las actuales instalaciones situadas en la calle Miraflores de la ciudad puerto, donde hoy, 54 alumnos son activos partícipes de la conformación de su futuro.

Ellos, pese a sus capacidades diferentes y algunas limitantes, se enfrentan a diario al desafío de perfeccionar sus habilidades y potencialidades en diversas técnicas,  por medio de la participación en talleres de aprendizaje donde se les enseña a desarrollar rubros como la carpintería, soldadura, cerámica, agricultura y artesanía, dependiendo de cada alumno y su evaluación profesional.

Ante tamaño ejemplo de superación y lucha de estos niños y jóvenes para lograr su desarrollo e inclusión en una sociedad claramente segregadora, se accedió a conocer sus realidades y a ser testigos privilegiados de cómo la discapacidad no es en absoluto una limitante para surgir en la vida. Claro, siendo esto fruto del esfuerzo propio de ellos y la incansable labor que realiza un grupo de profesionales y docentes para alcanzar ese objetivo. 

 

CAMINO HACIA EL APRENDIZAJE

Las muestras de lo señalado son concretas y en ese marco, concentrado en su trabajo al interior del taller de carpintería, donde se realiza la fabricación de muebles, cuadros y otros objetos, se pudo conocer a Kevin Córdova, de 19 años, joven que aunque posee déficit intelectual, con suma destreza trabaja la madera.

Aunque su lenguaje no es del todo claro y sus amigos indican que es un joven de pocas palabras, cariñosamente permitió que viéramos su labor; que a la vista de muchos parecería un trabajo realizado por un profesional del rubro. Y como él, muchos de los alumnos ya piensan en acceder al mundo laboral y desarrollar sus habilidades. “Esto me sirve para el futuro”, señaló Kevin.       

Tras conocer su trabajo se realizó un recorrido por los diversos talleres y especialidades que se imparten en el centro laboral Jean Piaget y con un breve vistazo simplemente uno se maravilla con las creaciones de estos alumnos. Artesanías, mesas, sillas, jardineras, telares, pinturas, cuadros con técnica en mosaico y cerámica, bolsos, parrillas para asados, son sólo algunas de las excelentes obras de los estudiantes que se capacitan allí y que actualmente son expuestas en un salón especial para ser comercializadas a la comunidad.

Así se pudo conocer a Gerald Jaque, de 16 años, quien desde este año está en el centro laboral en busca de un mejor futuro y desarrollando lo que le gusta, la soldadura. Así, con gran confianza ya realiza sus labores diarias, apoyado por el profesor y el incentivo de su padre, junto a quien vive en el sector Parte Alta de la ciudad de Coquimbo en compañía de 5 hermanos.

Este joven padece deficiencia intelectual leve, pero esto no impide para nada que adquiera el conocimiento necesario para perfeccionarse en el rubro laboral que decidió seguir, y afirma que “estar acá en el centro laboral es motivante, ya que nos permiten aprender y crear. En mi taller de soldadura me dan muchos conocimientos que me servirán para el futuro y poder trabajar. Estoy agradecido y mi papá me apoya en lo que hago, siendo estricto conmigo”, relató Gerald, quien continuó soldando para lograr construir una parrilla.

Otra caso destacable es el de Pablo Araya, de 16 años, quien si bien posee inconvenientes para expresarse claramente, sabe que cada mañana debe concurrir al centro laboral en busca de un mejor futuro. Es así como este joven, a su corta vida, ya posee un gran conocimiento para desempeñarse como ayudante de cocina, siendo capaz de elaborar una serie de productos junto a sus compañeros y bajo la supervisión de su profesora.

“Tengo tres hermanos y yo soy el menor. Vengo cada día desde mi casa que se ubica en la Parte Alta de Coquimbo para aprender, y ya logré saber muchas cosas de la cocina. Hoy hacemos pan y te daré a aprobar para que sepas lo bien que trabajamos”, señaló, orgulloso de su aprendizaje, Pablo Araya. 

 

UNA VOCACIÓN

Quien bien sabe del esfuerzo que se realiza al interior del Centro Laboral Jean Piaget es su directora, Rosa Pérez, que desde el año 2009 a la fecha conoce la realidad de cientos de jóvenes con capacidades diferentes y que requieren de un impulso para conseguir ser integrados en el mundo laboral.

Ella prácticamente es vista como una madre por los alumnos, lo que reconoce que es fruto de un trabajo incesante para forjar las habilidades de niños y jóvenes especiales, con el fin de que se desenvuelvan en la vida.  “En este recinto se dimensionan las reales habilidades de los jóvenes con capacidades diferentes, dando cuenta del talento que ellos cobijan al interior de las paredes del centro laboral. Para ello el compromiso de las personas que trabajan en el lugar es vital, y hemos logrado desde hace años que nuestros niños sean capacitados e insertados en el mundo del trabajo”, señaló Rosa Pérez.

Esto último posee un matiz relevante, considerando que la acogida laboral de los jóvenes egresados del centro laboral Jean Piaget es la meta final. Sobre ello la directora del recinto manifestó que “existe una buena empleabilidad de los alumnos, especialmente en el área de metalurgia, carpintería y viveros, ya que en el proceso de capacitación no sólo les entregan las armas técnicas, sino que también se desarrollan habilidades sociales como responsabilidad, cumplir tareas, etc.” 

Así y al cumplir con una serie de metas planteadas, los logros de los alumnos son evaluados por el equipo profesional del colegio en la instancia de práctica laboral; donde la exigencia es total, y hoy 12 alumnos desarrollan sus prácticas profesionales en diversos rubros. “En esta tarea los chicos cuentan con el apoyo del municipio y las empresas, y en la mayoría de los casos los alumnos quedan contratados, siendo un avance significativo en sus vidas y en la de sus familias. Para mí en lo personal esto es una vocación y estoy alegre de tener la suerte de estar aquí”, aseguró Rosa Pérez, la directora del Jean Piaget de Coquimbo.

Parte importante de la formación de los jóvenes es el trabajo desarrollado por los profesionales y docentes existentes en el centro laboral. Uno de ellos es Alfredo de La Porte, docente de arte y quien desempeña su cargo desde hace 20 años al interior del recinto, asegurando que la experiencia de desempeñarse en este lugar es una fortuna. “Para quienes gozamos con la labor docente es una experiencia muy valiosa estar acá, considerando que vemos a los niños y jóvenes brillar con sus capacidades y sacar lo mejor de ellos”, expresó. 

Otro ejemplo de vocación es Rodrigo Durán, profesor de artes musicales, quien desempeña funciones desde hace cuatro años en el centro laboral Jean Piaget y considera que esta labor llena por completo su vida, destacando que logró conformar una orquesta con sus alumnos. “Estar acá es enriquecedor. Eres parte del proceso de avance de cada uno de los niños y jóvenes, que es lo que finalmente todos buscamos. Tenemos un gran compromiso con ellos y sus familias”, afirmó.

Además, se dio a conocer que desde el año 2017 se incorporará el taller laboral de reciclaje orgánico y electrónico,  mediante la ayuda y convenio pactado con la empresa Wallmart, que permitió ejecutar un proyecto para generar compostaje. Además, se trabajará junto a la empresa SIRAM en el reciclaje electrónico.

Es valorable ver la superación que alcanzan cada día los niños y jóvenes con capacidades diferentes del Centro Laboral Jean Piaget de Coquimbo.Para ellos sólo basta pedir la colaboración de la comunidad, que puede visitar el recinto y adquirir las obras de los alumnos, recursos con los que ellos acceden a materiales e insumos. 

Además, es válido realizar un llamado al sector privado para que impulsen la contratación de personas, que requieren de un impulso para desarrollarse en la vida.  

 

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