• La diputada Paulina Núñez está convencida del importante rol que jugarán los gobernadores regionales como parte de la descentralización del país.
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Lautaro Carmona
La parlamentaria recordó que fue parte de ese grupo de parlamentarios de Renovación Nacional que estuvo por el Apruebo y por una Convención Constitucional, lo que no fue bien visto por gente de derecha. Anteriormente, ya se la había jugado por la paridad para escribir la nueva Carta Magna.

La diputada Paulina Núñez, RN, quien estuvo en la región apoyando la campaña a gobernadora regional de Adriana Peñafiel, se refirió a temas de contingencia nacional en entrevista con diario El Día.

La parlamentaria que estuvo por el Apruebo y la Convención Constitucional dijo que todo tiene un ciclo y las cosas tienen que ser cambiadas, por lo que una nueva Constitución era necesaria.

-Usted es futbolera, ¿cómo debe ser el partido que debería jugar Chile de la nueva Constitución en adelante?

“Uyy, yo creo que un partido…una especie de transición 2.0. Las crisis hacen eso, de que uno tenga que partir de nuevo, son cíclicas y yo le tengo harta fe a nuestro país y tengo harta esperanza en cómo los chilenos nos  comportemos. El 15 de noviembre yo participé de ese acuerdo nacional, fui una de los cuatro dirigentes de RN que estuvimos hasta las tres de la madrugada para ponernos de acuerdo y creí profundamente que era la ciudadanía la que tenía que elegir y no nosotros con nuestra ideología o con la posición que cada uno podíamos tener. Por lo tanto, yo creo profundamente que los chilenos votaron por tener una Constitución que los uniera. La que teníamos cumplió su objetivo, que duda cabe, la misma Concertación gobernó 24 años con esta misma Constitución, pero el no tener una Constitución que una ya es un problema, porque tenemos incluso parlamentarios que no la cumplen, que presentan proyectos inconstitucionales y eso va quebrando la democracia. Entonces, era clave poder darle participación a la ciudadanía y se demostró que no era una cuestión que nosotros pensábamos o que las redes sociales nos decían, sino que más de siete millones y medio de personas fueron a votar y escoger cuál era el camino que iba a escoger Chile”.

-¿Y en forma personal y política cómo percibió el mensaje de la comunidad?

“Yo creo que es bien duro que las personas hayan votado, por ejemplo, que el órgano que la iba a redactar fue una Convención Constitucional. Yo estaba dentro del grupo de Renovación Nacional que empujó el Apruebo y una Convención Constitucional, porque creíamos profundamente que muchos de los parlamentarios que hoy día están en el Congreso, no tenían que estar redactando la Constitución, por el comportamiento que vimos en ellos”.

-¿Se vio pifiada al interior de su partido por esa postura?

“Sí (se ríe), no nos quisieron mucho en una oportunidad, pero hoy día hay que reconocer que muchos, incluso del Rechazo, nos decían que bueno que hayan estado ustedes, porque obviamente que  esto no fue un triunfo del Sí o del No, o no fue una elección de la izquierda o la derecha. Fue un triunfo de la democracia, fue un triunfo de  la ciudadanía y el mensaje a todos los partidos políticos y a los políticos en general, fue  pónganse de acuerdo, nosotros vamos a ir a participar sin producir desmanes, destrozos, violencia, ni nada. Fue un plebiscito muy tranquilo”.

-¿Pero antes de aquello fue un triunfo de las mujeres, no?

“Bueno, sí. Nos costó la paridad uff, ahí sí que nos llevamos un reto de todo el mundo, no voy a decir de quién, pero desde lo más alto a lo más bajo (vuelve a reírse), porque algunos decían que era antidemocrático, cuando la verdad es que nunca me imaginé un órgano constitucional que no estuviera compuesto mitad por hombres, mitad por mujeres. Si lo que vamos a ir a discutir es precisamente una hoja de ruta para el país, donde obviamente si somos la mitad del país tenemos que estar la mitad de nosotras representadas. También los pueblos originarios. Nosotros como Renovación Nacional tenemos un grupo de parlamentarios que  presentamos un proyecto de ley para que ellos pudieran tener escaños reservados, que no son escaños designados, ellos van a ir a competir, van a votar por ellos también, pero van a tener escaños o cupos reservados para  poder representar a los pueblos originarios y eso yo creo que es muy potente, porque hay que tratar de tener la mayor representatividad posible en este órgano convencional y también darle la mayor legitimidad posible”.

-Usted vino a apoyar a Adriana Peñafiel en su candidatura a gobernadora, ¿no cree que los gobernadores tendrán muy pocas posibilidades de actuar si no tienen los recursos necesarios?

“Los recursos que van a tener es la billetera regional, el FNDR”.

-Siempre ha sido corta.

“Siempre ha sido corta, pero recordemos que hasta nos sacan para proyectos sectoriales y disponen de nuestros recursos regionales para poder terminar una obra, un proyecto, que uno debería decir es del gobierno gastando nuestros recursos, pero además de eso es la priorización. En definitiva, con esta billetera regional uno podría decir hacia dónde quiero llevar mi región y ahí Adriana (Peñafiel) ha sido muy clara. En materia de tecnología, una región no  solamente moderna, sino que una región verde, con tecnología, con inversión en la ciencia; sobre todo, ocupando el mayor recurso que ustedes tienen, que son esa parte importante de estudiantes universitarios de todo el norte que vienen a acá. Y ahí creo que hay una definición de una estrategia de desarrollo regional, hay una definición de qué es lo que quiero para la región. Entonces, yo creo que  este es un paso importante en materia de descentralización”.

-Cuando se licenció de abogada su memoria se llamó: “La declaración de intereses y de patrimonio como instrumentos para garantizar el principio de probidad administrativa”. ¿Cómo ve estos casos de corrupción que se han presentado en el país?

“Yo decidí desde que estaba en el colegio dedicar mi vida a la política y estudié derecho para tener más herramientas, pero sabía que una vez titulada me iba a dedicar a la política. Trabajé en un estudio jurídico en materia minera durante un par de años, después con 26 años entré al primer gobierno del Presidente Piñera. Cuando hice esa tesis no lo hice de casualidad, sino que yo creo que para dedicarse a la política hay que saber que uno no va a ser millonario ni se va a dedicar a los negocios, se va a dedicar al servicio público y si uno está consciente de eso, avanza por buen camino, avanza tranquila y de frente. Cuando hice esa tesis entrevisté a varios parlamentarios y a varios políticos y  si bien todos decían lo mismo, después algunos terminaron cuestionados. Creo que la corrupción no tiene un color político y hay que enfrentarla con firmeza, porque termina siendo una foto podrida”.

-¿Y qué le parece que la corrupción a alto nivel tenga cierto grado de impunidad? Le cito como ejemplo, a quienes retiraron 500 mil pesos de una forma que no correspondía y les aplicarán las penas del infierno, sin embargo, a altos gerentes se les ha castigado con clases de ética.

“Es ahí donde las personas se molestan, se  desilusionan. Se cabrean, porque el chancho está mal pelado, porque uno ve que hay injusticia o que hay impunidad y eso es lo que no debe ocurrir, que quede impune y la mejor señal que le pueden dar las instituciones a la ciudadanía es que funcionen”.

El estar mucho tiempo en el poder corrompe, usted lleva un segundo período de parlamentaria, ¿es partidaria de períodos limitados o que permanezcan en el poder mientras la ciudadanía las nombre?

“Depende, porque lo que hace mal es estar tanto tiempo con el mismo cargo. Cuando una persona es querida, es votada y la ciudadanía la elige, no creo que tiene que ser una ley la que las mande para la casa”.

 

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