Con pala en mano don Custodio Herrera nos abre la puerta de su casa para mostrarnos las consecuencias que dejó la bajada de la quebrada de Marquesa en su vivienda.
Para su familia las consecuencias del temporal fueron duras. El panorama es desolador. El barro aún estaba instalado en el Living, dormitorio y en la mayoría de las piezas. “El agua fue demasiada, mire este colchón”, nos relata conmovido.
El agua ingresó con fuerza a las 05: 30 de la madrugada del viernes. “Afortunadamente anduvieron avisando, si no nos avisan las vecinas no sé lo que hubiera pasado. Pero, evacue inmediatamente y deje todo botado”, agrega.
Lleva viviendo en Marquesa cuatro años y asegura que nunca había experimentado algo similar. “No pensé que podía ocurrir. Quedé para la escoba”, agrega con una dosis de humor.
POTENCIAR LA PROTECCIÓN
Verónica Salinas nos muestra el hogar que arrienda su hijo Edgardo Cortés y esposa. Se trasladó desde el sector de Nueva Talcuna para ayudarle a limpiar los estragos que dejó el ingreso del agua. “En su momento lo habíamos vivido, pero esto fue mucho más. Pienso que debieron haber hecho más gaveones para asegurar el pueblo y que el agua no se metiera a la población porque es la gente la que sufre”.
En Marquesa había inquietud y desazón. Cristina Hidalgo llamó a las autoridades a que se hicieran presente para que conocieran en terreno el impacto que el temporal provocó. “Queremos que vengan a ver el pueblo cómo quedó”, sentenció.
De la misma forma aseguró que los sedimentos que están quedando en los inmuebles serían dañinos para la salud. “Es barro contaminado con ‘borra’”, precisó.
Plantearon que por lo menos unas 15 casas estarían afectadas y 6 con pérdida total de sus enceres. “Lo que necesitamos acá es maquinaria para que pueda despejar las calles y así poder sacar el material lo más luego posible porque después la contaminación del polvo será mucho”, precisó Hugo Villagrán.
Reconoce que los gaveones de protección que se construyeron colapsaron por la cantidad de agua caída y la intensidad de la bajada de la quebrada. “Desde el primer minuto que supieron y se dio la alerta amarilla no se hizo nada. Ni siquiera fueron capaces de dejar sacos”, confesó.
Lamentó que no se hubiese habilitado un albergue para para llevar a los afectados, “y pasaran la noche. La gente se amaneció cautelando que la quebrada no ingresara al pueblo
REQUERIMIENTOS URGENTES
En el pueblo hay preocupación por seis familias que lo habrían perdido todo. “Y aquí no está la autoridad. Que venga el alcalde. Estamos aislados. Necesitamos agua, leche, frazadas para mucha gente. Además, máquinas para limpiar la calles. Nos quieren traer dos baños para 60 personas, es una humillación. Todas las ayudas se van a Nueva Talcuna”, clamó Sonia Calderón
DE MADRUGADA
El alcalde de Vicuña Rafael Vera admitió a diario El Día que a pesar que la localidad estaba aislada logró acceder a las 03: 00 de la madrugada del sábado. “Llegamos por tierra por el sector de Las Rojas y llevamos agua, frazadas y todo eso. Hoy no agua, pero lo estamos solucionando”.
A TODA MAQUINA
Otras de las zonas afectadas fue una grupo de casas que se encuentra en el sector sur del pueblo de Pelicana.
El desborde del rio no sólo ingresó a sus hogares, también con el aumento del caudal terminó por cortar el acceso al pueblo por la Ruta D-41 que conecta La Serena con Vicuña.
Hoy cuando llegamos al lugar algunos moradores evidenciaron las consecuencias de la crecida del afluente.
Paralelamente maquinaria trabajaba en el arreglo en la reparación de la conexión con el puente.
Anibaldo Leyton lamenta el destino de las viviendas, sin embargo, admite que este fue el costo de haber construido tan cerca del lecho del rio. Plantea que estas viviendas sólo llevarían entre tres y dos años. “Hay una persona que tomó estos terrenos y los comenzó a vender y la gente compró como turistas. Pero, en un temporal que hubo en el norte, también bajó la el rio y el agua se metió a las viviendas. El pueblo original de Pelicana está arriba y sólo hubo el desborde de un canal”.
Insiste que le duele lo que tuvieron que experimentar las familias que se le dañaron sus casas, pero cree que éstas no deberían estar emplazadas en este sector. “Porque siempre estarán en peligro. El rio puede que en algún momento lleve un hilito de agua, pero después puede aumentar como ahora. El pueblo original resistió bien, pero no hay albergado”, destacó.
En Pelicana la desazón es haber perdido el puente peatonal que fue construido a principios del 1900 y que fue histórico en el valle de Elqui. “Fue construido por un Alemán, pero después lo desarmó Vialidad y quedaron las puras vigas y la misma gente fue sacando la madera”.
Durante la emergencia el alcalde de La Serena, Roberto Jacob destacó que a partir de las consecuencias de este temporal se debe trabajar en regular la construcción en la ribera de los ríos.