“Los recursos en el mar son escasos y esta veda viene a darnos el golpe de gracia en medio de la crisis que vivimos”. En la frase de Luis Godoy, presidente del gremio de pescadores de Coquimbo, se evidencia el sentir de los hombres de mar y comerciantes de la terminal pesquera de la ciudad puerto, quienes aseguran que verán disminuidos sus ingresos por la veda biológica de la merluza, que se extiende entre el 1 y el 30 de septiembre.
La medida fue informada por el Servicio Nacional de Pesca y Acuicultura, e implica la prohibición de extracción y comercialización de este recurso entre las regiones de Coquimbo y Los Lagos. Esto con el fin de respetar la época de mayor desove de la también llamada “pescada”, ayudando así a la renovación y recuperación de este pez, que está en crisis debido a su sobreexplotación.
CALETA PESQUERA Y TERMINAL. La pesca artesanal de Coquimbo en su mayoría extrae el recurso jibia, y sólo el 5% de las capturas corresponde a merluza. Sin embargo, este es el principal recurso utilizado para la venta directa a comerciantes y público; seguido del jurel, que en su mayoría se dispone para la fabricación de harina de pescado.
“La medida de Sernapesca impacta fuertemente al sector pesquero artesanal y las ganancias de nuestros socios, y sobre todo ahora, en el mes de septiembre, que será crítico. A esto se suma que la cuota del jurel ya está al tope, lo cual nos deja sin la opción de entregar los dos pescados más preferidos por la gente. La crisis ocasionada por el tsunami aún está vigente en Coquimbo y esto es un nuevo golpe”, consignó Luis Godoy, presidente del gremio de pescadores de Coquimbo.
Godoy aspira a que el Gobierno apruebe el pago de un bono en dinero y comprometido a los pescadores que dependen del recurso merluza, lo que permitiría enfrentar la veda que se hará efectiva a partir del próximo jueves.
Por otra parte, hasta la terminal pesquera de Coquimbo cada día llegan cientos de compradores de recursos marinos, quienes en su mayoría prefieren adquirir la merluza, sustentado esto por su asequible costo, buen sabor y disponibilidad existente.
Así lo asegura Usmei Castillo, presidente del sindicato independiente de locatarios de la terminal pesquera de Coquimbo, quien junto a sus compañeros de labores afirma que la veda biológica de la “pescada” generará una importante merma en sus ventas diarias, impactando esto en la estabilidad de sus familias y trabajadores.
“La veda de la merluza que entrará en vigencia impacta en los pescadores, comerciantes, familias y trabajadores, considerando que es el pescado preferido en la mesa de mucha gente, seguido también del jurel y la reineta. Pero sucede que este recurso también es escaso, y sin “pescada”, el negocio se pondrá difícil en medio de la crisis que venimos atravesando desde el tsunami del año 2015”, señaló el dirigente de los locatarios de la terminal pesquera de Coquimbo.
A sus palabras se sumó Carla Sanhueza, propietaria de un céntrico restorán de la ciudad de Coquimbo, quien manifestó que “la base de nuestro menú diario se sustenta en la merluza, por ello, al enterarnos de la veda decidimos comprar antes y congelar el recurso. Es la única forma de poder entregar al público lo que pide, y esperamos que durante estos días los precios no suban a las nubes”, enfatizó la comerciante.
COMPRADORES. Al interior de la terminal pesquera también se dialogó respecto a la veda de la merluza con los compradores de recursos marinos, quienes en su mayoría indican que la medida no debería aplicarse a esta zona, considerando que la extracción sólo se destina a consumo humano.
“Es lamentable, ya que la “pescada” es la preferida por todos. Hoy se puede ver también que existe poco jurel a la venta, quedando sólo la opción de comprar reineta u otros pescados más costosos. Esto desincentiva la compra y claro, repercute en todos”, señaló Ítalo Caroca, tras adquirir productos en la terminal pesquera de Coquimbo.
FISCALIZACIÓN. El Servicio Nacional de Pesca inició una campaña para que la ciudadanía se abstenga de consumir merluza durante el mes de septiembre, resaltando que ésta es una pesquería que está complicada y en estado de colapso, requiriendo de la citada medida.
A esto se agrega la fiscalización a implementar para hacer respetar la veda biológica de la “pescada”, que posee una planificación interinstitucional, incorporando a Sernapesca, Armada, Carabineros, Seremía de Salud, municipio y el Servicio de Impuestos Internos. Esto permitirá realizar controles carreteros, a las caletas de pescadores, terminales pesqueras y lugares de expendio y consumo de recursos marinos; como restoranes y ferias libres.
“Llamamos a la población a acatar la medida, ya que es importante poder conservar el recurso merluza y asegurar la disponibilidad de biomasa en el tiempo. Si hay personas vulnerando la medida, estas serán citadas al tribunal competente, donde se definirán las sanciones y que no son menores”, advirtió el director regional de Sernapesca, Jaime Molina.
También se informó que a quienes se sorprenda vulnerando la veda durante las fiscalizaciones carreteras, les serán retirados sus vehículos para ser dispuestos en el corral municipal de la comuna correspondiente.