• El exintendente Claudio Ibáñez dijo que nunca se esperó la abrupta salida de su sucesora, Lucía Pinto. Pese a diferencias políticas, afirma no tener problemas personales con la ex jefa regional.
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Lautaro Carmona
El ex jefe regional, que hoy está alejado de la política, se mostró crítico del actual gobierno y del Primer Mandatario, a quien considera “inconsecuente” y “con falta de credibilidad”. Reconoció que los temas más complicados que debió enfrentar al mando de la región fueron el terremoto con tsunami y el proyecto minero Dominga.

El exintendente de la Región de Coquimbo, Claudio Ibáñez, quien se desempeña como académico, repasó, con diario El Día, parte de su administración, pero también entregó su opinión sobre temas como el proyecto Dominga y el Túnel Agua Negra.

-¿Qué fue lo más complicado que enfrentó durante su administración como intendente?

“Mi promesa fue combatir los temas del desarrollo económico, también la sequía y a poco andar me empezaron a llegar todos los desastres naturales. Me tocaron las lluvias, los vientos de agosto el año 2015 y en septiembre el terremoto con el tsunami, y creo que a nadie le enseñan a cómo enfrentar  los desastres naturales, pero curiosamente fue ese el sello en mi gestión a cargo de la Intendencia. Cuando nos tocó el primer desastre natural pedimos inmediato apoyo de la Onemi, la que una semana antes del terremoto nos hizo una capacitación, hicimos un simulacro de cómo hubiese sido si  hay un terremoto de 8.5 con un tsunami y una semana después nos tocó lo mismo en 8.4. Por lo tanto, ese ejercicio que tuvimos fue clave al momento de saber cómo operar rápidamente, qué hacer y, de alguna manera, fue decisivo al momento de enfrentar los primeros minutos, enviando la orden de evacuación inmediata a todo el borde costero. Hubiese habido muchas más pérdidas humanas si no hubiésemos sabido qué hacer. También marca un sello el rechazo al proyecto minero portuario Dominga, por las expectativas que existían desde el punto de vista económico y de lo ambiental, esos son los más complejos”.

-¿En el caso Dominga recibieron una orden política para rechazar el proyecto?

“Para nada, hubiese sido una orden política si usted hubiese visto a los 12 seremis y a todas las autoridades alineadas en torno a un sí o a un no”.

-Se lo pregunto porque todo indicaba que sería aprobado.

“No sé qué es lo que todo indicaba, porque ahí entró con mucha fuerza lo que eran las definiciones personales de cada una de las autoridades regionales que se encontraban en ese minuto ejerciendo el cargo. Una orden política sería todos 12 a cero, pero hubo diferencias y eso implica que no hay una orden política”.

-¿Se arrepintió alguna vez de haber dirimido como lo hizo?

“No, nunca me he arrepentido. De hecho, creo que me hubiese arrepentido si hubiese votado a favor. Cualquier episodio medioambiental que se diera en esa zona iba a ser decisivo en el deterioro de la flora y fauna de uno de los cinco puntos calientes de la biodiversidad más importante del planeta. Ahí se concentra el 80% de la población del Pingüino de Humboldt, existe el tránsito de ballenas y no van ahí porque les gusta el paisaje, es porque están las fuentes alimentarias necesarias”.

- ¿Y qué le produce que ese proyecto se haya revertido y podría materializarse?

“Y quién dice que se ha revertido, si se ha rechazado en todas las instancias. Fue rechazado en el Consejo Regional, en el Consejo de Ministros, el Tribunal Ambiental dijo sí, acogemos y qué le dijo la Corte Suprema, ‘no señores, ustedes se equivocaron en forma y en fondo’ y los mandó a estudiarse el proyecto. Estamos esperando la decisión del Tribunal Ambiental, entonces en qué se ha revertido, en nada”.

-Pero la postura del Gobierno es distinta.

“Obvio que le interesa apoyar este proyecto, si se vincula desde el punto de vista político a las inversiones de Délano y de Lavín, que son los mismos socios del grupo Penta y probablemente son muy cercanos al actual mandatario”.

-Otro proyecto que usted apoyó fue el Túnel Agua Negra, ¿qué visión tiene ahora que Chile ha rechazado el préstamo del BID?”.

“Me parece tan esquizofrénica la posición del Gobierno, porque se dicen campeones de la inversión, pero tan contradictorios son que rechazan la inversión. El actual intendente, en su momento rechazó proyectos emblemáticos como la doble vía La Serena Vicuña”.

-Cuando usted estaba preparando el traspaso del mando del Gobierno Regional a Lucía Pinto dijo: “En la medida en que nosotros hagamos un mejor traspaso, va a haber una mejor gestión. No queremos entregar las cosas a medias. Somos Chile, un país serio y estas señales de civilidad son importantes”. ¿Imaginó que la exintendenta terminaría tan mal?

“Nunca lo imaginé, porque una cosa es la diferencia política con ella y otra la sensibilidad personal y yo con ella no tengo diferencias personales de ningún tipo, sino que uno lo hace dando su punto político que es muy distinto y  que puede tener una persona de corte progresista como yo, con una persona UDI que es un partido ultra conservador y muy poco conectado con los anhelos ciudadanos”.

-¿Consideró injusto que en lo político se le hiciera responsable de la debacle en la zona y que la derecha ganara incluso la presidencial?

“La derecha ganó en todo Chile. La debacle tiene que ver con una disputa donde se veía un gobierno con dos corazones. Un corazón del gobierno que era un polo más cercano a la DC y habían más posturas distintas en otra parte del Gobierno, que éramos más progresistas y se había reflejado en el Parlamento. La división que hubo no es responsabilidad mía en esa parte. Pero todos tenemos responsabilidades”.

-Usted es hijo de periodista, ¿cómo considera que comunica el actual gobierno?

“Lo conversamos con mi papá y creo que el Gobierno parte por un problema, que es su presidente. Las personas exigen coherencia y consistencia entre lo que dices y lo que haces. El Gobierno y el Presidente no tienen credibilidad, creo que hasta Mario Desbordes tiene más credibilidad que él. La expresidenta de la UDI, Jacqueline Van Rysselberghe, planteaba que estuvieron a punto de que hubiese un golpe blanco en Chile. Entonces, nos damos cuenta del mal manejo, que ni siquiera tiene la confianza del sector empresarial, que duda de que no está gobernando para Chile, sino que para él. Dentro del año de crisis este 2020, una de las fortunas que más creció junto con la de la esposa de Luksic, fue la del presidente, aunque ellos no son gobierno, pero sí Sebastián Piñera, entonces uno ve con más cautela, más desconfianza todo lo que hace”.

-En lo local ¿cree que el Teatro Regional se ha transformado casi en un mito urbano?

“Me parece interesante un teatro regional, pero voy a ser bien honesto, creo que existen otras prioridades, el empleo, la seguridad pública. Soy proclive al mundo de la cultura, pero me preocupan los problemas actuales”.

 

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